SALMO: “Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa” (Salmo 129)
SEGUNDA LECTURA: “El Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros” (Romanos 8, 8-11)
Podéis ver el Evangelio aquí:
MEDITAMOS:
YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre”
Hoy Jesús nos lleva hasta Betania, a casa de su mejor amigo, Lázaro. JESÚS comparte con ellas su dolor por la pérdida de su hermano. Pero su presencia no se limita a quedarse en sentimientos de muerte, a pesar de lo doloroso que supone no tener cerca al amigo, sino en conducir esa situación hacia la fe.
“Sí, Señor, creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo”, declara sin titubeos Marta. Es la fe la que nos abre a una vida nueva, que no tiene fin. Jesús, con su propia vida, nos rescata para siempre de la muerte. 
PARA LA VIDA:
Nuestra actitud del cristiana ha de ser de profunda esperanza, porque nuestra vida está en las manos de Alguien que no nos deja que caigamos en el abismo del sinsentido y de esa muerte, que tanto amenaza la existencia de aquellos que no se han encontrado con el Mesías.
Señor Jesús, despierta nuestra fe y alienta nuestra esperanza en medio de este tiempo de Cuaresma. Que el dolor y la muerte nunca nos impidan ver el final del camino con esperanza, donde Tú vives en la gloria del Amor, esperándonos junto al Padre por los siglos de los siglos. Amén.
Anunciamos la REDENCIÓN (Jesús nos salva).
ORACIÓN: 
Querido Jesús, en nuestro mundo 
hay mucho sufrimiento:
hambre, enfermedades, violencia,
muertes, pobreza, discriminación...
Tú eres la luz, la fuerza,
la alegría, el amor.
Enséñanos a ser sensibles
al dolor de los demás
y a mostrar tu rostro a los que sufren. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
- Sal de tu tumba: ¿Tengo la sensación de estar ‘muerto’ en algunas áreas de mi vida? ¿Qué me mantiene en las garras de la muerte”? ¿Tengo alguna conciencia sobre lo que necesitaría cambiar en mi vida para hacerme más vivo de nuevo?
- Recuerdo un momento en mi propia vida cuando yo ‘resucité de entre los muertos’ y hablo con Jesús sobre esto.
- Lázaro, el hermano de Maria y Marta, y amigo de Jesús, había muerto. Pero las hermanas y el Hijo de Dios veían la situación en forma diferente. Ellas lamentaban que, si Jesús hubiera estado presente antes que falleciera, podría haberlo salvado. Pero Él no se alarmó, diciendo: “Tu hermano resucitará”. La muerte para ellos debía seguir su camino.
- Jesús testimonia: “Yo soy la Resurrección y la Vida”. Considerarlo sólo como la plenitud de la vida no es suficiente – Él es también la resurrección. Acompañarlo significa no solo compartir su vida, sino que también su resurrección. Todo aquél que cree en estos dos aspectos de Jesús, experimentará su amor y poder en la vida y en la muerte.
- Las palabras de Cristo “Lázaro, sal fuera!” significan salir de la tumba y volver a vivir. ¡Que gran poder tenían, al ser pronunciadas por Él! Fuente: espaciosagrado.org
- Jesús, en diversas ocasiones, nos recuerda que si tenemos fe, nada es imposible. La fe de Marta es indomable. A pesar de saber que la tumba contenía el cuerpo en descomposición de su amado hermano, todavía podía recapitular las palabras: “aún ahora sé que Dios te dará lo que le pidas”. ¿Realmente creo que todo es posible, para aquel que cree?
- Cuando estoy encerrado en la desesperanza, concédeme que pueda oír la voz de Jesús, como lo hizo Lázaro. Déjame oír aquellas benditas palabras que pronunció ante la tumba de Lázaro: “Desátenlo y déjenlo ir”.
- Mi buen amigo Jesús, te oigo cuando me preguntas lo mismo: ¿“Crees que soy la resurrección y la vida?” En el largo plazo nada es más importante que mi respuesta a esto. Señor, no puedo captar tus palabras en mi imaginación, pero creo. ¡Ayúdame y aumenta mi fe!
- Jesús hoy devuelve la vida a Lázaro y así aumenta la fe de los que están presentes: “Yo soy la resurrección y la vida”.
- Jesús quiere que vivas siempre con esperanza. Piensa a lo largo de esta semana en aquellas personas que han sembrado la semilla de la fe en tu corazón y que te ayudan a creer en Jesús y a vivir con esperanza. Dale gracias a Jesús por cada una de ellas ( por mis familia, mi sacerdote, mi catequista,....
2. Ahora cantamos la canción de esta cuaresma "El tesoro de Jesús"
3. Aprende y colorea:
4. Ve el siguiente vídeo "No te rindas" después coméntalo con tus padres y catequistas.5. Realiza el puzzle:
Cantamos "Tu, mi raiz"
¡DANOS TU VIDA, SEÑOR!
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