domingo, 19 de mayo de 2024

VEN ESPÍRITU SANTO!! PENTECOSTÉS 2024


LECTURAS MISA. AQUÍ
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Secuencia de Pentecostés

Os dejamos el Evangelio según San Juan 20,19-23:
MEDITAMOS
Hoy celebramos la fiesta de Pentecostés, 50 días después de la Resurrección del Señor.
Hoy terminamos las fiestas de Pascua. El Espíritu de la Verdad es la tercera persona de la Santísima Trinidad.
Tres personas distintas un solo Dios verdadero.
Lo nombramos siempre que hacemos la señal de la cruz: » En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo»
PARA LA VIDA:
El Espíritu Santo nos da «superpoderes» para que nos podamos defender de todos los peligros, seamos buenos hijos de nuestro Padre Dios, entendamos las palabras de Jesús y no nos separemos nunca de Él. Son sus dones:


La sabiduría nos hace ver a Dios Padre y Creador en la Naturaleza y la belleza de este mundo

El Entendimiento nos ayuda a comprender lo que Jesús nos dice a cada uno de nosotros en la Biblia.

Con el superpoder de la Ciencia es como si nos pusiéramos unas gafas que nos permite ver todo lo que nos rodea; acontecimientos, familia, amigos, vecinos… como los ve Jesús.


La Fortaleza nos da las fuerzas que necesitamos para hacer el Bien y querer mucho a los demás. Cuando nos cuesta ser generosos, perdonar, o vencer la pereza para hacer los deberes, el Espíritu Santo nos ayuda con el don de la Fortaleza.

El Temor de Dios nos protege de las tentaciones del demonio y hace que nos agarremos muy fuerte de la mano de Jesús.

Cuando nuestros amigos no sepan que hacer o estén actuando mal sin saberlo, el Espíritu Santo nos enciende una luz para que les iluminemos con un buen consejo.
La piedad es el último superpoder y muy importante. es el que nos hace cuidar con mucho respeto y amor las cosas de Dios; entrar en silencio en la Iglesia, hacer la genuflexión mirando al Sagrario y saludando a Jesús, no hacer bromas tontas…

Jesús nos dice: Estos superpoderes son un regalo, un don, que te quiero hacer a ti. 
Recíbelos, no los desprecies. Cada uno de ellos son para ti.
Si crees que no los tienes ¡Pídeselos al Espíritu Santo! ¡Grita muy fuerte! y seguro que te escucha.
A veces se hace el despistado pero es para que quieras estos superpoderes de verdad y no dejes de pedirlos.
Hoy celebramos la fiesta de PENTECOSTÉS, LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE LOS APÓSTOLES. Es el inicio de nuestra Iglesia.
Para los más pequeños "La fiesta del Espíritu de Dios"
ORACIÓN:
Ven, espíritu santo 
y habita en cada uno de nosotros.
Ven, espíritu santo 
y auméntanos la fe.
Ven Espíritu Santo

