viernes, 21 de febrero de 2025

AMOR A LOS ENEMIGOS. VII DOMINGO TO-C

AMAR A TODOS Y HACER EL BIEN
 Lecturas misa AQUÍ.

Os dejamos el Evangelio según San Lucas 6, 27-38:
MEDITAMOS:
Jesús nos propone un programa que él mismo puso en práctica: el amor a los demás, a los que no nos quieren, a nuestros enemigos. Amar a los que nos quieren no requiere mucho esfuerzo y eso lo hacen hasta los pecadores. Siempre esperamos que sea la otra persona la que dé el primer paso: para el perdón, para agradecer, para tener detalles y, no es eso lo que Jesús nos dice, sino que tratemos primero a los demás como queremos que nos traten. De ahí viene el respeto, los buenos modales, la consideración con los demás. Cuando hagamos el bien no esperemos recompensas pues, si Dios sabe como hemos llevado a cabo nuestra acción, él dará la recompensa. 
PARA LA VIDA:
"La medida del amor es amar sin medida" (San Agustín). Bien lo expresa este evangelio. El que ama no juzga, ni condena, sino que perdona y se da a los otros.
Cuando alguien me ha golpeado en una mejilla y le pongo la otra, significa que debo ser una persona de paz y que debo desterrar del corazón cualquier venganza. Debemos, pues, orar por los enemigos, por los compañeros que nos hacen burla, por quienes nos forman pleito y en el fondo del corazón no maldecir a nadie sino decir: yo te bendigo, que Dios te bendiga. La medida de nuestra misericordia o amor a los demás es la misericordia y al amor que nos tiene Dios.
ORACIÓN:
Querido Jesús,
Gracias por enseñarnos tantas cosas...
a AMAR.
Ayúdanos a buscar siempre
el bien de las personas,
a valorar aquello
que tiene más importancia,
a saber perder
por el bienestar de los demás.
Danos la luz que necesitamos
para saber escoger lo mejor,
y poder amar pase lo que pase.
A pesar de los pesares, Amemos.
¡Jesús, cambia nuestra mentalidad!
que pasemos del rencor, el juicio o la condena,
a la nueva medida. Amemos.
Y esta semana recemos
con todo el cariño del mundo
por nuestro querido Papa Francisco
. Amén.
Cantamos "El amor de Dios es maravilloso"
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta:
  • - ¿Qué dice Jesús, respecto de los enemigos y de los que nos odian?
    - ¿A quienes debemos bendecir y por quienes debemos orar?
    - ¿Cómo debemos tratar a los demás?
    - ¿Cuándo hacemos el bien, debemos esperar algo a cambio?
    - ¿Cómo debe ser la misericordia que tengamos a los demás?
  • El textoEl texto resume la enseñanza de Jesús y su radicalidad: Ama a quién te hace daño, entrégate a aquellos que no tienen como retribuirte, perdona sin juzgar. Cómo trates a los demás;:’ así serás tratado. Es el modo de vida de los que siguen a Jesús.
  • Para Jesús, no basta con amar sólo a los que nos aman, es decir con esto no habría en ello mérito alguno y, sobre todo, nuestro amor no sería signo distintivo de nuestra pertenencia a Cristo: Porque hasta los pecadores aman a aquéllos que los aman. Si se hace el bien a aquéllos que nos lo hace, ¿Qué mérito tenemos?
    Nos pide además que seamos misericordiosos, como Dios es misericordioso con nosotros. Se trata de un amor que sabe perdonar porque ha experimentado el don del perdón. Ser misericordioso es una invitación que nos hace Jesús, para imitar a Dios, «que es amor misericordioso», por medio de actos de bondad, de compasión, piedad y humanidad.
    Este texto del Evangelio nos invita a que seamos como Jesús de Nazaret, que amó hasta la entrega de sí mismo, sin reservas ni intereses. Entonces, debemos preguntarnos y responder al Señor si somos capaces y si estamos dispuestos a amar hasta el extremo de nuestras propias fuerzas, sin remordimientos ni desagravios, es decir amar a todos siempre, sin exceptuar a nadie.
  • Reflexión
  • Releo el texto y comprendo que estoy muy lejos de ser cristiano. La regla es clara y muy díficil de vivir plenamente. Es muy fácil querer imponer reglas que yo mismo no soy capaz de respetar sino es con la ayuda de Dios. Y sin embargo, puedo ser un ente de reconciliación porque es Dios quien me ama primero, y me promete que la misma compasión que yo tenga para con mis hermanos, en la misma medida seré tratado al juzgar mis acciones.
  • Papa Francisco:
  • Después de la institución de los doce, Jesús bajó con sus discípulos a donde una muchedumbre lo esperaba para escucharlo y hacerse sanar. La llamada de Jesús a los apóstoles va acompañada de este «ponerse en marcha» hacia la llanura, hacia el encuentro de una muchedumbre que, como dice el texto del Evangelio, estaba «atormentada». La elección, en vez de mantenerlos en lo alto del monte, en su cumbre, los lleva al corazón de la multitud, los pone en medio de sus tormentos, en el llano de sus vidas. (Papa Francisco)
    El Señor les hace plasmar su vocación en lo concreto, en lo cotidiano de la vida, con cuatro acciones que darán forma y harán tangible el camino del discípulo…: amen, hagan el bien, bendigan y rueguen. Son acciones que fácilmente realizamos con nuestros amigos, con las personas más o menos cercanas, cercanas en el afecto, en la idiosincrasia, en las costumbres. (Papa Francisco)
    El problema surge cuando Jesús nos presenta los destinatarios de estas acciones: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman… Jesús nos dice que al enemigo, al que te odia, al que te maldice o difama: ámalo, hazle el bien, bendícelo y ruega por él. (Papa Francisco)
    Nos encontramos frente a una de las características más propias del mensaje de Jesús, allí donde esconde su fuerza y su secreto; allí radica la fuente de nuestra alegría, la potencia de nuestro andar y el anuncio de la buena nueva. El enemigo es alguien a quien debo amar. En el corazón de Dios no hay enemigos, Dios tiene hijos. Nosotros levantamos muros, construimos barreras y clasificamos a las personas. Dios tiene hijos. (Papa Francisco)
    Nuestro Padre no espera a amar al mundo cuando seamos buenos, no espera a amarnos cuando seamos menos injustos o perfectos; nos ama porque eligió amarnos, nos ama porque nos ha dado el estatuto de hijos… El amor incondicionado del Padre para con todos ha sido, y es, verdadera exigencia de conversión para nuestro pobre corazón que tiende a juzgar, dividir, oponer y condenar. (Papa Francisco)
    Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento se siembran por el crecimiento de enemistad entre los pueblos, entre nosotros, dentro de nuestras comunidades, de nuestros encuentros. El virus de la polarización y la enemistad se nos cuela en nuestras formas de pensar, de sentir y de actuar. (Papa Francisco)
    Jesús no deja de «bajar del monte», no deja de querer insertarnos en la encrucijada de nuestra historia para anunciar el Evangelio de la Misericordia. Jesús nos sigue llamando y enviando al «llano», seguimos siendo invitados a abrir nuestros ojos para mirar las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de su dignidad, privados en su dignidad. (Papa Francisco)
  • Oración
  • Señor, te doy gracias por ser mi amigo,
    porque me amas y quieres que te siga.
    Señor tú conoces mi debilidad
    y la dureza de mi corazón.
    Ten compasión de mi
    y dame la capacidad de ser compasivo
    y misericordioso con aquellos que me agravian
    así como tú lo eres conmigo…
    Señor Jesús, enséñame a perdonar. Amén.
  • Interiorizo la Palabra de Dios
  • A lo largo de toda la semana  intentaré prolongar mi oración repartiendo la frase corta: 
    » Enséñame Señor a perdonar…»

