MEDITAMOS:
La parábola que hemos escuchado, en este Evangelio, es muy importante; parece que Jesús estuviera de cuerpo presente en nuestra realidad de hoy. Tal vez vosotros, por ser aún pequeños, no tenéis un apego tan grande a las riquezas y a la comodidad como el hombre de la parábola, sin embargo, la tentación del dinero, del poder y los placeres están muy cerca de cada uno de nosotros. Jesús ha dicho dos cosas que no podemos olvidar:
1. "el que es fiel, es decir: honrado, en las cosas pequeñas, lo será también en las cosas grandes
PARA VIVIR:
Cuando somos niños pequeños nuestros padres, maestros y catequistas nos enseñan a decir siempre la verdad, a no apropiarnos de nada que no nos pertenezca, a respetar la vida y a las personas, a ser responsables pero, muchas veces nos rebelamos y creemos que esas son tonterías que es mejor obrar como nos sugieren ciertos programas de TV o lo que nos dicen algunos que tenemos por amigos.
Si en nuestra conciencia van creciendo la honradez, la verdad, la responsabilidad y el respeto, porque en nuestro corazón el primer lugar lo ocupa Dios, seremos capaces de vencer las tentaciones y seremos honrados, sinceros, respetuosos y responsables. Mucha gente no ha recibido una buena formación en su niñez pero ha aprendido después que sin esos valores no se puede construir un mundo en paz, en solidaridad y en equilibrio. ¿De dónde salen los asesinatos, los robos, el narcotráfico, el terrorismo, etc., sino de corazones en donde Dios no tiene el primer lugar?
Dios, Padre nuestro:
Gracias por darme a mi familia,
amigos, talentos y cualidades...
Ayúdame a encontrarte
en todas las cosas que pasan en mi vida,
sabiendo que caminas a mi lado.
Ayúdame a ser desprendido
de las cosas materiales,
a disfrutar de la familia y los amigos;
A ser solidario/a y compartir. Amén.
Cantamos "Huracán"
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
- Contesta:
- El texto:
- Reflexión:
- Oración:
- Interiorizo La Palabra de Dios:
- Me comprometo:
- ¿Qué parábola contó Jesús a sus discípulos?
- ¿Qué hacía el hombre de la Parábola?
- ¿Cómo va ganándose a los deudores de su patrón?
- ¿Cuándo el patrón se dio cuenta, ¿Qué es lo que dijo?
- ¿Qué descubrimos en el corazón del personaje de la parábola, por su manera de obrar?- ¿Qué explicación da Jesús sobre los hijos de este mundo? ¿Qué deberíamos aprender?
- ¿Cómo se refiere Jesús a la fidelidad? ¿Qué dice Jesús respecto a la fidelidad en lo que se nos encomienda? ¿Por qué, dice Jesús, no se puede servir a dos señores?
- ¿Cómo termina el texto? ¿Cuál es la frase o la idea principal que quiso dejar Jesús?
El mayordomo de la parábola en Lucas fue acusado de derrochar la propiedad de su patrón (se usa el mismo verbo para derrochar en la parábola del hijo pródigo en Lc 15:13). No queda claro si el mayordomo estaba renunciando a su comisión cuando reducía lo que se le debía a su patrón, o si estaba derrochando aún más la propiedad de su amo (a lo que se refiere dos veces), que parece más verosímil. En cualquier caso, es su actitud atrevida y extravagante hacia las riquezas, una suerte de desapego, si se quiere, lo que alaba Jesús, y hasta el mismo patrón. Hace falta imaginación y valor en este mundo: la riqueza y el dinero deben usarse con creatividad para el bien de los demás, especialmente los más pobres. ¡Cuánta ingenuidad no tenemos para asuntos militares y para lo que nos interesa, y cuán poco para alimentar y educar a los más necesitados! Debemos ser fieles en todo. Pero esto significa servir a Dios con un corazón no dividido. Y el competidor más grande que tiene Dios, llamado aquí por nombre en un caso único, es “mamón” (el nombre de una divinidad pagana y obviamente este mal uso del dinero es una idolatría), la palabra aramea que usaba Jesús para la riqueza, la propiedad y la ganancia. En los evangelios siempre tiene un significado negativo, como es el caso en los demás escritos de la época.