ven, espíritu santo 
y concédenos tus dones y frutos.
Ven, espíritu santo 
y llena la tierra de tu paz.
ven, espíritu santo 
y haz que reine el amor 
en todos los hombres 
y mujeres del mundo.
Ven, espíritu santo 
y llama a muchos 
para que sean misioneros de la buena noticia 
en todos los ambientes del mundo.
(Podemos añadir otras invocaciones)
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas, las siguientes cuestiones:
  • Ven Espíritu Santo (Pentecostés)
  • Contesta: -¿Cómo pudo ser que Jesús, estando cerradas las puertas, entró y se colocó en medio de los discípulos? -¿Por qué Jesús les mostraría las manos y el costado a los discípulos? -¿De quién es enviado Jesús? -¿De quién somos enviados nosotros?
  • Jesús se aparece a los once: Los discípulos seguramente, estaban reunidos en nombre de Jesús porque él se presentó y se colocó en medio de ellos. Jesús saluda a los discípulos deseándoles la Paz. La PAZ que les desea Jesús quita el miedo y da seguridad. Esta PAZ sólo la recibimos de Dios, por eso es un fruto del Espíritu Santo. Jesús les muestra las manos y el costado porque ahí están impresas las llagas de los clavos y de la lanza. Es una manera de identificar a Jesús, para que los discípulos no tengan duda de que es él en persona. Nosotros, también podemos identificar a Jesús en las llagas de nuestros hermanos que sufren, cuando hay alguien necesitado. No tendremos duda de que Jesús está ahí presente. Jesús les dice que reciban al Espíritu Santo para perdonar los pecados. Es otro gesto de misericordia y de amor de Jesús para con nosotros. Poco podemos entender de ese amor sin límite de Jesús hacia nosotros.
    Si le pedimos al Espíritu Santo nos de sus dones llegaremos a vislumbrar algo de esa gran misericordia de Dios. El domingo pasado los discípulos eran enviados a la misión. Una misión, para la que necesitaban la ayuda del Espíritu Santo.   Él será apoyo para los discípulos cuando vayan a proclamar la Buena Noticia a todas las naciones. Los discípulos, a su vez, han de intentar vivir la vida de Jesús de Nazaret. Además han de reconocer su incapacidad para comprender la Escritura y por tanto para poder anunciarla. El Espíritu les desvelará la verdad completa. Le guiará y les iluminará en el conocimiento total de la persona de Jesús y de su mensaje. Será quien le ayude a interpretar los signos de los tiempos, los acontecimientos de la historia desde la perspectiva de Jesús. Los discípulos han de estar atentos precisamente a las manifestaciones del Espíritu. El Espíritu les manifestará la gloria de Jesús,  mostrará el amor del Padre hacia el Hijo y hacia cada una de sus criaturas. Nosotros tenemos que mostrar el amor incondicional y gratuito del Padre a todos aquellos que entran en contacto con nosotros. (Fuente: Hno. P. Pedregosa. Biblia y Comunicación).  
  • Reflexión del Papa Francisco: Miremos a los Apóstoles, estaban solos esa mañana, estaban solos y perdidos, tenían las puertas cerradas por el miedo, vivían en el temor y ante sus ojos estaban todas sus debilidades y sus fracasos, sus pecados; habían renegado a Jesucristo. Los años pasados con Jesús no los habían cambiado, seguían siendo los mismos. Después recibieron el Espíritu y todo cambió, los problemas y los defectos siguieron siendo los mismos, pero, sin embargo, ya no los temían porque tampoco temían a quienes les querían hacer daño. Se sentían consolados interiormente y querían difundir la consolación de Dios. Los que antes estaban atemorizados, ahora sólo temen no dar testimonio del amor recibido. Jesús les había profetizado: «el Espíritu […] dará testimonio de mí. Y también ustedes darán testimonio».
    También nosotros estamos llamados a dar testimonio en el Espíritu Santo, a ser paráclitos, es decir consoladores. ¿Cómo podemos hacerlo? No con grandes discursos, sino haciéndonos próximos; no con palabras de circunstancia, sino con la oración y la cercanía. Recordemos que la cercanía, la compasión y la ternura son el estilo de Dios, siempre. El Paráclito dice a la Iglesia que hoy es el tiempo de la consolación… Es el tiempo de llevar la alegría del Resucitado, no de lamentarnos por el drama de la secularización. Es el tiempo para derramar amor sobre el mundo, sin amoldarse a la mundanidad.
    Es el tiempo de testimoniar la misericordia más que de inculcar reglas y normas. ¡Es el tiempo del Paráclito! Es el tiempo de la libertad del corazón, en el Paráclito. El Espíritu no plasma individuos cerrados, sino que nos constituye como Iglesia en la multiforme variedad de carismas, en una unidad que no es nunca uniformidad. El Paráclito afirma la primacía del conjunto. Es en el conjunto, en la comunidad, donde el Espíritu prefiere actuar y llevar la novedad. Miremos a los Apóstoles. Eran muy distintos, había ideas políticas opuestas, visiones del mundo muy diferentes. El Paráclito impulsa a la unidad, a la concordia, a la armonía en la diversidad. … “Pon a Dios antes que tu yo”. Sólo si nos vaciamos de nosotros mismos dejamos espacio al Señor; sólo si nos abandonamos en Él nos encontramos a nosotros mismos; sólo como pobres en el espíritu seremos ricos de Espíritu Santo. 
  • Nuestra oración:  Ven, Espíritu peregrino. Deja en mi vida huellas de ti. No siempre es fácil caminar ni elegir hacia dónde ir. Hay días de desierto y días de soledad, hay días de fuentes y valles…. Aunque no siempre te vea, sé que a mi lado vas… Ven, Espíritu del Maestro. Que calen en mí tus palabras, tus consejos, tu sabiduría, tu ciencia. Que sea un poco maestro, como Tú. Que aprenda tus lenguas, tus maneras, que aprenda de ti y de la vida contigo las lecciones que no he de olvidar. Ven, Espíritu de la espera y la esperanza, que aquí tienes una tierra dispuesta a ser sembrada y empapada por tu agua. También hay unas manos dispuestas a trabajar tus campos, a cuidar de los tuyos, a recoger frutos…  
  • Lo llevo a mi vida: Es el Espíritu el que nos ayuda a salir de nuestros encierros, de nuestro cristianismo anquilosado, que pretende seguir siempre igual, aunque todo cambie alrededor… sin arriesgarnos a buscar nuevos caminos y respuestas …En el corazón de muchos cristianos se está apagando la experiencia interior de Dios. La sociedad moderna ha apostado por «lo exterior». Todo nos invita a vivir desde fuera. Todo nos presiona para movernos con prisa, sin apenas detenernos en nada ni en nadie. … Se nos está olvidando lo que es saborear la vida desde dentro.  Muchos no han descubierto lo que es el silencio del corazón, ni han aprendido a vivir la fe desde dentro. Acoger al Espíritu de Dios quiere decir aprender a escucharlo en el silencio del corazón. Dejar de pensar a Dios solo con la cabeza, y aprender a percibirlo en los más íntimo de nuestro ser. No es probable que se mantenga la fe en Dios, en medio de la agitación y frivolidad de la vida moderna, sin una comunidad fraterna con la que compartirla y madurarla y testimoniarla. ¡Somos templos el Espíritu! (Fuente: Quique Martínez de la Lama-Noriega, cmf ) 
  • María acompaña a los apóstoles. Cantamos María de Pentecostés  

