martes, 3 de agosto de 2021

TEMA 27. LLAMADOS A LA CONVERSIÓN


OBJETIVOS
:

- Interiorizar que la conversión es una gracia de Dios que hay que acoger
- Conocer que somos cristianos por la fe y el bautismo
- Valorar la forma de vida de los discípulos de Jesús que nace de la fe y de la conversión.
- Pedir al Señor la firmeza en la fe durante toda la vida

Los Apóstoles y los primeros cristianos iban de un lugar a otro predicando a todos  la Buena Noticia de la Palabra. Felipe uno de los siete primeros diáconos, fue a la ciudad de Samaría y allí anunciaba a Cristo. La gente la escuchaba con atención porque veían los signos que Felipe hacía y de los que habían oído hablar.
Un ángel del Señor habló a Felipe y le dijo: "Levántate y marcha hacia el Sur, por el camino de Jerusalén a Gaza, que está desierto". Se levantó, se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope. Iba sentado en su carroza, leyendo el profeta Isaías. Le preguntó: "¿Entiendes lo que estás leyendo?". Contestó: "¿Y cómo voy a entenderlo si nadie me guía?".
Felipe se puso a hablarle y le anunció la Buena Noticia de Jesús. Continuando el camino, llegaron a un sitio que había agua. "Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?". Bajaron los dos al agua y lo bautizó (Hch 8, 26-28, 30-31).


Desde los inicios, la Iglesia cumple el encargo del Señor de anunciar a todos el Evangelio y la necesidad de que se conviertan a Jesucristo y se dejen iluminar por Él. Que una persona se convierta a Jesucristo es, ante todo, fruto de la Gracia de divina. Dios la llama incesantemente para vivir una comunión de amor. Así lo dice Jesús: "Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado" (Jn6, 44).

Cada persona responde libremente a esa llamada de Dios dejándose amar por Él y creyendo en Jesucristo. El que responde se siente impulsado a llevar a la práctica las buenas obras del Evangelio con la ayuda de la misericordia de Dios y a participar de la vida de la Iglesia. San Pablo, S. Agustín u otros cristianos de todos los tiempos son ejemplos de esta conversión radical a Jesucristo.

La conversión conduce al Bautismo. Este es el sacramento primero y principal del perdón de los pecados porque nos une a Jesucristo en el paso de su Muerte a su Resurrección y nos da al Espíritu Santo, pasa de la muerte a la  vida, del pecado a la justicia salvadora de Dios; ninguna condenación pesa ya sobre él.

El Bautismo solo puede recibirse una sola vez y hace de nosotros criaturas nuevas, unidas sacramentalmente a la Muerte y Resurrección del Señor para ser sus TESTIGOS en el mundo.

¿CÓMO CAMBIA LA VIDA DE ALGUIEN QUE SE HA CONVERTIDO A JESUCRISTO?
Una persona es discípulo de Cristo cuando se ha convertido al Señor, le da su amor y, con la gracia del Bautismo, se decide a seguirle e imitarle aquí en la tierra.
  • Los Discípulos de Jesús se acogen a su enseñanza y a la gracia que nos une a Él: Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada (Jn 15, 5).
  • Los Discípulos de Jesús viven en unión íntima con Él, Señor y salvador de todos los hombres; Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo; os mantenéis firmes en el espíritu  y lucháis juntos como un solo hombre por la fidelidad del Evangelio (Flp1, 27).
  • Los Discípulos de Jesús viven en el amor mutuo, unidos en la gran familia que es la Iglesia, siguiendo el mandamiento nuevo: Como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois Discípulos míos: si os amáis unos a otros (Jn 13, 34-35).
  • Los Discípulos de Jesús colaboran en el perfeccionamiento del mundo con su esfuerzo y trabajo: No vivimos entre vosotros sin trabajar, no comimos de balde el pan de nadie, sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para ninguno de vosotros (2 Tes 3, 7-8).
  • Los Discípulos de Jesús deben estar dispuestos a vivir despojados de todos los bienes de este mundo: Se le acercó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré donde vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su cabeza" (Mt 8, 19-20).
  • Los Discípulos de Jesús deben aceptar la posibilidad de sufrir  incomprensiones y persecuciones como seguidores del Crucificado: Seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará. Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo (Mt 10, 22-24).
  •  Los Discípulos de Jesús saben que la Salvación, cuyas primicias recibimos aquí en la tierra, alcanzará su plenitud de gozo en el cielo: Los sufrimientos de ahora no se pueden comparar con la gloria que un día  se nos manifestará (Rom 8, 18).Vemos Primeras persecuciones cristianas

LOS PRIMEROS CRISTIANOS, FIRMES EN LA FE
Los Hechos de los Apóstoles narran que Pedro y Juan fueron arrestados porque anunciaban la Resurrección de Jesús por todo el pueblo. Ya puestos en libertad, se reunieron con sus hermanos y les contaron lo que habían tenido que sufrir por haber dado testimonio de Jesús resucitado. 
En aquel momento todos a una invocan a Dios diciendo:

Señor, tu que hiciste el cielo,  la tierra, el mar 
y todo lo que hay en ellos...
Señor fíjate en sus amenazas
y concede a tus siervos predicar tu Palabra con toda valentía;
extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios
por el nombre de tu santo siervo Jesús 
(Hch 4, 24. 29-30).

Frente al peligro, la primera comunidad cristiana se dedica a orar unánimemente. ¿Qué pide la comunidad cristiana a Dios en los momentos de prueba? No pide salvar la vida frente a la persecución, ni que el Señor castigue a quienes los encarcelan. Pide no perder el valor para anunciar y vivir la fe.




Ante las dificultades para ser cristianos, nosotros también pedimos en la oración la valentía para ser firmes testigos del Señor en nuestra vida.



Guillermo de San Teodorico
La conversión es una respuesta al amor de Dios. Así nos lo recuerda
Guillermo de San Teodorico en la Edad Media:

Tú nos amaste primero para que nosotros te amáramos.
No es que tengas necesidad de  ser amado por nosotros;
pero nos habías hecho para algo que no podíamos ser sin amarte.

¿Cómo nacemos a la vida cristiana? Nacemos a la vida cristiana por el don de la fe y del bautismo, en la Iglesia.

Cantamos "Quiero ser discípulo de Jesús" donde dice una América latina la cambiamos por una Europa nueva:
Fuente:
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Testigos del Señor. Editorial EDICE, 2ª edición. Madrid, 2015.
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Sagrada Biblia. Biblioteca de Autores Cristianos (BAC). Madrid, 2011.
ACTIVIDADES:
1. Reflexiona cada uno de los siete puntos del apartado ¿CÓMO CAMBIA LA VIDA DE ALGUIEN QUE SE HA COVERTIDO A JESUCRISTO? y coméntala con tus padres y catequistas.
- ¿Una persona creyente qué haría para vivir lo que dice Jesús?

2. Busca información de alguno de los grandes conversos de la Historia de la Iglesia (María Egipciaca, San Agustín, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Juan de Dios, Edith Stein…) destacando algo importante de su vida, para leer la próxima semana en catequesis.
3. Mirando en mi interior, mi propia conversión; ¿Qué cosas tengo que cambiar en mí para ser seguidor/a de Jesús? Haz una lista de esas cosas y copártela con tus padres y catequistas.
4. Os recomendamos ver en familia la película de "Los 10 Mandamientos":
4. Pincha aquí y comprueba lo que sabes del tema.
Cantamos Fluye en mi Espíritu de Dios:

SOY DISCÍPULO/A DE JESÚS
FUI CREADO/A 
PARA SER COMO JESÚS
Y REFLEJAR SU LUZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario