JESÚS ENSEÑABA CON AUTORIDAD Y LIBERABA DEL MAL. IV DOMINGO TO-B

EXPULSA EL MAL 

QUE ME CONTAMINA

 Lecturas misa AQUÍ.

Os dejamos el evangelio Marcos 1, 21b-28:

MEDITAMOS: 

Jesús enseñaba y enseñaba con autoridad. Esto lo descubrieron los mismos que lo oían y veían. Mucha gente que no quiso escuchar el mensaje de Jesús no pudo ver en El al Mesías, al enviado de Dios. Para poder escuchar y ver a Jesús tenemos que disponer el corazón y la mente. En el mundo hay mucha gente con el corazón y la mente dispuesta pero no han tenido quien les entregue el mensaje de Jesús. 

PARA LA VIDA:

La autoridad de Jesús, no es ejercida con la fuerza de poder que oprime a otros, sino como regalo de la fuerza de Dios que genera vida, que libera y crea comunidad. Autoridad y servicio que se expresa en palabras y obras, y que hoy nos llama a manifestar en coherencia nuestro servicio y seguimiento del Señor. Que hoy y siempre, nuestras palabras y acciones sean signo de nuestro compromiso por la vida y la dignidad de las personas.

Hay algo muy especial que podemos hacer, es difícil, pero con la ayuda de Jesús lo podremos: es tratar de imitarlo siendo buenos con los demás.

ORACIÓN:

Querido Jesús,

gracias por ser mi amigo,

por caminar siempre a nuestro lado.

Ayúdanos a escuchar tu palabra y tu mensaje.

A poner en práctica tus acciones y gestos

para que llegue a todos el Evangelio,

y puedan conocerte a través de mi. Amén.

ACTIVIDADES:

1. Lee o ve de nuevo el evangelio. después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:

• Contesta: - Los que oyeron a Jesús ¿ por qué quedaron asombrados? - ¿ Qué milagro hizo Jesús en la sinagoga? - ¿ De qué hablaba la gente para que la fama de Jesús se extendiera por toda Galilea? - Los que oyeron a Jesús ¿ por qué quedaron asombrados?    
• Jesús entra en la sinagoga de Cafarnaúm en sábado y se pone a enseñar; las personas permanecen sorprendidas por sus palabras, porque no son palabras comunes, no se parecen a lo que escuchan normalmente. …Jesús enseña como uno que tiene autoridad, revelándose así como el Enviado de Dios, Jesús tiene una autoridad plena. Su doctrina es nueva y el Evangelio dice que la gente comentaba: «Una doctrina nueva, expuesta con autoridad». Papa Francisco.
  
