Cuando escuchamos esta parábola del rico y del mendigo debemos penetrar en el sentido profundo que Jesús nos quiere comunicar. El rico es una persona despreocupada de los demás: viste ricamente, banquetea espléndidamente cada día. Lo que le interesa es pasarlo bien y ni siquiera se da por enterado de que un mendigo, a la puerta de su casa, no tiene qué comer, está enfermo y pasa muchas necesidades. El pobre no se queja ni maldice al rico, sólo espera que tengan compasión de él y aunque sea las sobras, que caen de la mesa del rico, se las den para alimentarse. El rico recibe lo que sus actos han merecido y Lázaro el consuelo a todos sus sufrimientos.
Los fariseos, a quienes Jesús les dijo la parábola, eran cumplidores de la ley pero no tenían misericordia con el necesitado, se creían buenos porque no hacían daño a nadie pero a la puerta de sus casas llegaban los pobres, los enfermos y mendigos y no compartían con estos tantos bienes que poseían.
PARA VIVIR:
Es La ceguera del egoísmo: El rico no es condenado por su riqueza, sino por su indiferencia ante el dolor de Lázaro. ¿A quién estoy ignorando en mi vida? La urgencia de la conversión: La eternidad se construye con las decisiones de hoy. ¿Estoy actuando con amor o postergo lo que sé que debo hacer?
La Palabra es suficiente: Jesús nos dice que tenemos todo lo necesario para cambiar. ¿Escucho la voz de Dios o espero una señal más grande? Hoy es el momento de amar y servir, antes de que sea demasiado tarde.
ORACIÓN:
Querida Virgen María,
cuando vivías en tu tierra,
todos los acontecimientos
los contemplabas y en tu corazón
los ibas guardando y reflexionando
para luego actuar.
Enséñanos a ser como tú
y así nos pareceremos a Jesús pues,
tú eres la primera discípula de tu Hijo.
Te pedimos para que intercedas
por la paz en los pueblos,
en los corazones de los hombres y mujeres,
por los que sufren y son víctimas
de tantos atropellos,
para que nosotros aprendamos
a amar al que sufre
y al que está más necesitado. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
Contesta:
- ¿De qué trata la parábola contada por Jesús?
- ¿Qué hace que el rico sea condenado y que el pobre se haya salvado?
- ¿A qué se refiere Jesús cuando dice que entre uno que está condenado y otro que goza del cielo hay un abismo infranqueable?
El texto:
«Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico…pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y los ángeles le llevaron al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue sepultado.
Estando en el Hades (mundo de los muertos) entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: ‘Padre Abrahán, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.’ Pero Abrahán le dijo: ‘Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan hacerlo; ni de ahí puedan pasar hacia nosotros.’
Replicó: ‘Pues entonces, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan también ellos a este lugar de tormento.’ Abrahán le dijo: ‘Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan.’ Él dijo: ‘No, padre Abrahán, que si alguno de entre los muertos va a ellos, se convertirán.’ Le contestó: ‘ Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite.’»
Reflexión:
En la parábola del evangelio de hoy, aparecen tres personas: el pobre Lázaro, el rico sin nombre y el Padre Abrahán. Dentro de la parábola, Abrahán representa el pensamiento de Dios. El rico sin nombre representa la ideología dominante de la época. Lázaro representa el grito callado de los pobres del tiempo de Jesús y de todos los tiempos.
• Lucas 16,19-21: La situación del rico y del pobre. Los dos extremos de la sociedad. Por un lado, la riqueza agresiva. Por el otro, el pobre sin recursos, sin derechos, cubierto de úlceras, impuro, sin nadie que lo acoge, a no ser los cachorros que lamen sus heridas. Lo que separa a los dos es la puerta cerrada de la casa del rico. De parte del rico no hay acogida ni piedad hacia los problemas del pobre que está a su puerta. Pero el pobre tiene nombre y el rico no lo tiene. Es decir, que el pobre tiene su nombre inscrito en el libro de la vida, el rico no. El pobre se llama Lázaro. Significa Dios ayuda. A través del pobre Dios ayuda al rico y el rico podrá tener su nombre en el libro de la vida. Pero el rico no acepta ser ayudado por el pobre, pues guarda cerrada su puerta. Este inicio de la parábola que describe la situación es un espejo fiel de lo que estaba ocurriendo en el tiempo de Jesús y en el tiempo de Lucas. ¡Es el espejo de lo que acontece hoy en el mundo!
