MEDITAMOS:
Pensamos en la ÚLTIMA CENA de Jesús con sus amigos. Él les habla con ternura:
Les dice que no tengan miedo. Les explica que va a ir a la casa de su Padre, donde hay un lugar preparado para cada uno.
Jesús sabe que sus amigos están tristes porque pronto ya no lo verán como antes, pero quiere que confíen en Él, porque la vida no termina con la muerte: ¡sigue junto a Dios, en su casa llena de amor y luz!
Jesús nos promete que cuando llegue el momento, Él mismo vendrá a buscarnos para llevarnos con Él.
Eso nos llena de esperanza.
PARA VIVIR:
Mientras tanto, nos enseña a vivir con amor, a cuidar a los demás y a confiar en que siempre está cerca, aunque no lo veamos.
ORACIÓN:
Querido Jesús,
a veces mi corazón se turba,
se llena de miedo y dudas.
Enséñame a confiar en ti.
Tú eres mi camino cuando no sé a dónde ir,
mi verdad cuando me confundo,
y mi vida cuando me siento sin fuerzas.
Quédate conmigo, Señor. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
- Contesta:
- El texto:
- Reflexión:
- Oración:
- Interiorizo La Palabra de Dios:
Piensa: ¿Qué cosas te dan miedo o te ponen triste? ¿Cómo puedes hablar con Jesús sobre eso en la oración?
Recuerda a alguna persona que ya está con Dios. ¿Qué cosas buenas aprendiste de ella? ¿Qué puedes hacer para recordarla con cariño y esperanza?
Imagina que estás con Jesús y sus amigos en la Última Cena, cuando Él les habla con ternura.
- ¿Qué frases te llaman más la atención?
- ¿Cómo imaginas el rostro de Jesús cuando dice “no se turbe vuestro corazón”?
- ¿Qué crees que significa que Él sea el camino, la verdad y la vida?
Imagina que estás con Jesús y sus amigos en la Última Cena, cuando Él les habla con ternura.
- ¿Qué frases te llaman más la atención?
- ¿Cómo imaginas el rostro de Jesús cuando dice “no se turbe vuestro corazón”?
- ¿Qué crees que significa que Él sea el camino, la verdad y la vida?
Jesús les dice que no tengan miedo. Creed en Dios y creed también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, os lo habría dicho a todos. Yo voy a prepararles un lugar.
Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?».
Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»
«No se inquieten. Creed en Dios y creed también en mí». Esta es la frase más importante del texto desde nuestro lado, no inquietarnos, creer en Dios y en Jesucristo; todos nos inquietamos porque a cada momento tenemos tentaciones, cometemos faltas, pero aun así, él nos conoce y nos entiende, nos ama, nos perdona, por eso, debemos creer en él, escuchar su mensaje, lo que desea que hagamos, como vivir, él nos afirma que todos somos bienvenidos, solo debemos tomar el mismo camino, hablar con la verdad y vivir como él, es decir que lo tomemos a Jesucristo como ejemplo, hacer nuestro mejor esfuerzo y poner nuestra mejor voluntad. ¿Cuáles son las inquietudes que tengo en mi vida, que me impiden seguir, hacer lo que Jesucristo me pide?, ¿Por qué me dice Jesucristo que no me inquiete, que crea en Dios y él?, ¿Qué significa creerles?, cuando Jesucristo nos dice: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida», ¿Quiere decir que lo sigamos y veamos como ejemplo?, ¿Qué es lo que yo tomaría de ejemplo de Jesucristo?
A partir de este mensaje, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
Querido amigo Jesús,
tengo muchas inquietudes, tentaciones, dudas y faltas;
soy humano; yo sé que tú eres el ejemplo a seguir, en quién creer;
sé que me conoces y sabes que hago mi mejor esfuerzo
y pongo mi mejor voluntad,
quiero seguir muy de cerca cada cosa que me pides,
que me invitas a realizar,
estoy atento a tus llamada, confió en ti
porque me amas, me perdonas, siempre me estás esperando
y deseas que llegue a tu Reino, a tu casa,
porque ya tienes un lugar para mí. Amén.
Cada uno pone sus intenciones.
-Amén-
«No se turbe vuestro corazón»
- Me comprometo:
(Repetimos)
«No se turbe vuestro corazón»
«No se turbe vuestro corazón»
Guarda silencio unos minutos. Imagina que caminas junto a Jesús en un sendero tranquilo. Siente su presencia, su paz y su voz que te dice: “No tengas miedo, estoy contigo.”
- Hacer una lista de las inquietudes que tenemos, tentaciones, dudas y faltas, aceptémoslas e intentemos ir apartándolas de nuestra vida.
- Definir mis compromisos con Dios y Jesucristo para demostrarles que creo en ellos.
- Ver a Jesucristo como modelo de vida e imitarlo lo más cercano posible.
Piensa ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar? y proponte a lo largo de la semana por ejemplo:
- Escuchar con calma antes de reaccionar con enojo.- Confiar más en Dios cuando algo no sale como esperas.

3. Ve el vídeo "Siempre caminando" Después coméntalo con tus padres y catequistas:4. Realiza el puzzle:
Peregrinamos desde nuestro bautismo a la Casa de Dios Padre:
Podríamos imaginar que también nuestras vidas están subiendo, poco a poco, a la nube de Dios. En esa nube no se guardan datos ni selfies. Pero sí que contiene lo más verdadero de nosotros: los gestos de amor, los momentos en que elegimos perdonar, la fidelidad silenciosa, los abrazos dados a tiempo. Nada de eso se pierde.
Los que amamos y ya partieron al cielo no están desconectados. Su vida está “cargada” en Dios, donde todo lo bueno permanece. La fe nos dice que allí no hay archivos borrados ni memoria dañada. Solo una gran comunión que espera completarse.
Podríamos imaginar que también nuestras vidas están subiendo, poco a poco, a la nube de Dios. En esa nube no se guardan datos ni selfies. Pero sí que contiene lo más verdadero de nosotros: los gestos de amor, los momentos en que elegimos perdonar, la fidelidad silenciosa, los abrazos dados a tiempo. Nada de eso se pierde.
Los que amamos y ya partieron al cielo no están desconectados. Su vida está “cargada” en Dios, donde todo lo bueno permanece. La fe nos dice que allí no hay archivos borrados ni memoria dañada. Solo una gran comunión que espera completarse.
Cantamos "La muerte no es final"Cuando pensemos en la muerte, pensemos que no es el final. Consideremos el momento en que Dios sincroniza por completo nuestra vida con la suya. Descubriremos entonces que el Amor -el verdadero- nunca se elimina. Solo cambia de formato. Somos herederos de una VIDA que dura para siempre.
Cantamos "Andando de tu mano"
¡SOMOS HEREDEROS
DE LA VIDA ETERNA,
ALIMENTÁNDONOS DE LA EUCARISTÍA!
¡SOMOS SIEMPRE DE DIOS!