    Contempla el lugar, métete en la escena… Mira a Jesús, escúchalo…, déjalo entrar en tu vida… La misericordia y la compasión, son actitudes que te llevan a anunciar todo lo que «has visto y oído», todo lo que el Señor ha hecho contigo en tu vida no te lo puedes guardar…
    El amor que te propone Jesús: no es vengativo: no paga mal por mal, responde al mal con el bien. No juzga ni condena: está listo para perdonar siempre y dar el perdón con alegría. Es gratuito y generoso: porque no espera recompensa.
    «¿Qué estás haciendo de extraordinario?». Jesús te invita a vivir la vida, que muchas veces se considera ordinaria, de una manera extraordinaria, a vivir, no con un amor limitado o en tu zona de confort, sino con un amor que libera, que siempre va más allá… Te invita a amar como Él ama.

    Hacer el bien a quien nos hace mal, es lo propio del discípulo de Jesús, que quiere ANUNCIAR que otro mundo es posible, que conocer a Jesús es vivir con una mirada de acogida incondicional, de perdón, de confianza y de entrega a su amor que va más allá de nuestra lógica humana.
    Jesús propone el perdón siempre… Jesús perdonó al que le dio la bofetada… El amor generoso, la misericordia del Padre manifestada hacia nosotros en Jesús, nos ha de llevar a ser siempre instrumentos de amor, paz y perdón…
    En tu vida diaria te encuentras con personas que consideras poco simpáticas, pesadas, que te han ofendido… ¿Cómo es tu actitud frente a esas personas?, ¿las tratas con frialdad, las evitas…? Jesús te propone vivir y dar vida desde la gratuidad, es decir, hacer el bien sin buscar nada a cambio.
  • Me comprometo
  • Me propongo acercarme, primeramente a quienes he ofendido. Sin crear expectativas, en silencio, daré el primer paso, elr segundo, y todos los pasos necesarios para alcanzar la reconciliación, vivir sin juzgar a los demás y cultivando la misericordia sobre todo con los más débiles que yo.

