MEDITAMOS:
Hoy nos dice el Señor que solo el AMOR salva al mundo. La humildad de la viuda que desde su ternura ayuda con todo lo que tiene.
PARA LA VIDA:
Jesús nos invita, y fano con su dibujo, a ayuDAD de corazón a tantas familias de la catástrofe natural de Valencia. Nuestra colaboración, oración y ayuda a tantas personas desoladas en estos pueblos de España.
Querido amigo Jesús,gracias por todo 2. Aprende y colorea:
lo que has hecho por nosotros,
porque nos sigues enseñando
y ayudando a ir por la vida
haciendo el bien.
Enséñanos a tener un corazón sincero
y transparente. Amén.
Cantamos "Danos un corazón"
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
- Contesta: -¿Por qué Jesús les dice a sus discípulos: ¡Cuidado con los escribas!?-¿Qué significa devorar los bienes de las viudas?-¿Por qué Jesús hizo alabanza de la pobre viuda que echó de limosna dos moneditas?
- El texto: Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía.Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
- Reflexión: Hoy el texto nos habla de aspectos completamente opuestos, riqueza y pobreza material, así como de la humildad y arrogancia. ¿Cómo es mi actitud ante los bienes materiales?, ¿Humilde, Arrogante?, Con los bienes materiales que poseo, cuando los comparto, los dono o los doy, ¿Lo hago con humildad o arrogancia alardeando de ello?, ¿Cuál es el verdadero valor de dar desde la abundancia o la indigencia?Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
- Papa Francisco:
- Oración: Señor, he aprendido que la arrogancia, la soberbia, es efímera, es cierto que puede durar poco o mucho, pero al final hay un vacío que siempre quedara vacío, y la humildad, la modestia, no te obligada a dar de lo que no tienes, pero cuando lo das es porque va lleno de abundantemente de amor y no hay vacíos, al contrario hay desbordes que llenan el alma, el corazón y hace sentir bien, Dios te pido que me des siempre la humildad necesaria para servirte y servir, y estar desapegado porque deseo seguirte.. Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?. Cada uno expresa sus intenciones.Terminamos -Amén-
- Interiorizo la Palabra de Dios:
- «Depositó todo lo que tenía»
En la primera parte, Jesús señala tres defectos que se manifiestan en el estilo de vida de los escribas, maestros de la ley: soberbia, avidez e hipocresía. …Pero, bajo apariencias solemnes, se esconden la falsedad y la injusticia. Mientras se pavonean en público, usan su autoridad para «devorar los bienes de las viudas», a las que se consideraba, junto con los huérfanos y los extranjeros, las personas más indefensas y desamparadas. Por último, los escribas «aparentan hacer largas oraciones».
También hoy existe el riesgo de comportarse de esta forma. Por ejemplo, cuando se separa la oración de la justicia, porque no se puede rendir culto a Dios y causar daño a los pobres. O cuando se dice que se ama a Dios y, sin embargo, se antepone a Él la propia vanagloria, el propio provecho.
La segunda parte del Evangelio de hoy va en esta línea. La escena se ambienta en el templo de Jerusalén… Hay muchos ricos que echan tantas monedas, y una pobre mujer, viuda, que da apenas dos pequeñas monedas. Jesús observa atentamente a esa mujer e indica a los discípulos el fuerte contraste de la escena. Los ricos han dado, con gran ostentación, lo que para ellos era superfluo, mientras que la viuda, con discreción y humildad, ha echado «todo lo que tenía para vivir»; por ello —dice Jesús— ella ha dado más que todos.
Debido a su extrema pobreza, hubiera podido ofrecer una sola moneda para el templo y quedarse con la otra. Pero ella no quiere ir a la mitad con Dios: se priva de todo. En su pobreza ha comprendido que, teniendo a Dios, lo tiene todo; se siente amada totalmente por Él y, a su vez, lo ama totalmente.
Jesús, hoy, nos dice también a nosotros que el metro para juzgar no es la cantidad, sino la plenitud. Hay una diferencia entre cantidad y plenitud. Tú puedes tener tanto dinero, pero ser una persona vacía. No hay plenitud en tu corazón. Pensad esta semana en la diferencia que hay entre cantidad y plenitud. No es cosa de billetera, sino de corazón… Amar a Dios «con todo el corazón» significa confiar en Él, en su providencia, y servirlo en los hermanos más pobres, sin esperar nada a cambio.
Ante las necesidades del prójimo, estamos llamados a privarnos de algo indispensable, no sólo de lo superfluo; estamos llamados a dar el tiempo necesario, no sólo el que nos sobra; estamos llamados a dar enseguida sin reservas algún talento nuestro, no después de haberlo utilizado para nuestros objetivos personales o de grupo.
Pidamos al Señor que nos admita en la escuela de esta pobre viuda, que Jesús, con el desconcierto de los discípulos, hace subir a la cátedra y presenta como maestra de Evangelio vivo. Por intercesión de María, la mujer pobre que ha dado toda su vida a Dios por nosotros, pidamos el don de un corazón pobre, pero rico de una generosidad alegre y gratuita.
Contempla como Jesús observa a los escribas que viven para el público y a la viuda pobre que pone amor en lo que da. También te mira a ti, en tu interior, en tu modo de hacer y pensar… ¿Qué espera de ti?
Comparte con el Señor tus sentimientos, tus deseos, tus dificultades, que quieres mejorar… Cuéntale tus cosas. Confía y espera. Habla con Él desde lo leído.
Céntrate en Jesús. Mira: qué dice, qué hace, qué dicen de Él… y mírate a ti mismo/a. ¿Tú también dedicas a la oración el tiempo que te sobra? ¿También entregas en la Iglesia, en tu comunidad el tiempo y el dinero cuando te sobra? ¿Qué significa para ti eso de «ha echado todo lo que tenía para vivir?
Comparte con el Señor en oración tus pobrezas y necesidades. Cómo te llevas con tus defectos, errores y limitaciones: ¿te escandalizan, los aguantas, te angustian… se los entregas a Jesús?
(Repetimos)
«Depositó todo lo que tenía»
«Depositó todo lo que tenía»
A la luz del mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
- Me comprometo: Debemos pensar, reflexionar y actuar en que todo lo que demos, démoslo como si fuera todo lo que poseemos, con la humildad y modestia que llena el alma y reconforta...
- Proponte hacer una revisión de vida, preguntándote ¿qué estoy dando al Señor?
- Concreta cuáles son tus «dos mejores monedas» que quieres entregar hoy para construir el Reino de Dios.
- Ten cuidado: A veces, nos buscamos a nosotros mismos, diciendo que buscamos a Dios. Ten cuidado con el virus de la hipocresía, la fama, las apariencias… Ten cuidado con los primeros puestos en tu casa, en tu familia, en tu parroquia, con las personas que tratas cada día…
- Invita a tu familia, a tu comunidad o grupo de fe… a hacer un acto de generosidad con personas necesitadas que medio de nuestra crisis, tienen más carencias que tú y necesitan de tu generosidad.
- Sigue el ejemplo de Jesús. Valora, reconoce, admira… a las personas que ejercen la caridad desde la sencillez y hazles ver que están en sintonía con Jesús, aunque ellos no lo sepan.
- Haz realidad en tu vida la invitación del Papa Francisco: «Ante las necesidades del prójimo, estamos llamados a privarnos de algo indispensable, no sólo de lo superfluo; estamos llamados a dar el tiempo necesario, no sólo el que nos sobra; estamos llamados a dar enseguida sin reservas algún talento nuestro, no después de haberlo utilizado para nuestros objetivos personales o de grupo».
- Plantéate como distribuyes tu tiempo: trabajo, oración, dedicación a los necesitados, pastoral… bienes materiales. Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
3. Ve el vídeo "Desde el corazón" y coméntalo con tus padres y catequistas:4. Realiza el puzzle:
Cantamos "Un Corazón Más Grande"
¡SÉ GENEROSO Y COMPARTE!
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