• Lucas 16,22: La mudanza que revela la verdad escondida. El pobre murió y fue llevado por los ángeles en el seno de Abrahán. Muere también el rico y es enterrado. En la parábola, el pobre muere antes del rico. Esto es un aviso para los ricos. Hasta que el pobre está a la puerta, todavía hay salvación para los ricos. Pero después de que el pobre muere, muere también el único instrumento de salvación para los ricos. Ahora, el pobre está en el seno de Abrahán. El seno de Abrahán es la fuente de vida, de donde nació el pueblo de Dios. Lázaro, el pobre, forma parte del pueblo de Abrahán, del cual era excluido cuando estaba ante la puerta del rico. El rico que piensa ser hijo de Abrahán no va a estar en el seno de Abrahán. Aquí termina la introducción de la parábola. Ahora comienza la revelación de su sentido, a través de la conversación entre el rico y el padre Abrahán.
• Lucas 16,23-26: La primera conversación. En la parábola, Jesús abre una ventana sobre el otro lado de la vida, el lado de Dios. No se trata del cielo. Se trata del lado verdadero de la vida que sólo la fe abre y que el rico sin fe no percibe. Y sólo bajo la luz de la muerte la ideología del imperio se desintegra en la cabeza del rico y aparece para él lo que es el valor real en la vida. Al lado de Dios, sin la propaganda, sin la propaganda engañadora, los papeles se cambian. El rico ve a Lázaro en el seno de Abrahán, y le pide que sea aliviado de sus sufrimientos. El rico descubre que Lázaro ¡es su único posible bienhechor! ¡Pero ahora es demasiado tarde! El rico sin nombre es pío, ya que reconoce a Abrahán y le llama Padre. Abrahán responde y le llama hijo. Esta palabra de Abrahán, en realidad, está siendo dirigida a todos los ricos vivos. En cuanto vivos, ellos tienen aún la posibilidad de volverse hijos, hijas de Abrahán, si supieran abrir la puerta a Lázaro, el pobre, el único que en nombre de Dios puede ayudarlos. La salvación para el rico no es que Lázaro le traiga una gota para refrescar su lengua, sino que él, el rico, abra al pobre la puerta cerrada y así llene el gran abismo.
• Lucas 16,27-29: La segunda conversación. El rico insiste: «Padre, te suplico: manda Lázaro para la casa de mi padre. ¡Tengo cinco hermanos!” El rico no quiere que sus hermanos lleguen al mismo lugar de tormento. Lázaro, el pobre, es el único verdadero intermediario entre Dios y los ricos. Es el único, porque sólo a los pobres los ricos pueden devolver aquello que les han y, así, restablecer la justicia perjudicada. El rico está preocupado con los hermanos. Nunca estuvo preocupado con los pobres. La respuesta de Abrahán es clara: «Tiene a Moisés y a los Profetas: ¡que los escuchen!» ¡Tienen la Biblia! El rico tenía la Biblia, la conocía de memoria. Pero nunca se dio cuenta de que la Biblia tenía algo que ver con los pobres. La llave para que el rico pudiera entender la Biblia es el pobre sentado a su puerta.
• Lucas 16,30-31: La tercera conversación «No, padre, si alguien entre los muertos les avisa de algo, ellos se van a arrepentir.» El rico reconoce que esté equivocado, pues habla de arrepentimiento, cosa que durante la vida no sintió nunca. El quiere un milagro, ¡una resurrección! Pero este tipo de resurrección no existe. La única resurrección es la de Jesús. Jesús resucitado viene hasta nosotros en la persona del pobre, de los que no tienen derechos, de los sin tierra, de los hambrientos, de los sin techo, de los que no tienen salud. En su respuesta final, Abrahán es breve y contundente: «Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite.” Fin de la conversación. ¡Final de la parábola!