    En nuestra sociedad, amamos a los que nos aman; hacemos el bien a quienes nos lo hacen y prestamos a quienes sabemos nos lo van a devolver. Obrando así, ¿Qué es lo que te distingue de los que no tienen fe?
    La vida cristiana es una vida que sale de sí misma para darse a los otros. Es un don, es amor, y el amor no vuelve sobre sí mismo, no es egoísta: se da.
    Te invito a que hagas un rato de oración, por esa persona con la que te cuesta relacionarte, que no soportas, que te cuesta amar, que te lastimó…. Y pide a Jesús por ella y que te ayude a amarla.
    Transforma los problemas y conflictos en oportunidades para crecer en confianza en la providencia de Dios.
    Adelántate a hacer el bien, para despertar en el corazón de otros sentimientos de perdón, de entrega, de generosidad, de paz…
    «Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica». Tienes muchas formas de actuar en cristiano. No te detengas, ya sabes la respuesta de Jesús. «pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».
    Pide al Señor que te dé valor para saber superar y perdonar de verdad como Él supo hacerlo y así ser mensajero de esperanza, de paz, de amor para nuestro mundo.
2. Aprende y colorea: 

3. Ve el vídeo "Dar color a la vida" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Realiza el puzzle:
¡ SIEMPRE, SIEMPRE
HACED EL BIEN...!

sábado, 15 de febrero de 2025

¡BIENAVENTURADOS LOS POBRES, AY DE VOSOTROS LOS RICOS! VI DOMINGO TO-C

 
Lecturas misa AQUÍ.

