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MEDITAMOS:
Mis ovejas escuchan mi voz: Jesús dice que sus ovejas le escuchan. Es una buena oportunidad para pensar si de verdad escuchamos a Jesús, si tenemos en cuenta en lo que hacemos en nuestras vidas lo que Jesús nos dice.
Yo las conozco: Jesús dice que nos conoce a cada uno de nosotros. ¡Qué bonito es darse cuenta de que Jesús sabe de todos nosotros de forma personal, nos conoce a cada uno de nosotros!
Yo les doy la vida eterna: Jesús nos vuelve a recordar su muerte y resurrección por nosotros. No quiere que nunca olvidemos la verdadera razón de ser cristianos. No somos cristianos porque Jesús hubiese sido un hombre majo, sino porque es el Hijo de Dios y entregó su vida por nosotros.
Mi Padre es más que todas las cosas: nunca deja Jesús de recordarnos que a quien debemos mirar es a su Padre, que Él es el enviado de su Padre. Y que no hay nada mejor que su Padre.
Yo y el Padre somos UNO (la misma cosa): no se puede separar a Jesús de Dios. Jesús no fue un ídolo o un líder religioso o político. O un famoso. Jesús fue, es y será el Hijo de Dios y está vivo y vive entre nosotros, porque resucitó y venció a la muerte. Así todos nosotros podemos liberarnos de las cosas que nos pueden hacer caer en hacer cosas que hacen daño a los demás y que sabemos que no están bien.
PARA VIVIR: Jesús compara a los cristianos con un rebaño. Somos ovejas del Buen Pastor que es Jesús.
Jesús es presentado por los primeros cristianos como un Pastor Bueno. Y lo es porque nos conoce, nos quiere, le seguimos y apreciamos su voz. Es más, sabemos que dio su vida por nosotros, y que allí donde vayamos, nos acompañará. Es un Pastor Bueno, porque se desvive por sus ovejas.
- ¿Recuerdas algo que hayas realizado con tu Parroquia y con el Pastor de tu comunidad parroquial?
Gracias Jesús amigo,
por ser un Pastor Bueno
que nos conoces y nos cuidas.
Ayúdame a escuchar siempre tu voz
y a no separarme de tí. Amén.
Cantamos Yo soy el Buen Pastor
ACTIVIDADES:
1. Vuelve a leer o ver el Evangelio y comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
- “La oveja que me pertenece escucha mi voz…” No es fácil escuchar: nos distraemos por las cosas a nuestro alrededor, o nos enfocamos tanto en lo que queremos decir, que es difícil tener la apertura para escuchar a otras personas. También eso requiere tiempo y yo puedo estar con prisa. ¿Hay personas a quienes debo dar mi tiempo para escucharlas?
- Todo esto es también verdadero para escuchar a Jesús. Dios ha dispuesto para que la voz de Dios esté cerca y a mano en las Escrituras. Pero eso requiere tiempo para leer, volver a leer, ponderar, meditar, de manera que la palabra de Dios penetre y se nos permita escuchar “su voz” que habla de paz, y que nos enseña y consuela. “Habla, Señor, que tu siervo/a escucha”.
- Señor, una vez más tus palabras consuelan nuestros corazones dolientes. Tú nos conoces; nos entregas tu mejor regalo, que es la vida eterna; Tú nos defenderás de cualquiera que trate de separarnos de Ti. ¿Qué más podríamos pedir?
- A mi lado está la invitación para seguirte. Pero, ¿Me considero tu seguidor/a? Mi oración diaria me ayuda a tenerte siempre a mi vista, a escuchar tu voz y a profundizar la relación que existe entre nosotros. Te agradezco por estos tiempos llenos de Gracia.
- Aquellos que se identifican con Jesús oyen su voz y llegan a conocerlo y confiar en Él. Se enamoran, deseando solo estar en relación con Él.
- Señor, gracias porque siempre me has conocido. Estoy para siempre sostenido/a por tus manos en una relación profunda e íntima. Oro por esas personas enfermas que ya no reconocen a quienes aman y por quienes son sus cuidadores/as. Sé su Buen Pastor en el valle de la oscuridad.
2. Aprende y colorear:
4. Realiza el puzzle:
5. Cantamos Nada nos separará del amor de Dios
JESÚS ES EL BUEN PASTOR
LOS CRISTIANOS SOMOS
OVEJAS DE SU REBAÑO
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