• La llave para entender el sentido de la Biblia es el pobre Lázaro, sentado a la puerta. Dios viene a nosotros en la persona del pobre, sentado a nuestra puerta, para ayudarnos a llenar el abismo insondable que los ricos crearon. Lázaro es también Jesús, el Mesías pobre y siervo, que no fue aceptado, pero cuya muerte mudó radicalmente todas las cosas. Es la luz de la muerte del pobre que lo cambia todo. El lugar del tormento es la situación de la persona sin Dios. Por más que el rico piense tener la religión y la fe, no hay forma de que pueda estar con Dios, pues no ha abierto la puerta al pobre, como hizo Zaqueo (Lc 19,1-10).
•Cuando Jesús habla de que los ricos no escuchan a Moisés y a los profetas es porque se han cerrado a la misericordia y al amor al prójimo, por lo tanto, no van a creer al resucitado que da la vida para salvación de todos y nos señala el camino del amor, la reconciliación y el compartir.
Oración:
Señor, dame un corazón compasivo.
Ayúdame a ver a los necesitados a mi alrededor
y a responder con generosidad.
Que no pase de largo ante el dolor de mis hermanos.
Imagina a Jesús sentado junto a Lázaro, consolándolo.
Imaginamos la puerta del rico con Lázaro tirado afuera. Ahora, mírate a ti mismo, ¿Dónde estás en la escena? ¿Eres el rico que no ve o el discípulo que acoge? Quédate con esa imagen en oración.
Ahora imagina tu propia “puerta”: ¿Quién está allí?
Jesús te invita a abrir la puerta, compartir lo que tienes y no pasar de largo.
Repetimos en silencio:
👉 “Señor, abre mis ojos para ver al que sufre.”
Me comprometo:
A lo largo de la semana ayuda a alguien necesitado, ya sea con alimento, tiempo o palabras de consuelo.
Reflexiona sobre qué lugar ocupa la caridad en tu vida.
Reza pidiendo un corazón más generoso.
2. Aprende y colorea:
DOMINGO 28 DE SEPTIEMBRE.
Traslado Procesional a las 18:30 horas.
Virgen de Linarejos ruega por nosotros
Traslado Procesional de La Santísima Virgen de Linarejos Coronada, desde su Santuario hasta la Basílica de Santa María la Mayor, portada por su Cuerpo de Caballeros Horquilleros y por el Cuerpo de Damas Horquilleras de Ntra. Sra. de Linarejos, acompañada y arropada por su pueblo de Linares.
Formaciones musicales: Banda de Música Maestro Alfredo Martos y Banda de Cornetas y Tambores Ntra. Sra. del Rosario.
DEL 2 AL 11 DE OCTUBRE
19:30 h. Solemne Novena en honor a Ntra. Sra. de Linarejos Coronada.
Cada día será oficiada por un párroco de las distintas parroquias de Linares, participando así toda la ciudad en la oración a su Patrona.
DOMINGO 12 DE OCTUBRE
– Día del Patronazgo.
12:00 h – Solemne Eucaristía. Celebración del 268 Aniversario de Patronazgo de la Virgen de Linarejos, presidida por el Rvdo. Sr. D. Andrés López Ángeles, Párroco de la Basílica de Santa María la Mayor.
La parte musical estará a cargo de la Orquesta y Coro “MúsicAlma”.
18:00 h – Traslado Procesional de Regreso al Santuario de Linarejos.
Acompañamiento musical:
Asociación Cultural Ateneo Musical de Linares.
A.M. Dolores. Fuente: infolinares.es
3. Ve el vídeo "Hacerse cargo" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
La parábola que hemos escuchado, en este Evangelio, es muy importante; parece que Jesús estuviera de cuerpo presente en nuestra realidad de hoy. Tal vez vosotros, por ser aún pequeños, no tenéis un apego tan grande a las riquezas y a la comodidad como el hombre de la parábola, sin embargo, la tentación del dinero, del poder y los placeres están muy cerca de cada uno de nosotros. Jesús ha dicho dos cosas que no podemos olvidar:
1. "el que es fiel, es decir: honrado, en las cosas pequeñas, lo será también en las cosas grandes
2. y que nadie puede servir a dos señores: no se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo".