Os dejamos el Evangelio según San Lucas 6, 17. 20-26:
MEDITAMOS: DICHOSOS..., FELICES...
Escuchamos que Jesús repitió varias veces la palabra “dichosos”, refiriéndose a aquellas personas que tienen el corazón desprendido de las riquezas y que sufren porque por no tener nada, son despreciados, para éstos será el reino de los cielos, por eso serán dichosos. Los que tienen hambre: hambre de pan, de justicia, de amor, de ser tenidos como personas, éstos serán saciados por Dios y por eso serán dichosos. Los que lloran, ¿por qué llora una persona? Porque está afligida, porque necesita el perdón, porque se compadece del dolor de los hermanos maltratados, serán dichosos y reirán. Dichoso el que es perseguido, injuriado, excluido y maldecido por causa de su amor a Jesús, su recompensa será grande en los cielos, porque ha sido testigo y ha sido fiel. 
Jesús, también dice: “¡Ay de los ricos, ay de los satisfechos, ay de los que ahora ríen, ay de los que son tenidos por buenos y todo el mundo los alaba!” porque han buscado en este mundo su propia felicidad sin tener en cuenta las necesidades de sus hermanos. 
PARA VIVIR
Jesús nos dice todo esto porque somos capaces de entenderlo y a la vez, nos invita a salir del egoísmo, del amor a las riquezas y al poder y a cuanto nos puede separar del amor de Dios. 
Jesús nos enseña una nueva forma de vida, escogiendo como “Bienaventurados, Dichosos”, a quienes lo escuchan, y de manera especial a los pobres y a los que sufren. Y por otra parte, descarta en el Reino de Dios, a aquellos que persiguen y excluyen de sus vidas a los que son contrarios a su modo de pensar y de vivir.
ORACIÓN:
Dios mío,
te damos las gracias
por el mensaje 
que hoy hemos recibido, 
porque nos amas y ayudas, 
porque esperas y deseas 
que todos vayamos 
a ese lugar de Dicha 
que no tiene fin. 
Queremos pedirte para que, 
en el corazón de los hombres 
donde nacen los odios y las guerras, 
las injusticias y el egoísmo, 
germinen las semillas de la paz 
y del amor, del perdón y del compartir. Amén.
Para los más pequeños "Las Bienaventuranzas"
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta
  • - ¿Qué quería decir Jesús con la expresión: “dichosos”, “felices”?
    - ¿Qué recompensa tendremos si somos perseguidos por causa de Jesús?
    - Cuando Jesús dice: ¡Ay de vosotros...! ¿A quienes se refería?
  • El texto: A través del decálogo de la Bienaventuranzass, Jesús nos trae un proyecto de vida completo  y nos enseña a no victimizarnos. Lo importante no es lo que el mundo nos pueda ofrecer. Lo que debemos buscar es el reino de Dios, y no dejarse desanimar por las adversidades de la vida cotidiana.
    Cada bienaventuranza comienza con («Bienaventurados o Felices…»), que es la dicha que es suficiente en sí misma, completa y la primera experiencia de la vida eterna. En su conjunto, describen el espíritu de aquél que vive en la Persona de Cristo. 
  • ReflexiónJesús trae la buena noticia a los pobres, a los que sufren, a los que lloran, a los necesitados… Todos ellos son proclamados felices y se les anuncia que su situación cambiará radicalmente y participarán en el gozo pleno del Reino de Dios. No se dice que sean felices porque su comportamiento es mejor que el de otras personas, sino porque reciben la misericordia de Dios, que siempre está al lado de los maltratados y oprimidos. Ellos son los destinatarios de la predilección divina: así lo habían recordado a menudo los profetas de Israel, y en Jesús este anuncio se hace realidad. Propiamente, las bienaventuranzas son ocho, como indica la inclusión (es decir, la repetición de una misma frase para marcar el inicio y el final de una sección) entre la primera y la octava a propósito del Reino de los cielos. La última bienaventuranza tiene una ampliación que se aplica directamente a los discípulos, invitados a alegrarse cuando sufran persecuciones. Y es que las Bienaventuranzas, que son ante todo un anuncio gozoso, contienen a la vez un programa de vida radical y exigente, modelado sobre el ejemplo de Jesús mismo, que puede conllevar incomprensiones y violencias para quienes lo pongan en práctica.   ¿Y a tí, qué te dice? ¿Qué ven los demás en los cristianos, cuando nos ven vivir y morir, gozar, trabajar, sufrir y reír… ? 
  • Si miramos a nuestro mundo vemos gentes que son pobres, que pasan hambre, que sufren, que son excluidos y proscritos… y a nadie se nos ocurre llamarlos dichosos ni tampoco ellos mismos se sienten como tales. Por el contrario vemos gente rica, que disfruta de todas las comodidades posibles y goza el momento presente como si poseyera el mayor tesoro, y todo los miramos con cierta envidia y los calificamos como gente con suerte.
  • Papa Francisco
  • « Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos » Lucas no habla de una pobreza «de espíritu» sino de ser «pobres» a secas, y así nos invita también a una existencia austera y despojada. De ese modo, nos convoca a compartir la vida de los más necesitados, la vida que llevaron los Apóstoles, y en definitiva a configurarnos con Jesús, que «siendo rico se hizo pobre». Ser pobre en el corazón, esto es santidad. 
    « Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados » Tal justicia empieza por hacerse realidad en la vida de cada uno siendo justo en las propias decisiones, y luego se expresa buscando la justicia para los pobres y débiles. … olvidamos que se manifiesta especialmente en la justicia con los desamparados: «Buscad la justicia, socorred al oprimido, proteged el derecho del huérfano, defended a la viuda». Buscar la justicia con hambre y sed, esto es santidad.
    « Felices los que lloran, porque ellos serán consolados » La persona que… se deja traspasar por el dolor y llora en su corazón, es capaz de tocar las profundidades de la vida y de ser auténticamente feliz. Esa persona es consolada con el consuelo de Jesús y no con el del mundo. Así puede atreverse a compartir el sufrimiento ajeno y deja de huir de las situaciones dolorosas. De ese modo encuentra que la vida tiene sentido socorriendo al otro en su dolor, comprendiendo la angustia ajena, aliviando a los demás. Saber llorar con los demás, esto es santidad. 
    « Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos » Si no queremos sumergirnos en una oscura mediocridad no pretendamos una vida cómoda, porque «quien quiera salvar su vida la perderá». …. Las persecuciones …hoy también las sufrimos, sea de manera cruenta, como tantos mártires contemporáneos, o de un modo más sutil, a través de calumnias y falsedades. …Otras veces se trata de burlas que intentan desfigurar nuestra fe y hacernos pasar como seres ridículos. Aceptar cada día el camino del Evangelio aunque nos traiga problemas, esto es santidad. 
    Los triunfos pasajeros y los elogios fáciles no suelen tener consistencia, ya que los intereses y la conveniencia privan sobre la verdad y el genuino amor. ¡Ay de vosotros, los ricos, los satisfechos, los que ahora reís, los que estáis saciados! Todo esto es pura apariencia, vida sin sentido. Es preciso trabajar, luchar, esforzarse para conseguir los valores del reino.
  • Oración
  • Gracias Señor, 
    porque siempre tienes las palabras sencillas 
    pero claves para recordarme 
    que tu siempre estarás del lado de los que sufren, 
    de los que pasan hambre, de los pobres y oprimidos, 
    gracias por recordarme lo importante que es la oración, 
    una oración en sintonía con nuestro padre 
    te pido que nunca se apague en mi 
    la sed de buscar primero el reino de Dios