  • Me comprometo: El Espíritu Santo está con nosotros desde el Bautismo.
    Ven Espíritu Santo de Amor
    Con el amor de Dios dentro de nosotros somos capaces de amar a Dios y al prójimo. Sé consciente de lo que es y puede hacer en ti y en los que te rodean. “Ven, Espíritu Santo…” ¿Cómo se manifiesta hoy en ti esa fuerza del Espíritu? ¿Qué acciones te suscita? ¿Dónde notas su acción en ti, en tu entorno, en…? «Vosotros mismos seréis mis testigos». Plantéate qué esperanza aportas como creyente a las personas con las que te relacionas en los distintos ámbitos de tu vida. Vive y contagia la Paz de Jesús. Proponte mejorar alguna actitud concreta de tu vida y pídele al Espíritu su impulso. La vida cristiana es más plena cuando nos dejamos llevar por el Espíritu de Dios. Antes de hacer o decidir algo en tu vida. Déjate llevar por él. Pídele que te de su luz para ser testigo. Jesús no nos dejó solos, nos da su Espíritu Santo. Jesús nos envía a anunciar la fe a los demás. Él nos envía a los demás de la misma forma que Dios envió a Jesús para estar con nosotros y cambiar para siempre la forma en que los creyentes nos relacionamos con Dios.
2. Aprende y colorea:
3. Ve el vídeo "A breath for the life"
4. Realiza el puzzle:
Cantamos "Secuencia de Pentecostés"
¡VEN ESPÍRITU SANTO!

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