PARA VIVIR:
Cuando somos niños pequeños nuestros padres, maestros y catequistas nos enseñan a decir siempre la verdad, a no apropiarnos de nada que no nos pertenezca, a respetar la vida y a las personas, a ser responsables pero, muchas veces nos rebelamos y creemos que esas son tonterías que es mejor obrar como nos sugieren ciertos programas de TV o lo que nos dicen algunos que tenemos por amigos.
Si en nuestra conciencia van creciendo la honradez, la verdad, la responsabilidad y el respeto, porque en nuestro corazón el primer lugar lo ocupa Dios, seremos capaces de vencer las tentaciones y seremos honrados, sinceros, respetuosos y responsables. Mucha gente no ha recibido una buena formación en su niñez pero ha aprendido después que sin esos valores no se puede construir unmundo en paz, en solidaridad y en equilibrio. ¿De dónde salen los asesinatos, los robos, el narcotráfico, el terrorismo, etc., sino de corazones en donde Dios no tiene el primer lugar?
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
Contesta:
- ¿Qué parábola contó Jesús a sus discípulos?
- ¿Qué hacía el hombre de la Parábola?
- ¿Cómo va ganándose a los deudores de su patrón?
- ¿Cuándo el patrón se dio cuenta, ¿Qué es lo que dijo?
- ¿Qué descubrimos en el corazón del personaje de la parábola, por su manera de obrar?
- ¿Qué explicación da Jesús sobre los hijos de este mundo? ¿Qué deberíamos aprender?
- ¿Cómo se refiere Jesús a la fidelidad? ¿Qué dice Jesús respecto a la fidelidad en lo que se nos encomienda? ¿Por qué, dice Jesús, no se puede servir a dos señores?
- ¿Cómo termina el texto? ¿Cuál es la frase o la idea principal que quiso dejar Jesús?
El texto:
El mayordomo de la parábola en Lucas fue acusado de derrochar la propiedad de su patrón (se usa el mismo verbo para derrochar en la parábola del hijo pródigo en Lc 15:13). No queda claro si el mayordomo estaba renunciando a su comisión cuando reducía lo que se le debía a su patrón, o si estaba derrochando aún más la propiedad de su amo (a lo que se refiere dos veces), que parece más verosímil. En cualquier caso, es su actitud atrevida y extravagante hacia las riquezas, una suerte de desapego, si se quiere, lo que alaba Jesús, y hasta el mismo patrón. Hace falta imaginación y valor en este mundo: la riqueza y el dinero deben usarse con creatividad para el bien de los demás, especialmente los más pobres. ¡Cuánta ingenuidad no tenemos para asuntos militares y para lo que nos interesa, y cuán poco para alimentar y educar a los más necesitados! Debemos ser fieles en todo. Pero esto significa servir a Dios con un corazón no dividido. Y el competidor más grande que tiene Dios, llamado aquí por nombre en un caso único, es “mamón” (el nombre de una divinidad pagana y obviamente este mal uso del dinero es una idolatría), la palabra aramea que usaba Jesús para la riqueza, la propiedad y la ganancia. En los evangelios siempre tiene un significado negativo, como es el caso en los demás escritos de la época.
Reflexión:
1. Jesús pone un ejemplo de un administrador infiel, pero que era astuto. ¿Podría yo ser un administrador de las cosas de Dios como este de la parábola?
2. ¿Hasta qué punto mi fidelidad a Dios me lleva a ser recto en todo momento, aún cuando no quede bien ante los demás?
3. ¿Trato de usar la astucia para ser un discípulo misionero?
4. Finalmente Jesús habla de las amistades que se hace ganar este administrador. ¿Qué tan sincera es mi amistad para las otras personas? ¿Lo amo, lo respeto, lo cuido por lo que es, o por lo que tiene?
5. ¿Brindo mi amistad a los demás lo que yo soy, o por lo que tengo o represento? ¿Cuál es mi carta de presentación para con los otros? ¿Qué reconocimiento espero?