    Me pongo en tus manos y te pido que me guíes por el camino correcto siempre.
     Continúa tu oración personal ... ¿Qué le dices a Jesús?
  • Interiorizo la Palabra de Dios
  • Alégrense ese día y salten de gozo, 
    porque su recompensa será grande en el cielo.
    Jesús «levantando los ojos hacia sus discípulos» les dijo: BIENAVENTURADOS… Son bienaventurados porque siguen a Jesús, porque lo escuchan con atención, porque están atentos a su manera de vivir, porque guardan en su mente y en su corazón sus palabras, porque lo han dejado todo para seguir sus pasos, porque esperan un nuevo reino…
    Dichosos los pobres. Los que se sienten pequeños, los que se conforman con lo que tienen, los que no buscan almacenar para poseer. Su tesoro está en el cielo.
    Dichosos los que tienen hambre. Hambre de amor, hambre de pan, hambre de hogar, hambre de felicidad, hambre de Dios… Sólo Dios puede saciarlos.
    Dichosos los que ahora lloran. Lloran al ver la situación de nuestro mundo, al observar las injusticias sociales, al captar como el pecado contamina los dominios de la bondad.
    Dichosos vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame. Es el pago a la bondad, al amor desinteresado, a la entrega sin condiciones. Así fue con Jesús, con los profetas, con los santos.
  • Me comprometo
  • Vuelve a leer el Evangelio y experimenta que el Señor te las dice a ti en persona, para que entiendas los valores auténticos del Evangelio. Pide que estos valores, proclamados por Jesús, los vayas haciendo tuyos. Vive la vida como un bienaventurado de Dios.
    Déjate alcanzar por el influjo del Evangelio y descubre la riqueza del compartir, de gozar la alegría de la entrega, de experimentar la paz en medio del desconcierto…
    Felices los pobres, felices los que tienen hambre de justicia, los que están tristes, felices los que están perseguidos… Que distinto a la escala de valores que muchas veces nos propone la sociedad en la que vivimos. Empéñate en encarnar estos valores.
    Anímate a salir de la indiferencia, a mirar a los demás con otros ojos, a ser solidario, a comprometerte, a compartir la cruz, a pedir ayuda…
    Lleva el gozo y la alegría a los que están deprimidos y trabaja para que los pobres no sean tan pobres (en lo económico, educativo, salud, derechos humanos, en la vida espiritual, etc…)
    Ayuda para que las personas que sufren… experimenten el amor de Dios con tu ayuda, apoyo, cercanía y oración.
    Me comprometo a buscar un momento de oración profunda intimidad con Dios el día de hoy.
    Me comprometo a buscar siempre primero el Reino de Dios/de amor, de paz, de justicia y de verdad).
    A obrar un pequeño milagro con ese hermano que necesita algo tan simple pero tan maravilloso como una sonrisa o un abrazo.
2. Aprende y colorea: 
3. Ve el vídeo "Testigos alegres"
4. Realiza el puzzle: 
Cantamos "Nada nos separará"
¡SEÑOR, CONFIAMOS EN TI!

