También podéis verlo:
MEDITAMOS:
Jesús nos enseña la oración del Padrenuestro.
Jesús hoy nos habla de la necesidad de perseverar en la oración, confiados en que Dios nos escucha y nos concede todo lo que necesitamos.
"Si los padres humanos, aun por exasperación, al fin dan lo que se les pide, cuánto más no dará Dios lo que necesitamos, que en la versión de Lucas se resume en que nos dará el “Espíritu Santo”.
PARA VIVIR:
Cuando oramos a Dios, tengamos en claro que Él nos concederá siempre que lo pidamos con fe, al Espíritu Santo. Él, con sus siete dones, podrá darnos la capacidad de entender qué es lo bueno para nuestra vida y qué es lo que se necesita para poder vivir en plenitud. No siempre pedimos cosas buenas para nosotros, a veces nuestros caprichos nos llevan a pedir cosas que no son importantes. Pedir con claridad al Padre, que nos envíe el Espíritu Santo para que nos otorgue la “visión de Dios” sobre todas las cosas. Y también la intercesión de los demás cristianos, que nos ayuden a pedir a Dios. En un mundo donde vivimos catástrofes naturales, guerras, pandemias... podamos darnos cuenta de las necesidades de nuestros hermanos más necesitados para vivir el diálogo, la buena convivencia, el compartir, la ayuda y la fraternidad...
ORACIÓN:
Señor, enséñanos a orar
como tu lo hacías.
Señor Jesús,
enséñanos a amar,
a ser más hermanos de los demás.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio y comenta con tus padres las siguientes cuestiones:
PARA COMPRENDER LO QUE DICE EL TEXTO:
- ¿Cómo comienza el texto? ¿Qué hacía Jesús?
- ¿Qué es lo que los discípulos le piden a Jesús?
- ¿Cómo les contesta Jesús, qué les dice que deben hacer como resumen?
- ¿Qué imagen les dejó después? ¿Cómo comparó la insistencia?
- ¿Qué agregó finalmente?
- ¿Qué es lo más importante que debemos pedir a Dios?
- Si pidiéramos gran sinceridad ¿Cuánto tiempo dedicas tú a la oración?
- Para muchos, la oración es pedirle cosas y acciones a Dios ¿En que se basa principalmente tu oración?
- ¿Eres consciente también de la intercesión por las necesidades de los demás? ¿O sólo te centras en ti mismo?
- ¿Es tu oración una acción perseverante? O ¿sólo oras cuando tienes necesidades?
- ¿Eres consciente que la mejor petición al Señor es que mande su Santo Espíritu sobre ti para aprender a discernir las cosas y ver con los ojos de Dios las realidades?
- Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor. Es nuestro momento de decirle al Señor, como una respuesta, de cómo quisiéramos recitar el Padre Nuestro. Cómo quisiéramos orar, no con una recitación rápida, sino con calma, con pausa.
- A lo largo de esta semana vamos a escribir para repetir todos los días el siguiente versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
«¡Cuánto más el Padre del cielo
dará el Espíritu Santo
a los que se lo pidan!»
(Versículo 13)
Así pedimos al Señor ser testigos
de la resurrección para que otros crean.
PARA COMPROMETERME:
- ¿A qué me compromete la Palabra de Dios en este Evangelio? Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, no soy un verdadero cristiano. Ya sea solo o en grupo, el cambio en nuestra vida de seguidores del Señor debe darse, para enseñarlo a los demás. Podemos hacer también una visita a alguna persona que necesita oración, y enseñémosle cómo se hace este método de Lectio Divina, y oramos por sus intenciones. Así cumplimos con la misión que nos encomendó el Señor.
2. Os dejamos el vídeo de El amigo inoportuno
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