6. Realmente ¿construyo amistades cristianas y verdaderas o simplemente compañías pasajeras?
7. ¿Cuál es mi verdadero interés para seguir? ¿nos vemos reflejados en el texto? ¿Dónde estoy buscando mi felicidad? ¿En las cosas momentáneas, en personas y amistades momentáneas?
8. ¿Busco en mis amistades a aquellos con los que realmente puedo construir un puente que me lleven al encuentro y seguimiento de Jesús y de allí al Padre?
9. ¿Cuántas riquezas mal elegidas puedo encontrar en mi vida, que usé también para comprar cariño, respeto y admiración de otras personas?
Oración:
Dio, Padre nuestro,
tú eres el primero
en el corazón de cada uno de nosotros.
Deseamos que sea así siempre, con tu ayuda.
Te pedimos por la gente que ha puesto su corazón
en algo distinto a ti y por aquellos
que han dedicado su vida a la violencia,
a sembrar el miedo, la desunión y la destrucción.
Ten compasión de tantas víctimas que mueren cada día.
Perdona tanto orgullo que impide
que tu reino de amor se instale en el mundo. Amén.
Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.
Me comprometo:
En lo personal, me propongo hacer un verdadero análisis de conciencia. Ver cuántas veces uso mal los bienes que administro. Cuántas veces quiero cambiar cariño, respeto y admiración por intercambio de cosas. Y también preguntarse por la fidelidad al Señor. ¿Qué me pide el Señor que cambie en mi vida? Propongo algo concreto.
Con tu grupo, proponerse una actividad que pueda mostrar claramente las diferencias en donde buscamos la felicidad entre Dios y el dinero. Y poder hacer algo externo para presentar a los otros miembros de la comunidad nuestro deseo de cambio, y ofrecerles a otros también la posibilidad de cambiar.
- Esta semana piensa en un talento tuyo (dibujar, escuchar, hacer reír, estudiar, ayudar…) y úsalo al servicio de alguien.
- Un pequeño gesto concreto: compartir algo, ayudar en casa sin que te lo pidan, dedicar tiempo a alguien solo.
2. Aprende y colorea:
Juego: “¿A quién sirves?”
• En el salón, coloca dos carteles en esquinas opuestas: DIOS y DINERO.
• Lee frases de la vida diaria, y que los adolescentes corran al cartel que les parezca más relacionado.
Ejemplos:
• “Compartir tu merienda con un compañero.” (Dios)
• “Comprar lo último en ropa para que te vean.” (Dinero)
• “Dedicar tiempo a un amigo triste.” (Dios)
• “Estar siempre pegado al celular y no hablar con la familia.” (Dinero)
• Diálogo final: ¿Qué aprendimos? ¿Es fácil reconocer a quién servimos con nuestras decisiones?
3. Ve el vídeo "Cre-a-ti-vos"4. Realiza el puzzle:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
DIOS HA ENVÍADO A SU HIJO
PARA NUESTRA SALVACION Y FE
Contesta:
¿Con quién habla Jesús en el Evangelio? ¿Quién es Nicodemo? ¿Qué dice Jesús a Nicodemo? ¿Qué frase o frases te llaman la atención en este texto Evangelio?
El texto: Jesús habla con Nicodemo, quien es un maestro de la ley. Jesús le explica que nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, quien bajó del cielo y está en el cielo. Nicodemo se refiere a la serpiente levantada por Moisés en el desierto, y Jesús le dice que el Hijo del hombre debe ser levantado para que todo el que crea en él tenga vida eterna. Dios amó al mundo tanto que entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Además, Jesús dice que Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.
Reflexión:
Jesús entra en diálogo con Nicodemo, uno de maestro de la Ley, miembro del Sanedrín, el que le vino a hablar de noche (a escondidas).
Jesús le explica a Nicodemo que es el (Jesús) hijo del hombre, una especie de de código davídico que, como maestro de la ley y miembro del Sanedrín, entendería bien que significaba que era el Salvador, el Mesías.
Qué él (Jesús) había bajado del cielo y que “está” en el cielo. En otras palabras era tan humano como divino.