domingo, 9 de febrero de 2025

DEJÁNDOLO TODO, LE SIGUIERON. V DOMINGO TO-C

Lecturas Misa Aquí

Os dejamos el Evangelio según San Lucas 5, 1-11:
MEDITAMOS:
 "La pesca milagrosa"
Esta pesca, de la cual nos habla el Evangelio, la denominamos “la pesca milagrosa”. Jesús, una vez más, les hace ver a los discípulos que, si confían en El los resultados de la tarea emprendida rebasará las previsiones. Nosotros aprendemos de los que ya aprendieron, es decir, de los discípulos. 
PARA LA VIDA:
Hoy nosotros somos sus Discípulos. También, nosotros, tenemos la experiencia de haber obtenido muchos buenos frutos por haber confiado en Jesús. Los resultados de la misión no nos deben importar tanto, pues muchas veces, pasarán años y años hasta ver organizada una comunidad cristiana en la que bastantes misioneros trabajaron y hasta dieron su propia vida. Jesús, lo que nos pide es que confiemos en El.
Jesús nos invita a continuar trabajando por El Reino.
El principal trabajo lo hace El mismo pero lo que más nos pide es que confiemos en El, en su palabra.
ORACIÓN:
Querido Jesús, 
nos reunimos cada semana
para agradecerte 
por la ayuda que nos das cada día.
Sentimos que tu amistad crece
en cada uno de nosotros. 
Tú nos escuchas y nos iluminas 
cuando tenemos que hacer algo 
o dejamos de realizar lo bueno 
que hemos prometido. 
Te pedimos aumentes esa confianza
que necesitamos tener en Ti. Amén.
Cantamos "Yo tengo un nuevo amor"
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguiente cuestiones:
  • Contesta:
  • - ¿Para qué se agolpaba la gente en torno a Jesús?
    - ¿Qué le dijo Jesús a Simón y qué le respondió éste?
    - Cuando echaron las redes en el agua, ¿qué sucedió?
    - ¿Qué les pasó a los discípulos y qué dijo Simón cuando sacaron las redes llenas de peces?
    - ¿Qué respondió Jesús a Simón?
    -¿Qué hicieron los discípulos cuando sacaron las barcas a tierra?
  • El texto
  • Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes».
    Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes».
    Piensa, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
  • Reflexión:
  • Seguimos con el Señor que es la Palabra llena de autoridad, verdad y fe, que hace verdaderos milagros. El Señor ante nuestros problemas, si estamos atentos siempre nos da muchas señales que nos indican por donde hay que navegar y echar las redes y muchas veces como Simón dudamos, y más cuando ya hemos tenido la experiencia, pero no encontramos otra forma más que seguir en el camino y tarde que temprano confirmamos que porque fuimos fieles, lo deseado llega. ¿En mis problemas estoy atento a las señales o indicaciones del Señor?, ¿Tengo la paciencia para escucharlo a través de mis hermanos?, ¿Aunque vea o perciba que quizás no encuentre solución alguna, digo «pero si tú lo dices» aquí seguiré?
    Después de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
  • Papa Francisco:  
  • «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes». Y su fe no se ve decepcionada: de hecho, las redes se llenaron de tal cantidad de peces que casi se rompían.
    Frente a este evento extraordinario, los pescadores se asombraron. Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un pecador». Ese signo prodigioso le convenció de que Jesús no es sólo un maestro formidable, cuya palabra es verdadera y poderosa, sino que Él es el Señor, es la manifestación de Dios. Y esta cercana presencia despierta en Pedro un fuerte sentido de la propia mezquindad e indignidad. 
    La respuesta de Jesús a Simón Pedro es tranquilizadora y decidida: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Y de nuevo el pescador de Galilea, poniendo su confianza en esta palabra, deja todo y sigue a Aquel que se ha convertido en su Maestro y Señor. Y así hicieron también Santiago y Juan, compañeros de trabajo de Simón. 
    La lógica que guía la misión de Jesús y la misión de la Iglesia es ir a buscar, «pescar» a los hombres y las mujeres… para restituir a todos la plena dignidad y libertad, mediante el perdón de los pecados. 
    Esto es lo esencial del cristianismo: difundir el amor regenerante y gratuito de Dios, con actitud de acogida y de misericordia hacia todos, para que cada uno puede encontrar la ternura de Dios y tener plenitud de vida. 
    El Evangelio de hoy nos interpela: ¿sabemos fiarnos verdaderamente de la palabra del Señor? ¿O nos dejamos desanimar por nuestros fracasos? Estamos llamados a confortar a cuantos se sienten pecadores e indignos frente al Señor y abatidos por los propios errores, diciéndoles las mismas palabras de Jesús: «No temas». 
  • Oración
  • Mi Señor, en medio de mis debilidades, 
    mis problemas, o cualquier otra situación en mi vida, 
    no estoy atento a tus Palabras, a tus señales, 
    a tus indicaciones, aunque ya haya pasado 
    esa misma experiencia y tu me ayudaste, 
    vuelvo a dudar, y sigo adelante con temor 
    y tu siempre con tu humildad 
    y bondad me vuelves a sorprender; 
    Señor deja en mi corazón la paciencia necesaria 
    para escucharte y hacer que mi fe 
    quede firme con tus Palabras.

    Continúa con tu oración personal.
    Cada uno expresa sus intenciones... Amén.
  • Interiorizo la palabra de Dios
  • ‘¡Apártate de mí, Señor, que soy un pecador!’. La manifestación del poder de Dios en Jesús conduce a Simón a reconocerse pecador. La verdadera experiencia de Dios conduce, no a ver los pecados de los demás, sino a reconocerse uno mismo pecador, no merecedor de la atención divina. ¡todo es Gracia!
    No temas’. Palabra típica de Jesús, por la que es reconocible. ¿Cuáles son tus miedos y temores? ¿Qué efecto tiene en los discípulos estas palabras de Jesús? Jesús parte de que Simón es pescador para lanzarle a una aventura mayor pescador de hombres. Pon a disposición de Dios lo que eres, pero ábrete a ser más, a crecer en la misión.
    Dejándolo todo, le siguieron’. La vocación (llamada) de cada uno de nosotros se ha desarrollado quizá de un modo similar, de un modo progresivo. Primero alejarse un poco de la orilla, luego llevar la barca mar adentro y luego dejarlo todo para seguir a Jesús. ¿Cómo has respondido a esa llamada? ¿Cómo sigues respondiendo? ¿Qué dejas, o no, por Jesús? ¿En qué le sigues con más decisión y en qué con no tanta? ¿Eres instrumento para que otros se decidan a hacer la experiencia de seguir a Jesús?
    «Si Tú lo dices, echaré la red»
    (Repetimos)
    «Si Tú lo dices, echaré la red»
    «Si Tú lo dices, echaré la red»
    De forma personal, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
  • Me comprometo: Sé como Pedro. Confía en Jesús y rema mar adentro
  • ‘No temas, en adelante serás pescador de hombres’. Muchas veces el miedo es un paralizante que impide el seguimiento de Jesús. Hay muchos temores e inseguridades, también angustias y desesperanzas en la vida, por eso repetir esta frase puede ayudarte a aferrarte a Jesús, sabiendo que no debes de temer porque Él siempre está contigo.
    Recuerda momentos, situaciones, personas o lugares que han sido los espacios que Jesús ha utilizado para llamarte a entrar en su escuela y ser así pescador de hombres.
    Ante todas tus adversidades por muy difíciles que sean di al Señor «Pero si tú lo dices, echaré las redes» y deja que Él actúe.
    En tus problemas está atento a las señales o indicaciones del Señor. Ten paciencia para escucharlo a través de los hermanos.
    Invita a alguien a leer el texto que acabas de orar, anima a esta persona a dejarlo todo y a ir detrás de Jesús.
    Haz una lista de aquellas circunstancias que te paralizan en tu seguimiento y reemprende el camino para que tu respuesta sea cada vez más libre y generosa.
    Ante todas nuestras adversidades por muy difíciles que sean solo digamos «Pero si tú lo dices, echaré las redes» y dejemos que el Señor actúe.
    Piensa y lleva a cabo, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
2. Aprende y colorea:
3. Ve el vídeo "Gracias mamá"
4. Celebramos el domingo de Manos Unidas
- Para la Eucaristía Dominical:
5. Realiza el puzzle:
Cantamos "Un corazón más grande"
¡GRACIAS SEÑOR, POR TU AMOR
Y POR LLAMARME A SEGUIRTE!