• Jesús se revela poderoso también en las obras. En la sinagoga de Cafarnaúm hay un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se manifiesta gritando estas palabras: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». El diablo dice la verdad: Jesús ha venido para destruir al diablo, para destruir al demonio, para vencerlo. Este espíritu inmundo conoce el poder de Jesús y proclama también la santidad. Jesús le grita, diciéndole: «Cállate y sal de él». Estas pocas palabras de Jesús bastan para obtener la victoria de Satanás, el cual sale de ese hombre «agitándole violentamente», dice el Evangelio. Este hecho impresiona mucho a los presentes; todos se quedaron pasmados y se preguntan: «¿Qué es esto? En el Evangelio vemos que Jesús, en su misión terrena, revela el amor de Dios tanto con la predicación como con innumerables gestos de atención y socorro a los enfermos, a los necesitados, a los niños, a los pecadores. Papa Francisco.
• Jesús es nuestro Maestro, poderoso en palabras y obras. Jesús nos comunica toda la luz que ilumina las calles, a veces oscuras, de nuestra existencia; nos comunica también la fuerza necesaria para superar las dificultades, las pruebas, las tentaciones. ¡Pensemos en la gran gracia que es para nosotros haber conocido a este Dios tan poderoso y bueno! Un maestro y un amigo, que nos indica el camino y nos cuida, especialmente cuando lo necesitamos. Que la Virgen María, mujer de escucha, nos ayude a hacer silencio alrededor y dentro de nosotros, para escuchar, en el estruendo de los mensajes del mundo, la palabra con más autoridad que hay: la de su Hijo Jesús, que anuncia el sentido de nuestra existencia y nos libera de toda esclavitud, también de la del Maligno. Papa Francisco.
• ¿Qué es esto? se preguntaban: “La actuación de Jesús suscita preguntas de asombro. Nunca nadie, antes, había regalado tanto: tanta liberación, tanto poder sanador, tanta belleza. ¿Cómo es posible quedarse al margen de tanta gracia? ¿Cómo se puede despreciar al que ha traído al mundo la salvación? ¿Cómo se le puede perder el rastro a la alegría? ¿Por qué tener miedo de que Jesús nos quite la vida? “¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno” (Benedicto XVI). Los orantes se acercan, fascinados, un día y otro día, a mirar de cerca a Jesús, se fían de Él, sabedores de que es poderoso para llenar de vida todas las grietas que se le han abierto al ser humano por la sed. Todo lo que es y tiene Jesús lo da a sus amigos.  
• Enseñar con autoridad es nuevo. Jesús entró en la sinagoga de Cafarnaúm, enseñó y liberó del mal que se le había metido dentro a un pobrecillo. La buena noticia, que trae Jesús, hace lo que dice, es creadora de una nueva humanidad. Los que estaban presentes vieron esta novedad, porque tenían abiertos los ojos de la fe. ¿Le damos hoy a Jesús el poder de sanar y la capacidad de cambiar nuestra vida? ¿Por qué muchos no ven esta novedad liberadora en los que nos decimos amigos de Jesús? ¿Cómo se nos ha podido envejecer la novedad, palidecer la belleza, enfriar el amor? CIPE.
• A los espíritus inmundos les manda y le obedecen. Nada se le resiste a Jesús. Ha venido a quitar el mal y éste huye malherido; está en medio para dar a este mundo, tan sometido a la corrupción y la mentira, la verdad y la transparencia. Y este es el camino que enseña a sus amigos, los que tratan con Él: mandar, en su nombre, que salgan los males de la vida, luchar contra todo lo que oscurece la dignidad del ser humano, especialmente de los más pequeños. CIPE.
• Su fama se extendió enseguida por todas partes. ¿Cómo se puede esconder el perfume? ¿Acaso pueden las aguas torrenciales apagar el amor? Los que creen en Jesús de verdad extienden gratuitamente su buena nueva por todas partes. Donde están los amigos de Jesús hay una humanidad nueva.  
• Tener autoridad o no tenerla… La cuestión es cómo ejercer esa capacidad. Hoy te puedes preguntar ¿Cómo manifiesto o ejerzo mi autoridad? Tu tarea primera como ser humano, es liberarte de todo lo que te impide ser humano. La segunda, es ayudar a los demás a liberarse de todos los “demonios” que andan por ahí sueltos. El espíritu inmundo, reconoce a Jesús. Como tú y yo reconocemos cuando actuamos bajo el mal, que estamos lejos de Jesús y nos molesta su presencia. Jesús saco aquel espíritu inmundo de esa persona, como puede sacar de ti y de mi todo espíritu que sea contrario al amor de Dios. Pídeselo. Jesús vino a liberarnos de todas nuestras ataduras y darnos la libertad de los hijos de Dios: Busca si algo en tu vida necesita ser liberado, si hay alguna dependencia hacia algo o alguien que te quita libertad. Examina qué aspecto y en qué dimensión de tu vida el Señor debe actuar para que te sientas más libre y abandones lo que te esclaviza
• Procura vivir de forma más humana: más acogedora, más cercana, perdonando con amor y trabajando para que tu entorno sea más solidario, más justo… A lo largo de la semana nos vamos a comprometer con aprender algo de Jesús.

2. Aprende y colorea: 

3. Ve el Vídeo "Casi todo" Después coméntalo con tus padres y catequistas:

4. Realiza el puzzle:

30ENSEÑABA CON AUTORIDAD_Anto 

 Cantamos "Tener los mismos sentimientos"

¡SÉ QUIEN ERES

EL SANTO DE DIOS!