domingo, 19 de julio de 2020

DOMINGO XVI. PARÁBOLA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA.

DÉJALOS CRECER JUNTOS 
HASTA LA SIEGA
Todos sabemos que en el mundo hay personas corazón y personas que no tienen corazón, lo tienen como enlatado, aunque sea momentáneamente.
Hay personas que hacen el bien, y otras que solo miran para sí mismas. Hay gente generosa y gente interesada....
Lee la cita del Evangelio según San Mateo Mateo 13, 24-43 aquí.
Os la dejamos en vídeo:
MEDITAMOS:

No debemos pensar que hay personas que son malas y personas que son buenas. Todos somos iguales para Dios.

Cada uno de nosotros hacemos cosas malas, como la cizaña, y también hacemos cosas buenas, como el trigo que es alimento para todos. Tenemos que potenciar nuestro lado bueno.
Existe el mal en el mundo, eso es una realidad. Pero Dios es Paciente y misericordioso, lo perdona todo, respeta nuestra libertad.
PARA VIVIR: Dios nos pide que seamos trigo y levadura en medio del mundo. Dios nos dice que desde nuestra pequeñez podemos transformar este mundo que nos rodea, con un trabajo constante, paciente y pidiendo que el Espíritu de Dios nos guíe, anime y empuje.

ORACIÓN:

Ayúdanos Señor,
¡Qué fácil vemos 
lo negativo de los demás! 
Esta es la fragilidad del ser humano. 
Así nos creaste, Señor, 
con maravillas y deficiencias, 
con luces y sombras. 
Tú nos envuelves con tu abrazo, Tú sabes más de nosotros que nosotros mismos…
Ayúdanos, Padre
a aceptarnos del todo,
a reconocer nuestras deficiencias,
a alegrarnos de nuestras cualidades
personales y únicas,
a desarrollar contigo
todo nuestro potencial.
a animar a que otros también
desarrollen el suyo.
Enséñanos, Padre,
a perdonarnos los errores,
a convivir con nuestras incoherencias,
a ser misericordiosos
con nuestra naturaleza humana
y con los otros hermanos,
¡Ayúdanos Padre!

Cantamos "El trigo y la cizaña"
ACTIVIDADES
1. Vamos a observar nuestras actitudes. Piensa en una situación durante esta semana en la que has hecho algo que está mal (cizaña) o algo que hayas hecho que es bueno (trigo). Coméntala con tus padres y catequistas.
2. Jesús a la hora de contar su parábola era consciente y realista de lo que suele ocurrir. Hay una mezcla de bien y de mal. Una mezcla en nosotros mismos, pues no estamos del todo “convertidos” hacia el Reino. Y una mezcla fuera, pues incluso el que hace el mal seguro que tiene su “corazoncito”.¿Qué podemos hacer para potenciar lo bueno que tenemos?
3. Colorea el dibujo en alguna aplicación de tu tablet:

    4. Realiza:
SEÑOR JESÚS, PLÁNTANOS EN TU TIERRA
QUITA LAS CIZAÑAS 
DE NUESTRO ENTORNO
APÁRTANOS DE LA QUEMA 
Y DE LA DESTRUCCIÓN
CUÍDANOS ENTRE LAS ZARZAS DE LA VIDA
Y DE ESTA DURA PANDEMIA

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