lunes, 9 de noviembre de 2020

DESPERTAR A LA FE 23-25.

         FELICES 

LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ

Los niños/as somos constructores de PAZ 


23. ESTARÉIS CONTENTOS SI HACÉIS LAS PACES

. LA PAZ NOS HACE FELICES

Jesús llama felices y bienaventurados a los que trabajan por la paz, y les promete que serán llamados "hijos de Dios". Dios quiere la paz, y nosotros hemos de ser instrumentos de la paz.
Leemos:
Construimos la paz con gestos:

. UNA HISTORIA SOBRE LA PAZ
A partir de este momento nuestra actitud será de ser constructores de PAZ. Miramos la página 56 del cuaderno y hablamos sobre cada viñeta. La maldad de la violencia y la bondad de la PAZ. Después escribimos una palabra en cada viñeta y coloreamos. (pelea - enfado - Jesús - perdón)
. NUESTRO MANIFIESTO DE PAZ
Un manifiesto es la expresión conjun­ta de un grupo de personas que están convencidas de unas ideas importantes y quieren "manifestarlas" con el fin de que esta manifestación les comprometa más directamente y estén dispuestas a llevarlas a la práctica. 
ORACIÓN


Cantamos: Paz Paz Paz:

SOMOS SEMILLAS DE PAZ
Tema 24.MI PADRE OS ESCUCHA AUNQUE VUESTROS LABIOS NO HABLEN
CON UNA VIDA SERENA Y EQUILIBRADA
-A Dios no le hacen falta nuestras palabras, podemos con­tarle nuestras cosas desde el secreto de nuestro corazón. Él está dentro de nosotros. 
-El silencio nos ayuda a encontrar a Dios y comunicarnos con Él. 
-La naturaleza, que es obra de su amor, también nos ayuda a encontrarnos con el Señor.
. TODO NOS HABLA DE TÍ 
Querida familia en el silencio hacemos un ejercicio "encontrarnos con el Señor". Vamos a estar un rato en silencio para escuchar a Dios desde el fondo del corazón. 

Dios nos escucha en el silencio, nos sentamos tranquilos... 

Con voz suave y lenta le ayudamos a esta interiorización. Recitando lentamente el versículo del evangelio que tiene en el libro, pág. 82: "Vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que se lo pidáis". Se puede finalizar con la oración del libro: "Dios mío, ante Ti mi corazón...". 

  



. EN EL SILENCIO DE LA NOCHE


Por la noche, le invitamos a que antes de dormir, en el silencio de la noche, le cuente sus secretos al Señor. Y le rece un padrenuestro. 

.TAMBIÉN EN EL SILENCIO DEL SAGRARIO

Un día en  la Iglesia, delante del Sagrario, le explicamos al niño/a la pre­sencia sacramental de Jesús. Hacemos unos momentos de silencio para hablar a Jesús, sin palabras, para contarle nuestras cosas y para pedirle su ayuda. Recordamos a las personas que sufren. Rezamos una oración y nos despediremos de Él.
Tema 25. CUANDO RECÉIS DECID "PADRE NUESTRO..." 
Queridos padres (recordando el Nucleo II):
- Orar es hablar con Dios Padre, que nos escucha y sabemos que nos ama. 
- Jesús nos ha enseñado a orar, nos ha dicho cómo tenemos que hablar con Dios Padre. 
- El Padrenuestro es la oración que Jesús nos enseñó. Con ella nos dirigimos a Dios llamándole Padre y nos unimos a todos los hombres, nuestros hermanos.
. MÓNICA HA PERDIDO EL SILENCIO
Contamos la historia de Mónica, los niños participan con sus gestos:
Había una vez una niña, que se llamaba Mónica y que estaba tan contenta y tan orgullosa de tener ojos, piernas, boca, manos, oídos... que se fue olvidando de usar otra cosa muy bonita que también tenía: el silencio. Y se olvidó tanto, que se le perdió. 
Le gustaban tanto sus manos y todo lo que podía hacer con ellas que siempre tenía que estar haciendo algo con las manos: aplaudía (lo hacen los niños), salu­daba, (ídem), escribía, cocinaba, pintaba... Y se había olvidado que las manos también son bonitas cuando están quietas (todos miran sus manos), cuando las extendemos para pedir (lo hacen), cuando las levantamos al cielo triunfantes por haber conseguido algo importante y para hacer oración (Expresan los gestos todos). 
Mónica quería mover sus pies sin parar (realizan los gestos los niños): corría, caminaba sin descansar sin saber quedarse quieta, saltaba, brincaba, sin sentar­se tranquila en el suelo, como cuando mamá nos cuenta un cuento, o estamos esperando a alguien, sentados en un banco en el parque. 
Y como Mónica había descubierto que podía decir muchas cosas con su boca, no sabía callarse y hablaba y hablaba sin parar (los niños y niñas imitan el susu­rro de la conversación), cantaba y cantaba. Y como estaba tan satisfecha con sus ojos leyendo tebeos, asomándose al balcón para ver pasar a las gentes y los coches, no se acordaba lo bonito que es cerrar los ojos y quedarse en silencio, para aprender a ver con los ojos del corazón. 

Vamos a pensar en lo que está haciendo nuestra mamá o nuestro papá en estos momentos. Nos acercamos a decirle algo, sin palabras. A Dios también podemos hablarle en el silencio de nuestro corazón, ¿qué le diremos? 
Bien, pues desde que Mónica empezó a oír con sus oídos, estaba tan contenta que siempre quería estar escuchando canciones y ruidos de motos, de coches, o las voces de sus amigas y amigos. Y también se había olvidado que cuando hace­mos silencio podemos oír sonidos pequeños que sin el silencio nunca hubiéramos descubierto: el murmullo del viento, el rumor de las hojas de un árbol, el goteo de la lluvia, el canto de un pájaro, un secreto al oído... Si nuestro corazón está en silencio puede recordar y escuchar palabras bonitas que hemos oído: "¡cómo está creciendo...!" "ya queda poco para las vacaciones..." "¡cuánto te quiero...!" O también recordar las palabras de Jesús-. "Dejad que los niños vengan a Mi". "No tengáis miedo". 
¡Pobre Mónica! Cuántas cosas bonitas se estaba perdiendo. Había perdido lo más importante, había perdido el silencio.

 . JESÚS REZABASIEMPRE

Mira como reza ante el sagrario:

Un día Felipe le preguntó: "Maestro nosotros queremos orar como Tú, ¿qué tenemos que decir?" Y Jesús le respondió: "Cuando oréis decid: Padre nuestro, que estás en el cielo...".
Aprendemos el Padre Nuestro, que es la Oración que nos une a todos los cristianos, porque nos la enseñó Jesús, nuestro amigo. Lo leemos juntos:
Y ahora tu solo:
Cantamos Padre Nuestro
JESÚS NOS HA ENSEÑADO 
A LLAMAR A DIOS 
PADRE

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