Continúa usando las escrituras para llegarle al corazón a Nicodemo. Hace referencia al evento del Éxodo durante el cual Moisés tuvo que fundir todos los metales preciosos para hacer una serpiente y elevarla para que se salvaran de las mordidas de serpientes que habían invadido su campamento (en verdad, los estaba salvando de su idolatría).
Jesús se identifica su cruz, su crucifixión, con la serpiente salvadora: “… todo el que crea en él [tendrá] vida eterna.” Todo el que mire a su cruz …
Luego, nos entrega la célebre frase que tanto es citada en los estadios de fútbol y en otros eventos: “.. tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo él que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” (Jn 3, 16).
Jesús finaliza con una aclaración: “.. Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que él mundo se salvara por él.”
Nos ayudamos de preguntas para reflexionar:
• ¿Qué parte del texto me llama más la atención?
• ¿Qué significa que Dios me amó tanto que entregó a su Hijo por mí?
• Jesús no vino a condenar, sino a salvar. ¿Yo a veces me siento más juzgado o más amado por Dios?
• ¿Cómo cambia mi forma de ver a los demás cuando pienso que Dios también los ama así?
¿Aún creemos que el mundo puede salvarse por Cristo? ¿Estamos anunciando este amor con nuestras vidas?
Oración:
Señor, ven y muéstrame tu Cruz,
muéstrame tu Cruz y Sálvame.
Ayúdame a aceptar mi cruz y a abrazarla como tu abrazaste la tuya …
y cuando me caiga, envíame un Cirineo …
para que pueda ayudarme a cargarla de nuevo y seguir en camino hacia ti. Amén.
En silencio: • Imaginamos el corazón de Dios que late de amor por el mundo. • Me dejo mirar por Jesús en la cruz que ama sin condiciones.
A lo largo de la semana repito:
Tanto me ama Dios
Me comprometo:
Me propongo hacer el esfuerzo de mantener siempre presente la Cruz de Cristo. De hacer su cruz visible en mi vida, en mi cuarto, mi escritorio, mi coche, en los lugares que pueda ubicarla. De ver lo “tanto que Dios nos amó y ama a través de tu Cruz, Señor. De mantenerla presente siempre como recordatorio de que yo también estoy invitado a aceptar mi cruz (mis cruces), y seguir en camino hacia la salvación.
• Esta semana, en lugar de criticar o juzgar, voy a buscar salvar/ayudar a alguien con una palabra de ánimo o un gesto concreto.
• Poner un recordatorio en el teléfono que diga: “Dios me ama y me salva”.
2. Aprende y colorea:
DINÁMICA:
Materiales • Papeles rojos en forma de corazón (1 por persona). • Papeles oscuros/negros (1 por persona). • Cinta adhesiva.
• Una cruz (puede ser de madera, cartón o hecha en el piso con cinta).
Desarrollo 1. Introducción
El animador lee el texto de Juan 3, 13-17. Explica: muchas veces pensamos que Dios nos juzga y condena, pero en realidad nos salva y nos da vida eterna.
2. Primera parte: el peso del juicio • Cada niño/a recibe un papel negro.
• Escribe allí algo que siente como “juicio” o "carga": una crítica, una inseguridad, un error, un miedo.
• Luego lo pega en su pecho.
3. Segunda parte: el amor que salva
• El animador dice: “Dios no nos quiere ver así, llenos de juicios, sino que nos regala su amor”.
• Se entrega a cada uno un corazón rojo. En él escriben su nombre y una palabra que los haga sentir amados (ej: alegría, confianza, amistad, paz).
4. Tercer paso: el intercambio • En silencio, los chicos caminan hasta la cruz. • Allí dejan pegado su papel negro (sus juicios) y se ponen el corazón rojo en el pecho.
• El animador recuerda: “Así como la cruz se levantó, Dios nos da vida nueva en Jesús. Ya no cargamos condena, sino amor”.
5. Realizamos: • Breve momento de silencio con música suave. • Oración en grupo:
Desde ayer es ya SAN CARLO ACUTIS (1991-2006), "EL CIBERAPÓSTOL DE LA EUCARISTÍA". Fue canonizado junto a SANPIER GIORGIO FRASSATI (1901-1925), conocido como "EL HOMBRE DE LAS BIENAVENTURANZAS", En el Vaticano. Han sido las primeras canonizaciones del Papa León XIV.
Os dejamos la celebración de la Canonización que transmitió la 13tv desde la Plaza de San Pedro:
HOMILÍA DEL PAPA LEÓN XIV:
Queridos hermanos y hermanas:
En la primera lectura hemos escuchado una pregunta: "[Señor,] ¿y quién habría conocido tu voluntad si tú mismo no hubieras dado la Sabiduría y enviado desde lo alto tu santo espíritu?" (Sab 9,17). La hemos oído después de que dos jóvenes beatos, Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, fueran proclamados santos, y eso es providencial. En el libro de la Sabiduría, esta pregunta está atribuida precisamente a un joven como ellos: el rey Salomón. Cuando murió David, su padre, él se dio cuenta de que disponía de muchas cosas: el poder, la riqueza, la salud, la juventud, la belleza, el reino. Pero esta gran abundancia de medios le había hecho surgir una pregunta en su corazón: “¿Qué debo hacer para que nada se pierda?
Y había entendido que el único camino para encontrar una respuesta era pedir a Dios un don aún mayor: su Sabiduría, para poder conocer sus proyectos y adherir a ellos fielmente. Se dio cuenta, en efecto, que de ese modo todas las cosas encontrarían su lugar en el gran designio del Señor. Sí, porque el riesgo más grande de la vida es desaprovecharla fuera del proyecto de Dios.
También Jesús, en el Evangelio, nos habla de un proyecto al que adherir hasta el final. Dice: "El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo" (Lc 14,27); y agrega: "cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo" (v. 33). Es decir, nos llama a lanzarnos sin vacilar a la aventura que Él nos propone, con la inteligencia y la fuerza que vienen de su Espíritu y que podemos acoger en la medida en que nos despojamos de nosotros mismos, de las cosas y de las ideas a las que estamos apegados, para ponernos a la escucha de su palabra.
Muchos jóvenes, a lo largo de los siglos, tuvieron que afrontar este momento decisivo de la vida. Pensemos en san Francisco de Asís: como Salomón, también él era joven y rico, y estaba sediento de gloria y de fama. Por eso partió a la guerra, esperando ser nombrado “caballero” y revestirse de honores. Pero Jesús se le apareció en el camino y le hizo reflexionar sobre lo que estaba haciendo. Vuelto en sí, dirigió a Dios una pregunta sencilla: "Señor, ¿Qué quieres que haga?".[1] Y a partir de allí, volviendo sobre sus pasos, comenzó a escribir una historia diferente: la maravillosa historia de santidad que todos conocemos, despojándose de todo para seguir al Señor (cf. Lc 14,33), viviendo en pobreza y prefiriendo el amor a los hermanos, especialmente a los más débiles y pequeños, al oro, a la plata y a las telas preciosas de su padre.
¡Y cuántos otros santos y santas podríamos recordar! A veces nosotros los representamos como grandes personajes, olvidando que para ellos todo comenzó cuando, aún jóvenes, respondieron “sí” a Dios y se entregaron a Él plenamente, sin guardar nada para sí. A este respecto, san Agustín cuenta que, en el "nudo tortuosísimo y enredadísimo" de su vida, una voz, en lo profundo, le decía: "Sólo a ti quiero". Y, de esa manera, Dios le dio una nueva dirección, un nuevo camino, una nueva lógica, donde nada de su existencia estuvo perdido.
En este marco, contemplamos hoy a san Pier Giorgio Frassati y a san Carlo Acutis: un joven de principios del siglo XX y un adolescente de nuestros días, ambos enamorados de Jesús y dispuestos a dar todo por Él. Fuente: ACI prensa.com
Jesús un día que caminaba con sus discípulos, les dijo: "Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre, y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, no puede ser mi discípulo". Jesús no quiere seguidores a medias, sino amigos decididos. Seguirlo significa ponerlo en el centro de la vida, incluso cuando cuesta. No se trata de odiar a la familia o de no disfrutar las cosas, sino de darle a Jesús el primer lugar.
