Unidos a la VID para tener VIDA |
Os dejamos el Evangelio según San Juan 15, 1-8:
- Contesta: - ¿A quién se compara Jesús y con quien compara al Padre? - ¿Qué significa que la rama que da fruto el Padre la poda para que dé más fruto? -¿En qué consiste la gloria de Dios?
- Reflexión: Jesús hoy nos hace una comparación muy sencilla para que entendamos lo que significa estar unidos a él. Si a una planta se le corta una rama, esta se seca y muere. Por eso, si una rama da fruto es porque está unida al tronco y recibe la misma savia y alimento que viene de la raíz. Si estamos unidos a Jesús, tenemos su misma vida, estamos alimentados por la gracia de Dios. Por eso tenemos que dar frutos, no quedarnos tranquilos sin hacer nada por el Reino. El viñador, el labrador, poda las ramas para que den más fruto, significa que, al que está unido a Jesús le van a venir dificultades porque muchos no quieren que el Reino de Dios se extienda, porque quien da fruto a veces es perseguido como Jesús y tiene que luchar. Pero quien está unido a Jesús, ¿Qué puede temer? Jesús está con él.
- Meditación del Papa Francisco: Jesús repite a menudo, sobre todo durante la última Cena: «Permaneced en mí». Y la vida cristiana es precisamente esto: permanecer en Jesús. Y, para explicarnos qué es lo que quiere decir, usa esta imagen de la vid: «Yo soy la vid verdadera, vosotros los sarmientos». Y todo sarmiento que no está unido a la vid, muere, no da fruto; y luego es arrojado para hacer fuego. (Papa Francisco).
- Lo llevo a mi vida:
- Me comprometo: Jesús dice «Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada». Empieza por aceptar tu condición de sarmiento. No eres la vid. Solo cuando estas unido a Jesucristo, puedes dar fruto. Injértate en otros sarmientos que perdieron la conexión a la vid. Jesús nos avisa de que aparentando lo que no somos no podemos seguirle. Acepta tu realidad y vívela de cara a Dios, de cara a los hermanos y de cara a ti mismo. Sé consciente de que no puedes hacer nada bueno si no vives en la presencia y comunión con el Señor. Déjate transformar por Él, dale espacio en tu vida, para que Él pueda hacer su obra en ti. El Señor también nos habla de la poda, «si una rama no produce fruto, él la corta y limpia toda rama que produce fruto para que dé más…». Vive la experiencia de la poda que el Señor hace en tu vida. Date cuenta de qué debes cambiar y déjate podar por Él. Examina que medios de unión con el Señor tienes en tu vida personal y comunitaria. En este tiempo Pascual es un buen momento para ser testigos de la alegría de resurrección. Visita a alguna familia que necesite ayuda, o visita algún enfermo, anciano o persona necesitada… que demuestre que eres testigo de Jesús. Haz más viva tu presencia de discípulo de Jesús en tu realidad de cada día.