1. Jesús pone un ejemplo de un administrador infiel, pero que era astuto. ¿Podría yo ser un administrador de las cosas de Dios como este de la parábola?
2. ¿Hasta qué punto mi fidelidad a Dios me lleva a ser recto en todo momento, aún cuando no quede bien ante los demás?
3. ¿Trato de usar la astucia para ser un discípulo misionero?
4. Finalmente Jesús habla de las amistades que se hace ganar este administrador. ¿Qué tan sincera es mi amistad para las otras personas? ¿Lo amo, lo respeto, lo cuido por lo que es, o por lo que tiene?
5. ¿Brindo mi amistad a los demás lo que yo soy, o por lo que tengo o represento? ¿Cuál es mi carta de presentación para con los otros? ¿Qué reconocimiento espero?
6. Realmente ¿construyo amistades cristianas y verdaderas o simplemente compañías pasajeras?
7. ¿Cuál es mi verdadero interés para seguir? ¿nos vemos reflejados en el texto? ¿Dónde estoy buscando mi felicidad? ¿En las cosas momentáneas, en personas y amistades momentáneas?
8. ¿Busco en mis amistades a aquellos con los que realmente puedo construir un puente que me lleven al encuentro y seguimiento de Jesús y de allí al Padre?
9. ¿Cuántas riquezas mal elegidas puedo encontrar en mi vida, que usé también para comprar cariño, respeto y admiración de otras personas?
Dio, Padre nuestro,
tú eres el primero
en el corazón de cada uno de nosotros.
Deseamos que sea así siempre, con tu ayuda.
Te pedimos por la gente que ha puesto su corazón
en algo distinto a ti y por aquellos
que han dedicado su vida a la violencia,
a sembrar el miedo, la desunión y la destrucción.
Ten compasión de tantas víctimas que mueren cada día.
Perdona tanto orgullo que impide
que tu reino de amor se instale en el mundo. Amén.
Cantamos "¿Para quién soy yo?
Repetimos varias veces:
«No pueden servir a Dios y al dinero»
(Versículos 13)
Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.
En lo personal, me propongo hacer un verdadero análisis de conciencia. Ver cuántas veces uso mal los bienes que administro. Cuántas veces quiero cambiar cariño, respeto y admiración por intercambio de cosas. Y también preguntarse por la fidelidad al Señor. ¿Qué me pide el Señor que cambie en mi vida? Propongo algo concreto.
Con tu grupo, proponerse una actividad que pueda mostrar claramente las diferencias en donde buscamos la felicidad entre Dios y el dinero. Y poder hacer algo externo para presentar a los otros miembros de la comunidad nuestro deseo de cambio, y ofrecerles a otros también la posibilidad de cambiar.
- Esta semana piensa en un talento tuyo (dibujar, escuchar, hacer reír, estudiar, ayudar…) y úsalo al servicio de alguien.
- Un pequeño gesto concreto: compartir algo, ayudar en casa sin que te lo pidan, dedicar tiempo a alguien solo.
Juego: “¿A quién sirves?”
• En el salón, coloca dos carteles en esquinas opuestas: DIOS y DINERO.
• Lee frases de la vida diaria, y que los adolescentes corran al cartel que les parezca más relacionado.
Ejemplos:
• “Compartir tu merienda con un compañero.” (Dios)
• “Comprar lo último en ropa para que te vean.” (Dinero)
• “Dedicar tiempo a un amigo triste.” (Dios)
• “Estar siempre pegado al celular y no hablar con la familia.” (Dinero)
• Diálogo final: ¿Qué aprendimos? ¿Es fácil reconocer a quién servimos con nuestras decisiones?
Cantamos "Tu amor me levanta"
¡GRACIAS JESÚS
POR ACOMPAÑARME SIEMPRE!
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