sábado, 1 de agosto de 2020

SACRAMENTOS: EL MATRIMONIO

SI NO TENGO AMOR, 
NO SOY NADA
 ¿ QUÉ ES EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO ? 
Es el sacramento en el que Dios mismo bendice la
unión y el amor de un hombre y de una mujer, dentro de la Iglesia. Para un católico, el vivir ¨en unión libre¨ sin haber recibido el Sacramento del Matrimonio, es desobedecer la ley de Dios y vivir en pecado mortal. 
También la podemos ver en este vídeo "El Amor nunca deja de ser":

¿ QUIÉN FUNDÓ EL MATRIMONIO ? 
- Dios mismo hizo al hombre y después, viendo que estaba solo, hizo a la mujer. 
- Cuando la Biblia cuenta como creó Dios el mundo y al hombre dice: ¨ Por eso, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y se harán una sola carne ¨. (Gn.2-24) 
- Aquí vemos que Dios siempre pensó en que el hombre y la mujer se unieran, se ayudaran y formaran una pareja. Entonces Dios es quien fundó el matrimonio. 
- Lo más hermoso que hizo Dios es que creó al hombre y a la mujer distintos de cuerpo y de modo de ser, para que se ayuden y se completen el uno al otro. 
¿POR QUÉ NOS CASAMOS? 
- Un hombre y una mujer se unen en matrimonio POR AMOR, para buscar el bien de los dos y para tener y educar a los hijos. 
- Cuando unos novios reciben el SACRAMENTO DEL MATRIMONIO, no solo son ellos los que se dan un ¨ SI ¨, sino que también Dios da el ¨SI ¨ a esta unión. Entonces, es Dios mismo quien bendice ese amor y les da una gracia, o sea, una ¨ayuda especial ¨ para hacer más perfecto su amor y para que puedan cumplir mejor sus deberes de esposos. 
¿CUÁL ES EL RITO DEL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO? 
- Cuando vamos a una boda, los esposos dicen las siguientes palabras: ¨Yo ________ te acepto a tí_________ como mi esposo, y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida. ¨ 
- Y el otro esposo contesta con las mismas palabras. 
- Cuando se dicen estas palabras, son los mismos esposos quienes realizan el SACRAMENTO DEL MATRIMONIO. 
- En este sacramento, el Sacerdote recibe el SI de los esposos en nombre de la Iglesia y bendice el matrimonio. 
Cantamos "Amor sin límite"

EL MATRIMONIO TIENE TRES COSAS MUY IMPORTANTES: 

1) EL MATRIMONIO ES UNO
- Esto significa que una persona se puede casar con una sola persona. 
- Esto es lo que Dios nos manda, pues si un esposo tuviera varias mujeres o una esposa tuviera varios hombres, faltaría a la ley de Dios. 
- El amor verdadero es de uno para uno. El amor verdadero es FIEL . 

2) EL MATRIMONIO ES INDISOLUBLE
- Esta palabra tan rara quiere decir que el matrimonio es algo que no se puede deshacer. Es algo que Dios ha unido y que el hombre no puede desunir. 
- Es por eso que el DIVORCIO es algo que la Iglesia Católica NO PERMITE. Cristo mismo nos dice en el evangelio: Y yo os digo: quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella, y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio¨. (Mc 10, 11-12). 
EL MATRIMONIO ES PARA TODA LA VIDA 
- Lo que es muy importante es que cada uno CUIDE SU AMOR de esposo. El matrimonio es como una plantita a la que hay que regar cada día para que esté bonita y crezca. Si se deja de regar se marchita y muere. Con el amor pasa igual: hay que alimentarlo con detalles, con cariño, con esfuerzo, y muchas veces con sacrificio, entrega y generosidad. Cuando uno ama y se siente amado de verdad, es mucho más fácil ser FELIZ. Vale la pena.

3) EL MATRIMONIO ESTA ABIERTO A LA FECUNDIDAD: Esto quiere decir que los esposos deben estar abiertos a la vida. 
- El matrimonio es el medio que Dios ha dado al hombre para que COOPERE con El en dar la vida, pero Dios es quien la da y es el único que puede quitarla. 
- Es por esto que la Iglesia Católica PROHÍBE EL ABORTO y nos enseña que podemos planificar la familia con métodos naturales. 

DECÁLOGO DEL MATRIMONIO: 
1. Acuérdate que te casas para hacer feliz al que amas, más que para ser feliz tú mismo. 
2. Trata a tu esposo o esposa con cariño, con buenos modos. 
3. (Aunque ya lo sepa), dile que lo quieres. 
4. Tratad y hablad sobre vosotros de forma continua; es mejor arreglar las diferencias hablando que guardarse las cosas. ¡Hablando se entiende la gente! Si estás enojado, cuida lo que dices. ¡Nunca ofendas o humilles al otro! 
5. Cuida siempre ser fiel a tu esposo o esposa, no te pongas cerca de las tentaciones. 
6. Respeta y ama a tu compañero como es, no quieras que sea exactamente como tú quieres que sea. 
7. Ayuda a tu esposo o esposa a superarse, el amor no es egoísta, busca el bien de la otra persona. 
8. Acuérdate que el amor se demuestra con detalles. Los detalles le dicen al otro: 
¨ Eres importante para mí¨. 
9. En el matrimonio muchas veces hay que pedir perdón y muchas veces hay que perdonar. 
10. Recordad siempre que Dios está en el matrimonio. Rezad juntos y pedid todos los días, que haga crecer vuestro amor. 

AÑADID PROPÓSITOS SEMANALES O MENSUALES..... 
Esta semana pediré todas las noches a Dios por mi matrimonio y mi familia. 
Este mes me esforzaré por mejorar mi propio matrimonio, poniendo en práctica las 10 ideas que acabo de leer.
ORACIÓN CANCIÓN POR LA FAMILIA:

Para saber más:
LA FAMILIA ES 
IGLESIA DOMÉSTICA
La familia, Iglesia Doméstica
1. LA FAMILIA CRISTIANA ES UNA IGLESIA DOMÉSTICA. A través de la educación cristiana, los padres, ayudan a sus hijos a ser más conscientes de su fe "Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él" (Lc 2,39-40). La familia, es una comunidad de fe, esperanza y caridad. Por eso le podemos llamar Iglesia doméstica. La familia cristiana es una comunión de personas, que reflejan la comunión que existe en Dios entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Así como Dios es creador, la familia comparte con Él esa obra, al procrear y educar a los hijos. ¡Qué gran dignidad tiene la familia que se asemeja a Dios en su obra creadora!. La familia cristiana, como Jesús, que cuando vino al mundo se dedicó a llevar la palabra de su Padre a todos los hombres, así, la familia tiene la misión de seguir sus pasos, de evangelizar; primero que nada, a sus propios hijos y a todos cuantos le rodean. La familia cristiana también es misionera, pues querrá que otras personas también conozcan a Dios, y serán testimonio del amor de Dios por todos. También, la familia cristiana esta llamada a la oración. A orar juntos a Dios, quien ha creado a la familia. Así, una familia que reza unida, permanecerá unida, pues juntos, los miembros de la familia se ayudarán mutuamente a vivir como auténticos cristianos. Con la oración diaria, es decir, hablando con Dios en todo momento, contándole todo lo que pasa entre la familia para así estar más cerca de Él, es como se va a fortalecer la unión y el amor que existe entre los miembros familiares. Y, si una familia está unida con Dios por medio de la oración común, el respeto a todas las personas (que somos imagen y semejanza de Dios) se vivirá continuamente, como Dios lo ha planeado. Es muy bueno el que todos los días, en familia se lea la Palabra de Dios. Si Dios está presente en las conversaciones, el comportamiento de los miembros de la familia será reflejo del amor de Dios. Si únicamente se habla de fútbol, chismes, envidias,..., el comportamiento de la familia será de la misma manera. La familia cristiana es privilegiada entre las que no son cristianas, ya que es llamada por Dios nuestro Padre a ser en donde se dé la educación en los valores cristianos como el amor, la ayuda mutua, el servicio a los demás y sobre todo, a seguir a Cristo como lo hicieron sus apóstoles. ¡Qué hermoso es encontrar familias que viven ese amor por los demás! ¡Qué felicidad se ve en los rostros de aquéllos que aman a Dios! Cuando Dios habita en una familia, la felicidad abunda en todos sus miembros. 

IGLESIA: MISTERIO COMUNIÓN, MISIÓN. Estas tres palabras hacen perfecta síntesis de toda la rica eclesiología vivida en el post Concilio. 

