También podéis verlo:
MEDITAMOS:
"RECIBID EL ESPÍRITU SANTO"
El Domingo de Pentecostés (cincuenta días después de la Pascua) nos muestra, con la proverbial primera lectura (Hechos 2, 1-11), que las experiencias de Pascua, de la Resurrección, nos han puesto en el camino de la vida verdadera. Pero esa vida es para llevarla al mundo, para transformar la historia, para fecundar a la humanidad en una nueva experiencia de unidad (no uniformidad) de razas, lenguas, naciones y culturas. Lucas ha querido recoger aquí lo que sintieron los primeros cristianos cuando perdieron el miedo y se atrevieron a salir del «cenáculo» para anunciar el Reino de Dios que se les había encomendado.
El nuevo Israel y la nueva humanidad, pues, serán conducidos por el mismo Espíritu de Dios.
Es el Espíritu el único que hace posible que todos los hombres, no sólo los israelitas, entren a formar parte del nuevo pueblo.
Es el Espíritu el único que hace posible que todos los hombres, no sólo los israelitas, entren a formar parte del nuevo pueblo.
Juan (20,19-23), nos dice hoy, que desde el mismo día en que Jesús resucitó de entre los muertos su comunicación con los discípulos se realizó por medio del Espíritu. El Espíritu que «insufló» en ellos les otorgaba discernimiento, alegría y poder para perdonar los pecados a todos los hombres.
PARA LA VIDA:
Pentecostés es el inicio de nuestra Iglesia, nacida de la Pascua. La Iglesia tiene que abrirse a todos los hombres. Esta es una afirmación que debemos sopesarla con el mismo cuidado con el que San Juan nos presenta la vida de Jesús de una forma original y distinta. La verdad es que el Espíritu del Señor estuvo presente en toda la Pascua y fue el auténtico artífice de la iglesia primitiva desde el primer día en que Jesús ya no estaba históricamente con ellos. Pero si estaba con ellos, por medio del Espíritu que como Resucitado les había dado.
¡Ven, Espíritu Santo, anima nuestras vidas!
¡Ven, Espíritu Santo,
¡Ven, Espíritu Santo,
custodio de los pobres
y amante de los pequeños!
¡Ven, Espíritu Santo,
¡Ven, Espíritu Santo,
artífice de la Paz!
¡Ven, Espíritu Santo,
¡Ven, Espíritu Santo,
transforma nuestros corazones
con el fuego de tu Amor! Amén.
Cantamos Espíritu de Dios llena mi vida:
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio y comenta después con tus padres y catequistas, las siguientes cuestiones:
- Jesús les envía el Espíritu Santo, ¿Qué otros nombres le llaman al Espíritu Santo? (el Consolador, el Espíritu de la Verdad...)
- ¿Qué dice Jesús que va a hacer el Espíritu Santo cuando llegue? (Dar testimonio de Jesús, guiar a los discípulos a la verdad plena, anunciarles las cosas que van a suceder, glorificar a Jesús comunicando todo lo que Jesús le diga.)
- Diez días después de que Jesús sube al Cielo, los discípulos estaban reunidos en un cuarto, escondidos de los que los perseguían. ¿Qué paso? (Se oyó un gran ruido como de un viento fuerte; aparecieron lenguas de fuego sobre cada uno de ellos; se llenaron del Espíritu Santo y hablaban otros idiomas para que todos en Jerusalén que fueron a ver lo que pasaba entendieran las maravillas de Dios.)
- Jesús envía el Espíritu Santo que aleja todo miedo y convierte a los discípulos en proclamadores de la Resurrección de Jesús. Nos explican que los dones y talentos de cada uno son distintos, pero todos estamos llamados a servir a Dios. ¿Qué talentos tienes para poner en el servicio de Dios?
- Pincha para ver en nuestro blog, ¿Quién es el Espíritu Santo? aquí.
2. Aprende y colorea:
3. Pincha la imagen y realiza:4. Ve el siguiente vídeo "Siempre con nosotros" y después lo comentas con tus padres y catequistas:5. Realiza el puzzle:
Cantamos La Secuencia del Espíritu Santo, Pentecostés:
¡VEN ESPÍRITU SANTO,ILUMINA NUESTROS CORAZONES,
ENCIENDE EN ELLOS
LA LLAMA DE TU AMOR!
No hay comentarios:
Publicar un comentario