domingo, 2 de febrero de 2025

MIS OJOS HAN VISTO LA SALVACIÓN. IV DOMINGO TO-C


 Lecturas de Misa AQUÍ.

Os dejamos el Evangelio según San Lucas 2, 22-40
MEDITAMOS:
JESÚS CRECÍA EN SABIDURÍA, ALTURA, GRACIA Y AMOR
José y María cumplen la ley de Moisés al llevar al Niño a Jerusalén para consagrarlo al Señor. Simeón y Ana, dos personajes piadosos, advierten su presencia y su significación para la historia de la salvación. Simeón dijo que Jesús es la luz que alumbra las naciones, es un ejemplo para todo hombre que puede elevar a Dios un cántico de acción de gracias al final de su vida a modo de mirada retrospectiva. Jesús es paz y luz. Crece en sabiduría, altura, gracia y amor.
PARA LA VIDA
Como Simeón y Ana tenemos la misión de llevar su luz a los demás, esa luz que recibimos en nuestro Bautismo y que nos hace tener la misma misión que Jesús: Llevar la Buena Noticia del amor de Dios y la esperanza a todos. Creciendo en la fe y confianza en Dios.
ORACIÓN:
Querido Jesús, 
hoy te pido 
que me ayudes a confiar en ti,
que ilumines mi corazón,
aunque no siempre entienda
todo lo que me pides.
Hazme dispuesto, 
a entregarme a ti con alegría,
a llevar tu Reino de amor a todos.
Gracias, Señor, por tu amor,
por llamarme a seguirte 
y ser mi amigo. Amén.
Cantamos "Enciende una Luz"
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta:
  • ¿A qué fueron al Templo, José y María con el niño Jesús?
    ¿A quién se encontraron en el templo?
    ¿Quiénes eran Simeón y Ana? ¿Qué les dijeron?
  • El texto:
  • Lucas relata el encuentro con Simeón y su profecía en el Templo. También aquí es el carácter sacerdotal y de sacrificio lo que interesa al evangelista. El Espíritu Santo estaba en Simeón: proclama al que ahora es la "consolación de Israel", el Mesías, el "Ungido del Señor", Jesucristo. Ana, por su parte, se hace eco del cántico de Simeón, cuya acción de gracias por la llegada del Mesías es un himno litúrgico que refuerza aún más la centralidad del Templo y del culto. La espada de la que habla Simeón puede matar, pero también salvar. En este sentido, es Jesús quien va a discernir los corazones y la Virgen María es la primera cuyo corazón está lleno de fe. 
    Cuarenta días después del nacimiento, la madre debía ofrecer un rito de purificación en el Templo y según Ex 13,2.12-13 el padre debía rescatar al primogénito con una ofrenda en el Templo. En este lugar santo se relacionan con dos ancianos que representan al Pueblo de Israel, que encuentran a Aquel que será la gloria de Israel y la luz de las naciones paganas; hacia este niño converge todo el Antiguo Testamento con sus promesas y profecías. Simeón interviene primero y es un anciano que espera el “consuelo de Israel” y proclama con un cántico que ahora ya puede morir tranquilo, porque sus ojos han visto la salvación en la persona de Jesús, en el cual reconoce al Mesías. Después interviene Ana una anciana, profetisa y santa del Antiguo Testamento que encarna a los pobres de Yahvé que esperaban la salvación de Dios, ella al ver al niño proclama que la liberación ha empezado con la llegada de Jesús.
  • Reflexión:
  • El Espíritu Santo que moraba en Simeón es quien le revela el secreto de aquel Niño que se presenta al templo en brazos de su Madre, impulsado por ese Espíritu se acerca al templo. Que ese mismo Espíritu nos muestre a Jesús y lo que Dios quiere manifestarnos por medio de esta Palabra. ¿Qué es lo que Dios me está diciendo en esta lectura? ¿Qué luz nos aporta este pasaje a la realidad de nuestras familias?
    También nosotros, inmersos en el bautismo en la muerte y resurrección de Cristo, somos el templo de Dios. Estamos llamados a ofrecer nuestras vidas como un sacrificio espiritual. Como la gota de agua que el celebrante mezcla con el vino antes de la consagración, deseamos participar en la vida divina de quien ha querido compartir nuestra condición humana(Cf. Misale romanum, Ordinario de la Misa).