PARA VIVIR:
¿Qué nos quiere decir Jesús con estos ejemplos? Que cada uno de nosotros debe construir su propia vida y debe calcular sus propias fuerzas. Si alguien proyecta seguir a Jesús, debe abandonarlo todo y fiarse únicamente de Èl. Por eso, si alguien quiere ser discípulo de Jesús debe renunciar a todos sus bienes.
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
Contesta:
- ¿Qué les dijo Jesús a los discípulos cuando caminaba con ellos?
- En el seguimiento de Jesús, ¿A quién debemos seguir, cargando con la cruz?
- ¿Qué nos dice Jesús respecto de los proyectos que hacemos?
- ¿Para ser discípulo de Jesús, qué se necesita?
El texto:
En este Evangelio Jesús les deja bastante claro a todos cuánto le seguían, que seguirlo a Él no es simplemente decir que si y caminar junto a Él, si no, que para seguirlo debemos dejar todo lo que somos, familia y cercanos. SEGUIR A JESÚS ES UNA OPCIÓN DE VIDA: Les dice que para seguirlo a Él, hay que pensarlo bien, para poder renunciar a lo que tenemos y lo que somos, y no hacerlo sin renunciar, pues no sería un Seguimiento Fiel y Verdadero.
• ¿Qué frase te llamó más la atención? • ¿Por qué crees que Jesús pide tanto para seguirlo?
Reflexión:
Siento que Jesús se siente bien y complacido de que le sigamos, que busquemos de Él, pero no quiere que lo hagamos por hacerlo, si no, que lo hagamos de corazón, que nos entreguemos a una vida que busque cada vez más de Él, siguiendo sus pasos verdaderamente, inspirados en su ejemplo, su caminar, y sus acciones del día a día.
Jesús quiere que entendamos que no hacemos nada siguiéndolo de palabras, más bien, que la Gracia de seguirlo y de estar junto a Él, solo se recibe una vez hemos dejado nuestra vida pasada atrás.
Esto es todo para que nos preparemos correctamente a seguirlo. Jesús nos explica que es algo que debemos pensar, preparar y luego, realizar.
Está lectura me hace preguntarme:
• ¿Qué “cruz” me cuesta cargar hoy como joven (estudios, amistades, problemas en casa, inseguridades)? • ¿Qué cosas a veces pongo primero antes que a Jesús (celular, redes, amigos, hobbies…)? • ¿Qué significa para mí seguir a Jesús de verdad?
Oración:
Señor, ayúdame a entender
cuáles cosas debo dejar atrás en mi vida
para poder acercarme más a ti.
Ayúdame a saber acercarme más a ti,
a entregarme más al verdadero camino,
que eres Tú.
Gracias Señor, por decirme claramente
de qué manera debo seguirte
y cual debe ser mi camino. Amén.
Interiorizo La Palabra de Dios:
“El que no renuncia a todo lo que tiene, no podrá ser discípulo mío”.
“El que no carga con su propia cruz para seguirme, no puede ser discípulo mío”
Imagina a Jesús caminando delante de ti y diciéndote: “¿Vienes conmigo?”. Guarda silencio unos minutos, respira profundo y en tu interior responde con tu corazón.
- A lo largo de la semana voy a pensar en una cosa concreta que puedo dejar o cambiar para acercarme más a Jesús (menos redes, más oración, ayudar en casa, escuchar a un amigo, etc.).
- Descubrir las cosas que forman parte de mí que debo dejar atrás.
- Demostrar con mis acciones que verdaderamente he dejado atrás todo eso que no me permite seguir a Jesús completamente.
- Estar dispuesto a escuchar y responder el llamado que Jesús me hace, pues ese es el verdadero seguimiento que debo llevar.
2. Aprende y colorea:
Busca en la sopa de letras
quince palabras que expresan
seguimiento de Jesús y compromiso
Dibuja tu “cruz” en una hoja
(poniendo dentro las cosas que más te cuestan)
y luego ofrecerla en oración.
3. Ve el vídeo "Perder para ganar" Después coméntalo con tus padres y catequistas:4. Realiza el puzzle: