Os saludamos de nuevo, mis queridos niños/as.
Con la alegría de pronto volver a vernos. Mientras, cuidaos y cuidad a los demás
CELEBRACIÓN DE LA CONFESIÓN
Hoy os repasamos este sacramento
El Sacramento de la Confesión (también llamado Penitencia-Reconciliación-Perdón-Conversión...) junto con el Sacramento de la Unción de Enfermos son sacramentos que curan y limpian nuestro cuerpo y nuestra alma.
La celebración de la Confesión
es la fiesta del Perdón
A veces nos portamos mal y rompemos nuestra amistad con Dios y con los demás. Los cristianos bautizados nos acercamos a confesar con el sacerdote y nos reconciliamos. Jesús por medio del sacerdote nos perdona, nos devuelve la paz y celebran una fiesta en el cielo con sus ángeles y sus santos por un pecador arrepentido. Todos somos pecadores
En la Santa Misa, la Eucaristía del domingo, pedimos perdón a Dios en los ritos iniciales rezando la siguiente oración para pedir perdón por nuestras faltas o pecados.
Para saber más:
El sacerdote absuelve de las faltas de amor o pecado (portarse mal).
Recibir la absolución del sacerdote y experimentar la paz sin igual que da tener la seguridad de haber sido perdonado. También podrá quedarse tranquilo de que el confesor no va a decir a nadie lo que le confesó, y además recibirá consejo, penitencia y la gracia de Dios que le ayudarán a superar su pecado. Evidentemente ésta es la mejor opción.
1. Quién acude al Sacramento de la Reconciliación, se está confesando con Dios. El sacerdote es simplemente un mediador.
2. El Sacramento de la Reconciliación no depende de la santidad del confesor, sino de Dios, por lo que da lo mismo que el confesor sea un gran santo o un gran pecador.
La Iglesia nos pide confesarnos al menos una vez al año, en Cuaresma. Dejemos de poner pretextos, busquemos un buen confesor y permitámosle ser, como Dios quiere, un medio por el cual recibamos Su perdón y Su amor.
Ahora lo vemos en el vídeo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario