domingo, 29 de junio de 2025

TU ERES EL HIJO DEL DIOS VIVO. XIII DOMINGO TO-C

Os dejamos el Evangelio según San Mateo 16, 13-19:

MEDITAMOS
TU ERES EL CRISTO, EL HIJO DEL DIOS VIVIENTE.
En el Evangelio de hoy Pedro confiesa quién es Jesús.
PARA VIVIR:
Jesús quiere que tú también lo conozcas y lo ames como su amigo. Él te pregunta hoy: ”¿Quién soy yo para ti?”
ORACIÓN:
Querido amigo Jesús,
tú eres el Hijo de Dios.
Gracias por amarme tanto.
Quiero seguirte 
y ser tu amigo todos los días.
Ayúdame a confiar en ti 
y a decir con alegría 
que tú eres mi Señor. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta:
  • ¿Qué le preguntó Jesús a sus amigos?
    ¿Qué respondió Pedro?
    ¿Qué le dijo Jesús a Pedro?
    ¿Tú quién crees que es Jesús?

  • El texto:
  • «Y vosotros, les preguntó, ¿Quién decís que soy?».

    Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.

    Siguiendo este texto, ¿Qué palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
  • Reflexión
  • Hoy en la solemnidad de de San Pedro y San Pablo. Jesús les hace 2 preguntas hacia afuera y hacia ellos para hacerles ver la determinación y objetivos de sus acciones. Así veamos, que una vez que han entendido que Jesús es «El camino y la verdad», absolutamente todo gira en torno a Él, porque es el verdadero verbo en acción. Si hoy Jesucristo o alguien me hiciera esta pregunta acerca de él, «¿quién dicen que soy?», ¿Qué diría?. Veamos a Jesucristo desde muchos puntos de vista, desde lo espiritual, desde la justicia, como amigo, como maestro, ¿Mis respuestas son desde lo que yo siento o desde lo que he escuchado?, ¿Estoy convencido y atento como Pedro a las preguntas, encomiendas y llamados que Jesucristo me hace?, ¿Me siento como Pedro a quien el Señor se dirige y me dice: que sobre mi sigue edificando su Iglesia?, ¿De qué forma le ayudó en este mandato?

    Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
  • Oración:
  • Señor Jesucristo. 
    gracias por edificar en Pedro y Pablo nuestra Iglesia, 
    gracias porque les diste la fuerza, la voluntad, la fe y el amor 
    para dar la cátedra, la enseñanza para extender tu mensaje, tu Palabra 
    y hoy en día podemos seguir construyendo tu iglesia y decir 
    «Que tú eres el amor, que tú eres el único camino y la verdad». 
    Quiero ser el Pedro, el Pablo que siguen edificando y extendiendo tu iglesia.
    Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?

    Cada uno pone sus intenciones. -Amén-
  • Interiorizo La Palabra de Dios
  • «Tú eres Pedro»
    (Repetimos)
    «Tú eres Pedro»
    «Tú eres Pedro»
    Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Qué palabra o frase o párrafo o actitud te ayuda a recordar este texto?
  • Me comprometo:
  • - Hagamos un listado de todo lo que entendemos que es Jesucristo para nosotros y compartamos esto con algún hermano o un amigo.
    - Sintiendo ese mismo llamado y mandato de Jesucristo a Pedro, con la evangelización y misión sigamos edificando y extendiendo la Iglesia.
    - Así como Pablo vivió ese encuentro con Jesucristo y de ahí salió converso y con fuerza para anunciar este mensaje, sigamos este ejemplo también

    Siguiendo el mensaje, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?

    - Dibuja una llave grande. Dentro de la llave, escribe o dibuja algo que tú puedes hacer para ayudar a Jesús a construir su Iglesia:

            Ser amable / Rezar / Perdonar / Compartir / Escuchar
2. Aprende y colorea:


3. Pincha y realiza:
4. Ve el vídeo ¿Y tu, quién eres? Después coméntalo con tus padres y catequistas:
5. Realiza el puzzle:
Cantamos "Mi esperanza está en Jesús"
¡JESÚS TU ERES MI REY
MI AMIGO!

domingo, 22 de junio de 2025

CORPUS CHRISTI 2025 DÍA DE LA CARIDAD -C

 

Lecturas misa AQUÍ.