    Estamos llamados a "presentarnos" ante el Señor para ofrecerle nuestra vida y todo nuestro ser, porque le pertenecemos y en él encontramos nuestra felicidad. Cada vez que participamos en la Eucaristía, podemos actualizar este ofrecimiento de nosotros mismos, por ejemplo, durante la presentación de los dones (antes llamada "ofertorio"), durante la elevación, o durante la acción de gracias después de la Comunión. Toda nuestra vida puede convertirse en una "presentación al Señor": "¡Te serviré, Señor, déjame servirte!” Estamos llamados a devolverle todo a Él. Él es la verdadera luz, su Espíritu nos da el amor que está en el corazón de nuestras vidas y que podemos transmitir para dar sentido a tantas vidas: « El amor es una luz —en el fondo la única— que ilumina constantemente a un mundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar».
    ¿A qué te invita esta fiesta? ¿Tomas cada día la decisión de encontrar a Jesús? ¿Dónde y cuándo acontecen tus experiencias del Espíritu? ¿Qué sugieren para tu vida los profetas Simeón y Ana?
  • Oración:                Enséñanos a saber mirar como Tú, Dios Padre, 
  • miras el mundo
    y en él a las personas. 
    ¡Qué fácil es ver sólo en el preso un delincuente! 
    ¡Qué fácil es ver en la prostituta una mujer de mala vida! 
    ¡Qué fácil es ver en el gamberro, en el que arma bulla, 
    en el rebelde, en el que desentona… 
    una persona poco recomendable! 
    Ayúdanos a saber ver en el pobre, en el inmigrante, 
    en el vecino, en el que a diario me cruzo por la calle, 
    en el que a veces me fastidia, en el enfermo, 
    en el que tiene alguna limitación… un hijo de Dios, 
    un hermano mío. 
    Ayúdame a saber mirar la salud y la enfermedad, 
    los éxitos y fracasos, la pobreza y la riqueza, 
    la abundancia y la escasez, las alegría y las penas como Tú lo vez.
    Continúa tu oración personal a partir de este texto ................
  • Interiorizamos la Palabra de Dios
  • Simeón y Ana, se alegran del encuentro que han tenido, acogen a la Luz del mundo. Ellas reconocen que en aquel Niño la salvación de Dios se ha hecho presente en nuestro mundo.
    Para Simeón nos dice también quién es Jesús, “porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos luz para alumbrar a las naciones, y gloria de tu pueblo Israel” (30-32). Para Ana, Jesús es el libertador (38). Simeón anuncia que Jesús será como una bandera discutida, unos lo acogerán y otros lo rechazarán, y a María le anuncia que el sufrimiento les acompañará (34-35). La Salvación, el Libertador, encontrará dificultades en su vida para poder realizar su Proyecto. La cruz desde el principio toma cuerpo en la vida de Jesús, el sufrimiento aparece.
    Conclusión: se nos dice que la familia regresa a su espacio natural, al anonimato, a la vida ordinaria, a la vida oculta permaneció en la que Jesús unos treinta años viviendo como un vecino más de aquel pueblecito de Nazaret (39). Y allí “iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con Él”. (40).
    Jesús iba creciendo y robusteciéndose, 
    lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con Él
    (repetimos)
      Jesús iba creciendo y robusteciéndose, 
      lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con Él
      ...............
  • Me comprometo:
  • . Vivir la alegría del encuentro con Jesús. Compartir el gozo de Jesús con los hermanos de la comunidad. Experimentar el júbilo de hablar de Jesús a los que nos rodean. Tocar a Jesús en los hermanos que sufren. Consolar. Sembrar esperanza....
     ¿Veo en mi mundo, ahora, otras personas como Simeón y Ana? ¿Quiénes son? Jesús crece ante Dios y ante los hombres en sabiduría y en gracia junto a María y José. También nosotros estamos llamados a pedirle al Señor que nos ayude a crecer permanentemente en sabiduría y en gracia, para ser luz para los demás.  
    . Vives la EUCARISTÍA del domingo: Encuéntrate cada domingo con Jesús que se hace PRESENTE en la Misa, escucha su Palabra y llévala a los demás con alegría y esperanza.
2. Aprende y colorea:
3. Ve el Vídeo "Misión de trasmitir la Buena Noticia" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Realiza el puzzle: 

¡SEÑOR, AYÚDANOS A CRECER PERMANENTEMENTE
EN SABIDURÍA Y GRACIA!