OBJETIVOS:
La enfermedad y el sufrimiento son uno de los problemas más graves que aquejan a la vida humana. En la enfermedad, el ser humano experimenta su impotencia, sus límites y su finitud.
Toda enfermedad grave puede hacernos entrever la muerte. A veces, las personas caen en la angustia, el repliegue sobre sí mismas, incluso en la desesperación y rebelión contra Dios. Pero puede también hacerlas más maduras, ayudarlas a descubrir lo que es verdaderamente importante en su vida. Con mucha frecuencia, la enfermedad empuja a una búsqueda de Dios, un retorno a Él.
El Evangelio muestra que la compasión de Cristo hacia los enfermos es una clara señal de que ha llegado el Reino de Dios. Sus curaciones eran signos que anunciaban una curación más radical: la victoria sobre el pecado y la muerte por su Cruz y su Resurrección. Jesús cura y también perdona los pecados porque Él ha venido a curar a la persona por entero, alma y cuerpo.
La Iglesia ha recibido del Señor esa misma misión de acompañar y sanar a los enfermos. Intenta realizarla mediante los cuidados que les proporciona y por la oración con la que los acompaña. Cree en la promesa vivificante de Cristo, médico de las almas y de los cuerpos, que actúa a través de los sacramentos, y de manera especial por la Eucaristía, pan que da la vida eterna.
Desde los primeros tiempos la Iglesia tuvo un rito propio en favor de los enfermos: ¿Está enfermo alguno de vosotros? llame a los presbíteros de la Iglesia, que recen por él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor. La oración hecha con fe salvará al enfermo y el Señor lo restablecerá; y si hubiera cometido algún pecado, le será perdonado (Sant 5, 14-15).
Los cristianos reconocemos en este rito uno de los siete sacramentos de la Iglesia, el Sacramento de la Unción de Enfermos, que, junto con el de la penitencia, es uno de los dos sacramentos de curación. La Unción de Enfermos es el sacramento que nos fortalece en la enfermedad y ayuda a los que están en peligro de muerte, uniendo su sufrimiento al sufrimiento de Cristo.
El momento más importante de su celebración es la Unción con Óleo, bendecido, si es posible por el obispo en la misa crismal, sobre la frente y las manos del enfermo. Confiere una gracia particular, que une más íntimamente al enfermo a la Pasión de Cristo, por su bien y por el de toda la Iglesia, otorgándole fortaleza, paz, ánimo y también el perdón de los pecados, si el enfermo no ha podido confesarse.
¿PARA QUIÉN ESTÁ DESTINADO EL SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?
El Sacramento de la Unción de los Enfermos o puede recibir todo bautizado que se encuentre en una situación crítica de salud. Se puede recibir varias veces a lo largo de la vida. Por eso tiene sentido que también personas jóvenes soliciten este sacramento, por ejemplo cuando se someten a una operación grave. Muchos cristianos junto al sacramento de la Unción realizan una confesión general y reciben la comunión, porque en caso de muerte quieren entrar en la Presencia de Dios limpios de pecado, unidos a Cristo.
LA MUERTE, EL MAYOR ENIGMA DE LA VIDA HUMANA
La muerte es un enigma y la más seria amenaza a nuestras ansias de vivir. Frente a ella, de uno u otro modo nos preguntamos:¿Por qué? ¿Habrá algo después? ¿Qué será de mi y de los míos?¿Existe para nosotros una esperanza?
Dios mismo ha sembrado en nosotros el anhelo de la inmortalidad. Nuestra fe afirma que después de esta vida, Dios Padre nos dará una vida que durará para siempre. Él mantendrá fielmente a los suyos por la eternidad: No me abandonarás en la región de los muertos. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia (Sal 16, 10-11).
SANTO DOMINGO SAVIO, AMIGO Y COMPAÑERO DE JESÚS
Cuando el dolor y la enfermedad aparecen en el horizonte de una vida joven, quedamos desconcertados y quizá nos preguntemos: "¿Puede seguir siendo grande la vida cuando irrumpe en ella el sufrimiento?".
Durante el siglo XIX, en Italia, Domingo Savio era un joven alumno de San Juan Bosco, que se propuso ser santo. "La santidad consiste en estar siempre alegres haciendo bien las cosas que tenemos que hacer, porque Jesús lo quiere".
Después de enfermar gravemente, murió tres semanas antes de cumplir los 15 años. Vivió su enfermedad con fe y con esperanza, en oración confiada al Señor. Al contar su vida, don Bosco decía a los niños: "Si n compañero mío, de mi misma edad, en el mismo colegio, expuesto a semejantes y quizá mayores peligros que yo, supo ser fiel discípulo de Cristo, ¿Por qué no puedo yo conseguir otro tanto?". Vemos "SANTO DOMINGO SAVIO"
LA ATENCIÓN A LOS ENFERMOS EN LA VIDA DE LA IGLESIA
A imitación de Jesús, el amor y la atención a los enfermos siempre han tenido un lugar imprescindible en la vida de los cristianos. La comunidad cristiana cuida de su asistencia religiosa en las casas o en los centros sanitarios. Las parroquias y los sacerdotes se acercan a ellos y a sus familias para ofrecerles oración y solidaridad cristiana. Son muchas instituciones y familias religiosas que están al servicio, de manera muy especial, de los enfermos y ancianos más necesitados y olvidados. Hay también asociaciones y movimientos que hacen presente a la Iglesia en el mundo de los enfermos y minusválidos. Se cumple así una de las obras de misericordia propuestas por Jesús: Estuve enfermo y me visitasteis (Mt 25, 36). Las recordamos en la siguiente imagen: Obras de misericordia corporales y espirituales:
Todo el pueblo de Dios promueve, cuida, defiende y celebra así la vida, haciendo presente en la sociedad la misión salvadora de Cristo en el mundo de la salud.
SEÑOR AUMÉNTANOS LA FE
Ante la enfermedad y el sufrimiento, algunas veces el creyente duda de la justicia y la gloria de Dios. Únicamente puede vencer el escándalo del mal si, por la fe y la oración, se entrega al designio salvado de Dios, a su gracia y sabiduría.
Nos has bendecido, Señor, con el don de la fe que sana y salva, y en la que todo encuentra sentido.
Señor, en momentos de duda y desconcierto, cuando se imponen el dolor y el miedo, o domina el sufrimiento, aumenta nuestra fe para descubrir tu amor entrañable, tu misericordia que sana las heridas, tu voluntad de conducirnos a la plenitud.
Señor, que en cada acontecimiento de la vida, en la salud o en la enfermedad, en la alegría o en el llanto, pasemos haciendo el bien, siendo testigos de tu amor que salva.
SAN CAMILO DE LELIS |
Descubría en los enfermos la persona de Cristo... Estaba ante ellos con un respeto tan grande como si real y verdaderamente estuviera en presencia del Señor.
¿Qué es la Unción de Enfermos?
La Unción de Enfermos es el sacramento que nos fortalece en la enfermedad y ayuda a los que están en peligro de muerte, uniendo su sufrimiento al sufrimiento de Cristo.
ACTIVIDADES:
1. Aprende y colorea:
2. Para ver cuánto sabes del tema aquí.Cantamos "Si tu lo quieres Señor, puedes sanarme"
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