jueves, 5 de agosto de 2021

TEMA 29. FORTALECIDOS POR EL DON DEL ESPÍRITU SANTO. SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN


OBJETIVOS
:

- Reconocer la necesidad de recibir el Espíritu Santo para crecer en la fe y para ser apóstoles de Cristo.
- Conocer los efectos del sacramento de la confirmación y su vinculación con el bautismo y la eucaristía.
- Valorar el sacramento de la confirmación como fruto del don de Dios más que como fruto de una decisión personal.
- Agradecer al Señor los sacramentos como ocasiones para el encuentro con El.


El libro de los Hechos de los Apóstoles nos relata que desde los primeros tiempos, los bautizados recibían el don del Espíritu Santo, como fue concedido a los Apóstoles el día de Pentecostés.





Enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por ellos, para que recibieran el Espíritu Santo; pues aún no había bajado sobre ninguno, estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.(Hch 6, 17-17).

Al igual que el Bautismo y la Eucaristía, el Sacramento de la Confirmación es uno  de los sacramentos de la Iniciación Cristiana. Todos los bautizados deben recibir este sacramento en el tiempo oportuno, pues la Confirmación une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fuerza especial del Espíritu Santo. De esta forma, quedan fortalecidos aún más para extender y proclamar la fe con sus palabras y sus obras como auténticos testigos de Cristo.

La liturgia del sacramento comienza con la renovación de las promesas del bautismo y la profesión de fe de los que van a ser confirmados. Así se manifiesta que la Confirmación constituye una prolongación del Bautismo. Después el obispo extiende las manos sobre todos los confirmandos, gesto que, desde el tiempo de los Apóstoles, es el signo del don del Espíritu. El obispo invoca así su efusión: Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a estos siervos tuyos y los libraste del pecado: escucha nuestra oración y envía sobre ellos el Espíritu Santo Paráclito; llénalos de Espíritu de Sabiduría y de Inteligencia, de Espíritu de Consejo y de Fortaleza, de Espíritu de Ciencia y de Piedad; y cólmalos del Espíritu de tu santo Temor.

Sigue el rito esencial del Sacramento, que es la imposición de la mano que realiza el obispo cuando con ella unge con el santo Crisma la frente de quien va a ser confirmado. El obispo dice estas palabras: ...... recibe por esta Señal el don del Espíritu Santo.

Por esta donación del Espíritu Santo, los fieles se configuran más perfectamente con Cristo y se fortalecen con su poder de dar testimonio de Cristo y edificar su Cuerpo en la fe y la Caridad. El carácter o el signo del Señor queda impreso de forma indeleble, de tal forma que el Sacramento de la Confirmación no puede repetirse.

El beso de paz con el que concluye el rito del sacramento significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles.
Ahora lo vemos en el siguiente vídeo "La Confirmación":

CRECER Y TOMAR RESPONSABILIDADES
Por el Bautismo y la Confirmación, que por la gracia del don del Espíritu Santo afianza la fe y los compromisos bautismales, se inicia un camino de vida al modo de los Hijos de Dios. Los bautizados y confirmados están llamados a caminar, en libertad y disponibilidad, hacia el ideal de justicia y santidad como miembros de Cristo y de la Iglesia, es decir, a afianzar su llamamiento y elección, y a seguir un proceso de transformación constante de sus vidas que refleje cada vez con mayor nitidez la santidad y la gloria de Dios.

Al ir creciendo, llega el momento de decidir muchas cosas que antes los mayores decidían por ti. En la escuela, con los amigos, en tu familia, te vas comprometiendo cada vez más, porque te haces mayor y vas dejando de ser un niño. El cristiano asume siempre sus responsabilidades contando con el auxilio del Señor. Cristo Confía en ti para hacer visible su Evangelio con tus palabras y tu vida.

El Señor nos envía al mundo y nos quiere valientes, prudentes y leales, iluminados por la sabiduría del Evangelio. En la vida, más que la fuerza física, lo que cuenta es la fuerza interior, que es don del Espíritu Santo. La gracia del Espíritu Santo nos hace apóstoles, valientes para dar testimonio y nos empuja a participar en el crecimiento del Reino de Dios. Para ser testigos del Señor, Dios viene a nuestro encuentro cuando recibimos el Sacramento de la Confirmación.

NOS PREPARAMOS PARA RECIBIR EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
Con la catequesis que la Iglesia nos ofrece nos preparamos para recibir el Sacramento de la Confirmación. Este es uno de los momentos más importantes para que tu puedas crecer en la fe, que es siempre un don de Dios.
Personalmente y en grupo con la ayuda de los catequistas, los sacerdotes, los padrinos y tu familia, te dispondrás a una unión más íntima con Cristo, a una familiaridad más viva con el Espíritu Santo, su acción, sus dones y su llamadas, a fin de poder asumir mejor las responsabilidades de la vida cristiana.
Todo bautizado, aún no confirmado, puede y debe recibir el sacramento de la Confirmación. Sin la Confirmación y la participación en la eucaristía, el sacramento del Bautismo es ciertamente válido y eficaz, pero la Iniciación Cristiana queda incompleta.

AL CELEBRAR LOS SACRAMENTOS NOS UNIMOS MÁS A CRISTO
Tu que quizá te estés preparando para recibir la Confirmación, debes celebrar siempre los sacramentos de la Eucaristía y la Confesión con fervor. Son momentos privilegiados de oración personal y comunitaria.
En cada celebración descubrimos que Jesús no nos ha dejado solos; Él está siempre en su Iglesia y actúa en ella por la fuerza del Espíritu Santo. Sus gestos y palabras continúan hoy entre nosotros a través de los gestos y palabras de la Iglesia, por la fuerza del Espíritu Santo.
Cuando celebramos los sacramentos de la Iglesia, nos encontramos con Jesús, nos unimos a Él y recibimos la gracia, la fuerza y la luz del Espíritu Santo.
Conocemos los Dones del Espíritu Santo y como se usan:
Los "frutos del Espíritu Santo":

En unas de sus cartas
San Ignacio de Antioquía, uno de los padres apostólicos del Siglo II, nos invita a ser testigos de Jesús, firmes en la fe.

Que no te amedrenten...
Mantente firme como un yunque golpeado por el martillo.
Es propio de un gran atleta 
el ser desollado y, sin embargo, vencer.

¿Qué hace en nosotros el Sacramento de la Confirmación?
Por la Confirmación, los bautizados recibimos más plenamente al Espíritu Santo, nos unimos más a Jesucristo y a su Iglesia y somos enviados a anunciar el Evangelio.
Cantamos "Ven espíritu de Dios":
Fuente:
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Testigos del Señor. Editorial EDICE, 2ª edición. Madrid, 2015.
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Sagrada Biblia. Biblioteca de Autores Cristianos (BAC). Madrid, 2011.
ACTIVIDADES:
1. Aprende y colorea:


2. Quién es el Espíritu Santo? ¿Qué conocemos de él? comentamos y hablamos con nuestros padres y catequistas.
4. Rezamos al E. Santo:
5. Fortalecidos como cristianos en LA CONFIRMACIÓN. Pincha la imagen:
6. Realiza el Puzzle: 
7. Pincha aquí y comprueba lo que sabes del tema.

Cantamos Ven Espíritu ven


¡¡ESPÍRITU DE DIOS
LLENA MI VIDA!!

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