La Iglesia es MISTERIO porque procede de Cristo Jesús y hace presente al Señor Jesús. Podemos encontrar un texto muy significativo que nos resume este pensamiento: Efesios 1, 3- 14. La Iglesia es el ámbito de estas bendiciones que, desde toda eternidad, nos regala el Padre, Dios. 
La Iglesia es COMUNIÓN porque en ella se vive y expresa la unidad de cada uno con Cristo Jesús y con los hermanos (Cf. 1 Corintios capítulos 12 y 13. “Casa y escuela de comunión” la llamó el Papa Juan Pablo II1. . 
La Iglesia es MISION porque recoge y vive la voluntad de Cristo Jesús en el momento de culminar Él mismo la misión que había recibido del Padre. (Cf. Mateo 28, 16 – 20) 

1. LA FAMILIA EXPRESIÓN DE LA IGLESIA MISTERIO. El Papa Juan Pablo II escribió la Carta a las familias el 2 de febrero de 1994.La familia es el camino de la Iglesia porque es el camino que ha de recorrer el hombre; éste “viene al mundo en el seno de una familia, por lo cual puede decirse que debe a ella el hecho mismo de existir como hombre. Cuando falta la familia, se crea en la persona que viene al mundo una carencia preocupante y dolorosa que pesará posteriormente durante toda la vida” 

2 LA FAMILIA, TESTIMONIO DE LA IGLESIA COMUNIÓN. “Así como Dios se realiza en el amor recíproco de las tres Personas de la Santísima Trinidad, así también el matrimonio y la familia deben ser comunidad de amor entre los cónyuges y los hijos. De un matrimonio, de una familia fuerte y unida, donde esté presente el amor cristiano en toda su riqueza (cf. Col 3,16), cabe esperar una contribución efectiva a la civilización del amor: de un amor que tiene primariamente en una comunidad familiar en la cual se vive como un solo corazón y una sola alma (cf. Act 2,44): de un amor que es como el vino nuevo para la vocación de los esposos. Si todos están volcados en el amor, alimentado en la conversación con Dios y revestido de compasión, de bondad de dulzura y longanimidad (cf. Col 3,12) existirá también alegría, serena, profunda y madura.Se puede decir por tanto que, ´desde el principio´y más aún en conformidad con el mensaje de Cristo, la familia ha sido querida por Dios para ser radicalmente una comunidad al servicio del amor y de la vida.”
3 En fin, la misión de la familia se comprende muy bien cuando meditamos el cuarto mandamiento. Se trata de “honrar”, es decir de vivir actitudes de entrega desinteresada. Es una honra recíproca de todos en la familia. Además es una actitud de toda la sociedad hacia la familia y de la familia a la sociedad. (cf Ex 20,12; Dt 20,1-16)
4 Es muy importante anotar el alcance que el Catecismo de la Iglesia Católica da al estudio del CUARTO MANDAMIENTO, cuando menciona en su contexto los deberes de la autoridad civil y de los ciudadanos5 En la misión de la familia merece especial mención la educación. Ella es competencia fundamental de los padres: “ son educadores por ser padres”. Se trata de una tarea para la cual han de contar con la subsidiariedad del Estado. Se trata de una educación que ponga las bases para una futura autoeducación. Es importante subrayar la educación religiosa y la educación para el discernimiento de la propia vocación.6 1 JUAN PABLO II, Carta Apostólica NOVO MILLENNIO INEUNTE, n. 43 2 JUAN PABLO II, CARTA A LAS FAMILIAS, n. 2 ( en adelante citaremos CARTA) 3 Juan Pablo II, DICURSO A LAS FAMILIAS, Cali 4 de julio de 1986, n.4. 4 CARTA, n.15 5 Cfr. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, ns. 2234 - 2246 6 CARTA, n.16 

FAMILIA: DIEZ MANDAMIENTOS PARA SER BUENOS PADRES 
1. Demuéstrale lo mucho que le quieres. Todos los padres quieren a sus hijos pero ¿se lo demuestran cada día?, ¿les dicen que ellos son lo más importante que tienen, lo mejor que les ha pasado en la vida? No es suficiente con atender cada una de sus necesidades: acudir a consolarle siempre que llore, preocuparse por su sueño, por su alimentación; los cariños y los mimos también son imprescindibles. Está demostrado; los padres que no escatiman besos y caricias tienen hijos más felices que se muestran cariñosos con los demás y son más pacientes con sus compañeros de juegos. Hacerles ver que nuestro amor es incondicional y que no está supeditado a las circunstancias, sus acciones o su manera de comportarse será vital también para el futuro. Sólo quien recibe amor es capaz de transmitirlo. No se van a malcriar porque reciban muchos mimos. Eso no implica que dejen de respetarse las normas de convivencia. 
2. Mantén un buen clima familiar. Para los niños, sus padres son el punto de referencia que les proporciona seguridad y confianza. Aunque sean pequeños, perciben enseguida un ambiente tenso o violento. Es mejor evitar discusiones en su presencia, pero cuando sean inevitables, hay que explicarles, en la medida que puedan comprenderlo, qué es lo que sucede. Si nos callamos, podrían pensar que ellos tienen la culpa. Si presencian frecuentes disputas entre sus padres, pueden asumir que la violencia es una fórmula válida para resolver las discrepancias. 
3. Educa en la confianza y el diálogo. Para que se sientan queridos y respetados, es imprescindible fomentar el diálogo. Una explicación adecuada a su edad, con actitud abierta y conciliadora, puede hacer milagros. Y, por supuesto, ¡nada de amenazas! Tampoco debemos prometerles nada que luego no podamos cumplir; se sentirían engañados y su confianza en nosotros se vería seriamente dañada. Si, por ejemplo, nos ha surgido un problema y no podemos ir con ellos al parque o al cine, tal como les habíamos prometido, tendremos que aplazarlo, pero nunca anular esa promesa. 
4. Debes predicar con el ejemplo. Existen muchos modos de decirles a nuestros hijos lo que deben o no deben hacer, pero, sin duda, ninguno tan eficaz como poner en práctica aquello que se predica. Es un proceso a largo plazo, porque los niños necesitan tiempo para comprender y asimilar cada actuación nuestra, pero dará excelentes resultados. No olvidemos que ellos nos observan constantemente y "toman nota". No está de más que, de vez en cuando, reflexionemos sobre nuestras reacciones y el modo de encarar los problemas. Los niños imitan los comportamientos de sus mayores, tanto los positivos como los negativos, por eso, delante de ellos, hay que poner especial cuidado en lo que se dice y cómo se dice. 
5. Comparte con ellos el máximo de tiempo. Hablar con ellos, contestar sus preguntas, enseñarles cosas nuevas, contarles cuentos, compartir sus juegos... es una excelente manera de acercarse a nuestros hijos y ayudarles a desarrollar sus capacidades. Cuanto más pequeño sea el niño, más fácil resulta establecer con él unas relaciones de amistad y confianza que sienten las bases de un futuro entendimiento óptimo. Por eso, tenemos que reservarles un huequecito diario, exclusivamente dedicado a ellos; sin duda, será tan gratificante para nuestros hijos como para nosotros. A ellos les da seguridad saber que siempre pueden contar con nosotros. Si a diario queda poco tiempo disponible, habrá que aprovechar al máximo los fines de semana. 
6. Acepta a tu hijo tal y como es. Cada hijo posee una personalidad propia que hay que aprender a respetar. A veces los padres se sienten defraudados porque su hijo no parece mostrar esas cualidades que ellos ansiaban ver reflejadas en él; entonces se ponen nerviosos y experimentan una cierta sensación de rechazo, que llega a ser muy frustrante para todos. Pero el niño debe ser aceptado y querido tal y como es, sin tratar de cambiar sus aptitudes. No hay que crear demasiadas expectativas con respecto a los hijos ni hacer planes de futuro. Nuestros deseos no tienen por qué coincidir con sus preferencias. 
7. Enséñale a valorar y respetar lo que le rodea. Un niño es lo suficientemente inteligente como para asimilar a la perfección los hábitos que le enseñan sus padres. No es preciso mantener un ambiente de disciplina exagerada, sino una buena dosis de constancia y naturalidad. Si se le enseña a respetar las pequeñas cosas -ese jarrón de porcelana que podría romper y hacerse daño con él, por ejemplo-, irá aprendiendo a respetar su entorno y a las personas que le rodean. Muchos niños tienen tantos juguetes que acaban por no valorar ninguno. A menudo son los propios padres quienes, como respuesta a las carencias que ellos tuvieron, fomentan esa cultura de la abundancia. Lo ideal sería que poseyeran sólo aquellos juguetes con los que sean capaces de jugar y mantener cierto interés. Guardar algunos juguetes para más adelante puede ser una buena medida para que no se vea desbordado y aprenda a valorarlos. 
8. Los castigos no le sirven para nada. Los niños suelen recordar muy bien los castigos, pero olvidan qué hicieron para "merecerlos". Aunque estas pequeñas penalizaciones estén adecuadas a su edad, si se convierten en técnica educativa habitual, nuestros hijos pueden volverse increíblemente imaginativos. Disfrazarán sus actos negativos y tratarán de ocultarlos. Podemos ofrecerles una conducta aceptable con otras alternativas. 
9. Prohíbele menos, elógiale más. Para un hijo es tremendamente estimulante saber que sus padres son conscientes de sus progresos y que además se sienten orgullosos de él. No hay que escatimar piropos cuando el caso lo requiera, sino decirle que lo está haciendo muy bien y que siga por ese camino. Reconocer y alabar es mucho mejor que lo que se suele hacer habitualmente: intervenir sólo para regañar. Siempre mencionamos sus pequeñas trastadas de cada día. ¿Por qué no hacemos lo contrario? Si, con un gesto cariñoso o un ratito de atención resaltamos todo lo positivo que nuestros hijos hayan realizado, obtendremos mejores resultados. 
10. No pierdas nunca la paciencia. Difícil, pero no imposible, Por más que parezcan estar desafiándote con sus gestos, sus palabras o sus negativas, nuestro objetivo prioritario ha de ser no perder jamás los estribos. En esos momentos, el daño que podemos hacerles es muy grande. Decirles: "No te aguanto"; "Qué tonto eres"; "Por qué no habrás salido como tu hermano" merman terriblemente su autoestima. Al igual que sucede con los adultos, los niños están muy interesados en conocer su nivel de competencia personal, y una descalificación que provenga de los mayores echa por tierra su auto-confianza. Contar hasta diez, salir de la habitación..., cualquier técnica es válida antes de reaccionar con agresividad ante una de sus trastadas. En caso de que se nos escape un insulto o una frase descalificadora, debemos pedirles perdón de inmediato. Reconocer nuestros errores también es positivo para ellos. Conclusión La familia es “Iglesia doméstica”. En ella aprendemos y vivimos lo que significa vivir en la Iglesia que vive de la fe en Cristo Jesús. En la familia experimentamos lo que significa vivir en el amor como Cristo Jesús nos lo ha enseñado: porque papá y mamá me han amado podemos comprender que “Dios nos ama primero”. En la familia vamos aprendiendo lo que significa salir de nosotros mismos y entregarnos al bien de los demás con actitudes de solidaridad, respeto, servicio. No olvidemos que estamos celebrando el año de la paz y la convivencia. Me parece interesante recoger un planteamiento hecho por el Papa Juan Pablo II cuando, en el contexto del año internacional de la familia nos entregó el mensaje para la Jornada de la Paz cn este título: “De la familia nace la paz para la familia humana”. Termino con las palabras finales del Papa en aquella ocasión. “«Familia, ¡sé lo que eres!», he escrito en la exhortación apostólica Familiaris consortio (n. 17). Es decir, ¡sé «una íntima comunidad de vida y amor conyugal» (Gaudium et spes, 48), llamada a dar amor y a transmitir la vida!...Familia, tú tienes una misión de importancia primordial: contribuir a la construcción de la paz, que es un bien indispensable para el respeto y el desarrollo de la misma vida humana (cf. Catecismo de la Iglesia católicas24 , n. 2.304). Consciente de que la paz no se obtiene de una vez para siempre (cf. Gaudium et spes, 78), ¡nunca debes cansarte de buscarla! Jesús, con su muerte en la cruz, ha dejado su paz a la humanidad, asegurando su presencia perenne (cf. Jn 14, 27; 20, 19-21; Mt 28, 20). ¡Exige esta paz, reza por esta paz, trabaja por ella!...Vosotros, padres, tenéis la responsabilidad de formar y educar a vuestros hijos para que sean personas de paz: para ello, sed vosotros los primeros constructores de paz…Vosotros, hijos, abiertos hacia el futuro con el ardor de vuestra juventud, llena de proyectos e ilusiones, apreciad el don de la familia, preparaos para la responsabilidad de construirla o promoverla, según las respectivas vocaciones que Dios os conceda. Fomentad el bien y pensamientos de paz…Vosotros, abuelos, que con los demás parientes representáis en la familia unos vínculos insustituibles y preciosos entre las generaciones, aportad generosamente vuestra experiencia y el testimonio para unir el pasado con el futuro en un presente de paz…Familia, ¡vive de manera concorde y plena tu misión!” Y agregó el Papa: “Finalmente, ¿cómo olvidar a tantas personas que, por varios motivos, se sienten sin familia? A ellas quiero decir que tienen también una familia: La Iglesia es casa y familia para todos (cf. Familiaris consortio, 85). La misma Iglesia abre de par en par las puertas y acoge a cuantos están solos o abandonados; en ellos ve a los hijos predilectos de Dios, cualquiera que sea su edad, cualesquiera que sean sus aspiraciones, dificultades y esperanzas…¡Que la familia pueda vivir en paz, de tal manera que de ella brote la paz para toda la familia humana! Esta es la súplica que por intercesión de María, Madre de Cristo y de la Iglesia, elevo a Aquel «de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra» (Ef 3, 15). 7 7 JUAN PABLO II, Mensaje para la Jornada de la Paz, 1994, n.6
EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO 
ES LA PRESENCIA SARAMENTAL DE CRISTO
Es decir siendo el matrimonio un sacramento, se convierte en un medio de comunicación de la gracia de Dios. Es un camino para la salvación de los que lo integran.
- Como sacramento es un signo del amor y de la alianza de Cristo con su Iglesia.
- La finalidad del sacramento del matrimonio es la santificación de los esposos mediante: la Unión y la procreación y educación de los hijos.
- Es la manera de ayudarse mutuamente con la gracia de Dios en la realización de la propia vocación. 
Materia del Sacramento del Matrimonio. Es el SI; en cuanto donación total al otro. 
Forma del Sacramento del Matrimonio. Es el  SI; en cuanto aceptación del otro cónyuge.
Ministros del Sacramento del Matrimonio: Son los mismos contrayentes. 
Sujetos del Sacramento del Matrimonio:    El hombre y la mujer bautizados que cumplan con las condiciones para la validez del sacramento y que no sean impedidos por lo prescrito en el derecho canónico. 

El Matrimonio fue instituido por Dios cuando creó al hombre y a la mujer. Para los cristianos, Jesucristo lo elevó a la dignidad de sacramento; un sacramento que da a los esposos una gracia especial para ser fieles una al otro y santificarse en la vida matrimonial y familiar, ya que el matrimonio cristiano es una auténtica vocación sobrenatural.
El matrimonio religioso se establece con el consentimiento libre de cada uno de los dos contrayentes manifestado ante el representante de la Iglesia.
El Matrimonio por su naturaleza está ordenado a la generación y la educación de los hijos, al amor y ayuda entre los esposos y a su santificación personal . 
EL MATRIMONIO ES EL ANTIGUO TESTAMENTO 
En todas las culturas y religiones ha existido y existe una institución que se llama matrimonio, para regular la unión estable entre el hombre y la mujer. En el libro de Génesis el matrimonio aparece como la única institución querida por Dios. El hombre y la mujer están hechos ''a imagen y semejanza de Dios'' y llamamos a ser ''una sola carne''.(Génesis 2,24). Los profetas afirman que la pareja humana es como un símbolo de la relación de Dios con su pueblo: una unión amorosa, fiel, estable y fecunda(Oseas 2,21-22).
EL MATRIMONIO EN EL NUEVO TESTAMENTO Jesús reafirma en el evangelio la tradición bíblica y las exigencias de unidad y de fidelidad. Se le acercaron unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: -¿Le está permitido a uno repudiar a su mujer por cualquier motivo? Jesús contexto: -¿No habéis leído aquello? Ya al principio el creador los hizo varón y hembra, y dijo: -Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos un solo ser. De modo que ya no son dos sino un sólo ser. De modo que ya no son dos sino un solo ser; luego lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.
EL MATRIMONIO, SACRAMENTO 
¿Qué se necesita para que el matrimonio sea sacramento? 
- Se necesita amor auténtico en la libertad. Si falta la libertad o se concibe el matrimonio como un simple contrato económico, no existe el sacramento. 
- Se necesita que los esposos estén dispuestos a tener hijos, pues estos, juntos con el amor, es un fin esencial del matrimonio. 
- Se requiere también que los contrayentes quieran vivir su fe cristiana en pareja.
ACTIVIDADES:
1. Lee para saber el sacramento del MATRIMONIO:
2. Realiza el puzzle: 
Cantamos "El loco":
Y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí.

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