Os dejamos el Evangelio según S. Lucas 9, 11b-17:
MEDITAMOS:
DÍA DE LA EUCARISTÍA
EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
En esta fiesta recordamos que Jesús se queda con nosotros en la Eucaristía, en el pan y el vino consagrados.
Cuando vamos a Misa, el pan ya no es solo pan. Es el Cuerpo de Jesús. Y el vino ya no es solo vino, sino su Sangre. Jesús mismo nos lo enseñó en la Última Cena cuando dijo: “Esto es mi cuerpo… esta es mi sangre.”
¿Y sabes qué? Jesús quiso quedarse así para estar muy cerquita de nosotros. No solo nos habla, no solo nos escucha… 
¡Jesús quiere vivir dentro de nuestro corazón!
PARA VIVIR:
DADLES VOSOTROS DE COMER
Hoy, en el Evangelio, algunas personas comparten su comida con Jesús. Y Jesús multiplica lo poco que ellos ofrecen para alimentar a miles. Esto también pasa en la Misa: Jesús toma lo poquito que somos y lo convierte en algo grande.
Cuando comulgamos, no es un símbolo. Es Jesús de verdad. Él entra en nuestro cuerpo para hacernos más parecidos a Él: más amables, más generosos, más santos.
En la Misa, Jesús se hace presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
cuando el sacerdote consagra el Pan y el Vino
ORACIÓN
Señor Jesús, 
a veces creo 
que no tengo nada valioso 
para darte. 
Pero hoy me doy cuenta 
de que tú puedes hacer mucho 
con lo poco que tengo. 
Te entrego mis talentos, 
mi tiempo, mi amor. 
Enséñame a compartir 
como tú lo hiciste, 
sin miedo, confiando 
en que tú multiplicas 
todo lo que se da con el corazón. Amén.




ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres las siguientes cuestiones:
  • Contesta:
  • ¿Cómo comienza el relato? ¿Qué hacía Jesús con quienes se acercaban a él?
    ¿Qué ocurrió al caer la tarde? ¿Qué le dicen los apóstoles a Jesús?
    ¿Cuál es la respuesta y pedido de Jesús a sus apóstoles?
    ¿Cuántos panes y pescados dicen tener? ¿Cuántas personas había?
    ¿De qué forma hace sentar Jesús a la gente?
    ¿Qué hace con el pan y el pescado?
    ¿Y qué ocurrió luego? ¿Cuánto sobro?
  • El texto
  • Es la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, también conocida como la Fiesta de Corpus Christi, que traducido del latín quiere decir “Cuerpo del Señor”. La principal finalidad de esta festividad es proclamar y aumentar la fe de los cristianos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento. En algunas Diócesis la celebración de esta festividad se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, mientras en que otras la fiesta ha sido trasladada al domingo siguiente.

    El evangelio que leemos en esta oportunidad es del evangelista San Lucas, que nos presenta la multiplicación de los panes. Recordemos que este suceso está relatado en los cuatro evangelios, lo que nos da una idea de lo impresionante que resulto este hecho en aquel momento. A la vez que podemos decir que es uno de los milagros de Jesús que más testigos presenciaron.
    Procesión Corpus Christi. Linares

    Esto sucedió luego de la misión de los doce, que Jesús les había encomendado de ir pueblo por pueblo anunciando la Buena Noticia. Es por esto mismo que una gran multitud los seguía y acompañaba. Jesús no era indiferente a esta situación, al contrario, los recibe y les habla del Reino de Dios. La predicación de Jesús iba acompañada de curaciones a enfermos. Es decir que en este relato no solo tenemos el “gran milagro” de la multiplicación, sino también otros milagros como lo son las curaciones.
    Corpus Christi. Linares

    Al caer la tarde, la preocupación de los discípulos aumenta, se preguntaban que comería la multitud, y donde pasarían la noche. Es importante el dato que nos aporta el evangelista, se hallaban en un desierto: aquí la comida es escasa porque la presencia de animales y cultivos es escasa. Sumándole a esto, que las poblaciones más cercanas se hallarían a varios kilómetros.

    Ante esta situación, la primera solución que se les ocurre a los discípulos es deshacerse del problema, pidiéndole a Jesús que despida a la multitud para que estos vayan a otras ciudades en busca de comida y reposo.

    Pero Jesús no es indiferente a lo que vive y siente cada uno de estos hombres y mujeres que lo siguen y que hasta se olvidan de comer con tal de escuchar sus palabras. No es necesario que nadie se vaya. Jesús no excluye a nadie, por eso dice a sus apóstoles: “Dadles vosotros de comer”. Imaginemos el susto con el que habrán reaccionado estos. En sus manos cinco panes y dos pescados, rodeados de 5.000 personas a las que debían alimentar. La opción de ir a comprar pan no era posible, ya que era de noche y se encontraban en medio del desierto. Los discípulos no lograron encontrar solución al problema.

    Es Jesús quien toma la iniciativa, y lo hace a partir de lo poco que tiene en sus manos; cinco panes y dos pescados.
    En cada MISA, Jesús, Pan de Vida,
    se parte y se reparte
    Jesús toma el pan y los pescados, lo bendice, lo parte y lo entrega. Por medio de estas tres acciones, logra transformar una lógica del descarte en una lógica de comunión, en una lógica de comunidad. Estos gestos nos recuerdan a la eucaristía, que mediante estos mismos gestos se ofrece a los hombres.

    Podemos imaginarnos cómo iban pasando de mano en mano los panes y los peces hasta llegar a los más alejados. Jesús logra generar una corriente entre los suyos, todos iban compartiendo lo propio, convirtiéndolo en don para los demás y así fue como comieron hasta saciarse, e increíblemente sobró.
  • Reflexión: Piensa las palabras, frases o acciones del texto que por alguna causa te impactan... Ayúdate de las siguientes preguntas:
  • • ¿Qué te llama la atención de esta historia?
    • ¿Te identificas con los discípulos que ven el problema y no saben qué hacer?• ¿Has sentido que no tienes “suficiente” para ayudar o servir a los demás?
    • ¿Crees que Dios puede multiplicar lo poco que tú tienes si lo pones en sus manos?
  • Oración:
    En Misa comemos a Jesús,
    el Pan de la Vida Eterna
  • - Gracias por darnos la posibilidad de hallarte en las especies consagradas del vino y del pan. Gracias Señor por salir al encuentro, haciéndote cercano, próximo.

    Te pido que siempre tenga la conciencia plena de saber que tú estás ahí, esperándome, esperándonos. Y que, aunque no pueda orar, o no vengan palabras a mi boca, te pueda ofrecer en ese momento mi silencio que tú lo sabes aprovechar. Porque no bastan las palabras para expresar lo que mi corazón siente cuando mi mirada se encuentra con la tuya. Es en ese preciso instante en que mis ojos mirándote a través del Pan de Vida, siente un gozo que trasciende cualquier espacio terreno.

    Señor que a través de mi vida otros lleguen a conocerte, a seguirte, a adorarte. Por eso te pido el don de ser coherente entre lo que digo creer y lo que hago, la fortaleza en la voluntad, y una alegría tal que otros quieran vivir de este mismo modo.

    Al comulgar soy custodia o sagrario
    Señor, si llegará algún día o momento a olvidarme de ti, tú nunca te olvides de mí. Amen.
    - Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Hoy damos gracias por su resurrección y porque nos llena de alegría. 
     Añadimos nuestras intenciones de oración.
  • Interiorizo La Palabra de Diosrepetimos varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

  • «Todos comieron y quedaron satisfechos»
    (Versículo 17)

    Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.
    Cantamos "Me basta con saber que estás aquí"
  • Me comprometo: A lo largo de la semana cumpliré este reto:
  •  Compartir algo que normalmente no darías: tu tiempo, una merienda, ayuda a un compañero que lo necesita.
    Hacer una “acción invisible”: una buena obra que nadie vea, como Jesús que bendijo y partió el pan sin llamar la atención.
2. Aprende y colorea:
3. Hoy celebramos el DÍA DE CÁRITAS con el lema "Mientras haya personas, habrá ESPERANZA"
4. Ve el Vídeo "Pan partido y compartido" Después coméntalo con tus padres y catequistas.
5. Realiza el puzzle:
Cantamos "Aunque no te pueda ver"
¡JESÚS ES EL PAN
QUE DA LA VIDA 
QUE DURA PARA SIEMPRE!

domingo, 15 de junio de 2025

DIOS ES AMOR Y NOS AMA CON AMOR ETERNO. SANTÍSIMA TRINIDAD 2025 -C


 Lecturas misa AQUÍ.

Os dejamos el Evangelio según San Juan 16, 12-15:
MEDITAMOS
Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo es una comunidad de Amor y a nosotros nos ama con un Amor que nunca termina.
En el momento de nuestro bautismo comenzamos a vivir teniendo como referencia la familia de la Trinidad. Comenzamos así, a vivir en el Padre, movidos por el Espíritu por la entrega del Hijo. Somos casa de la Trinidad, donde ella misma dialoga con nosotros y pone en nosotros el deseo de vivir en comunidad, en caridad.
PARA VIVIR:
El amor de Dios a nosotros es más fuerte que el amor de una mamá por sus hijos. Es un amor que siempre perdona, que es gratuito, es decir, se da sin esperar nada a cambio. Dios quiere que descubramos ese amor que nos tiene porque él busca y desea nuestra felicidad, la felicidad eterna, que nunca termina. Somos libres para responder a Dios con nuestro amor, o decirle que no lo queremos amar y nuestra vida se irá alejando de él poco a poco. Vamos hoy a tratar de conversar un poco más con él y abrir los ojos y los oídos del corazón para “verlo y escucharlo”.
ORACIÓN:
Querido Dios, 
Padre, Hijo y Espíritu Santo, 
siempre estás en todas partes, 
nunca te vas, somos nosotros 
los que nos alejamos de Ti. 
Te damos gracias 
porque sentimos tu presencia 
en las cosas que has hecho: 
la luna, el sol, las estrellas, los planetas; 
los ríos, las plantas, las flores; 
las aves, los grandes animales 
y los pequeños que a veces 
tenemos por mascotas; 
el mar, los peces; las montañas. 
Te damos gracias 
porque nos has hecho 
a tu imagen y semejanza 
y por eso, podemos amarte 
y conversar contigo 
como con un amigo, 
como con papá o mamá. 
Te damos gracias 
porque nos abriste 
las puertas del cielo 
y nos acompañas siempre 
hasta que lleguemos a tu casa, 
a la que nos tienes preparada. 
Concede el don de la paz 
a todos los hombres y mujeres del mundo; 
que no haya violencia ni odios. 
Que en nuestra casa haya amor y alegría 
y todos nos ayudemos. Amén.
Cantamos "Con amor eterno"
El MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD:
Jesús les promete que el Espíritu Santo los ayudará a conocer la verdad. Y todo lo que el Espíritu diga vendrá del Padre y del Hijo.
Aquí está el gran misterio: Dios es uno solo, pero tiene tres personas.
- Dios Padre, que nos ha creado.
- Dios Hijo, que es Jesús y nos ha salvado.
- Dios Espíritu Santo, que nos acompaña y guía.
¡Pero no son tres dioses! Son un solo Dios con tres personas distintas que se aman muchísimo entre sí. Dios es familia, Dios es amor. Siempre están juntos, se escuchan, se hablan, se aman.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo ek Evangelio. Después comenta comenta con tus padres y catequistas, las siguientes cuestiones:
  • Contesta:
  • - ¿Recuerdan qué fiesta celebramos el domingo pasado?
    - ¿Quién, dice Jesús, nos guiará hasta la verdad plena?
    - ¿De quién es todo lo que viene del Padre?
    - ¿Qué es lo que nos comunicará el Espíritu Santo?
    - ¿Has tenido experiencia del consuelo de Dios en tu vida?
    - ¿Te ha tocado consolar a alguna persona?
    - ¿Qué sugiere para ti, que el Espíritu se identifique con la verdad?
    - ¿Qué dices de la expresión: Espíritu Santo, el beso de Dios?
    - ¿Me dejo guiar, consolar e iluminar por el Espíritu Santo?
  • El texto: Jesús sigue hablando a sus discípulos de la promesa, esa promesa que les hará sentirse completos en la verdad. Jesús manifiesta que tiene muchas cosas que decirles a sus discípulos, pero que ellos no serán capaces de cargar, aún no están preparados para entender.
    Es por eso que la promesa del Espíritu no es sólo una promesa para abandonar el miedo, es una promesa para ser libres en la verdad.
    También en este pasaje miramos la relación directa entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, dándonos un testimonio de comunión, manifestada en la comunicación.
  • Nuestro conocimiento se irá acrecentando si nos dejamos guiar por el Espíritu, Maestro interior de la Verdad plena, es decir, quién nos hará comprender el propósito espiritual de las palabras de Jesús y de su alcance. Así “verdad” es Jesucristo: camino, verdad y vida. “No hablará por su cuenta” es decir, en comunión Trinitaria (Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, son una comunidad de amor, cuyo lenguaje es el amor, a eso nos referimos cuando hablamos de en comunión Trinitaria, en comunión de amor). “Lo que haya oído”, es decir, del Padre y del Hijo. Los Padres de la Iglesia siempre decían que del amor del Padre y del hijo, brotaba el beso que es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el beso de Dios, no es por nada que se llame en este texto: “Consolador” un beso en la frente, por ejemplo, reconforta, alivia, acerca, comunica y transmite, sobre todo: amor y consuelo. “Anunciará las cosas por suceder”; yo veo aquí el papel de un “centinela” que ve desde lo alto y avisa que avista para información de todos. Por ejemplo: lo que va a suceder es que llegaremos a puerto seguro.
    La última idea: este “Ayudante” (con mayúsculas), al servicio de la verdad del Evangelio y del Reino, fue una promesa de Jesús antes de subir al cielo. Seremos conducidos por ese “Padrino” que nos bautizará: con Espíritu Santo y con Fuego, por esa “Nodriza” que nos criará hasta que comamos alimento sólido; por ese “Pedagogo” que nos enseñará la Verdad del Evangelio; por ese “Mentor” que nos apoyará y promoverá en nuestro crecimiento, en nuestras empresas y proyectos; por ese “Guía” que nos indicará el camino sobre todo en la oscuridad, que nos acompañará siempre hasta el fin de nuestros días.; por ese “Abogado” que nos defenderá. Saludemos y dejemos que siga su obra en nosotros no lo contristemos, más bien, dejemos que nuestros pasos no se aparten jamás de sus sendas que nos llevarán sin dudar al mismo corazón de Dios.
  • Reflexión
  • Este hermoso episodio del Evangelio me hace meditar y reflexionar sobre ¿Cuán libre me siento? Yo que he recibido el Espíritu Santo en mi bautismo, en mi confirmación, que lo celebro en cada Pentecostés y que lo invoco a diario ¿siento? ¿vivo? ¿la libertad que el Espíritu Santo me ha dado al revelarme la verdad de Jesucristo? ¿Glorifico a Dios con mis acciones? ¿Anuncio con valentía la verdad de que Jesucristo ha muerto en la cruz por mi y ha resucitado para salvarme de la muerte eterna? Me cuestiono hoy mi radicalidad con el Evangelio.

  • Oración
  • Dios Padre, gracias por tu gran amor, mi corazón arde de felicidad al saber que tú me has revelado lo bueno, lo verdadero, lo bello… y eso quiero comunicarlo al mundo.
    Dios hijo, quiero glorificarte con mi vida, anunciarte con mis palabras, pero sobre todo con mis acciones, ayúdame a serle fiel a tus promesas.
    Dios Espíritu Santo, te haces presente en mi vida desde el respiro del que soy consciente cada mañana y desde la fuerza que me impulsa a diario a continuar mi camino. Ayúdame a ser testigo de la verdad, que sean siempre tus palabras en mi boca y tus motivaciones y caminos en mis pies. Amén
  • Interiorizo la Palabra de Dios: Con la canción "Espíritu de Dios llena mi vidasuave. Los invitamos a cerrar los ojos, respirar hondo y dejar que Dios hable en el corazón. (Imagina a Jesús a tu lado, hablándote con ternura. Siente su paz. Deja que el Espíritu Santo llene tu corazón).

  • Repetimos los versículos:
    Cuando venga el Espíritu de la verdad, 
    Él los guiará hasta la verdad completa.
  • Me comprometo
  • - Comenzaré el día PIDIENDO ESPÍRITU SANTO para que me guíe y me conduzca con guía y amparo.
    - Escuchar con más atención a las personas que me aconsejan con amor.
    - Pedir al Espíritu Santo que me ayude cuando no sepa qué decisión tomar.
    - Compartir con un amigo una palabra de esperanza o fe.
2. Aprende y colorea:

3. Ve el vídeo "Canto de Amor compartido" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Realiza el puzzle: 
Cantamos: "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo..."
¡GUIAME SEÑOR
PARA ESTAR VIVOS Y UNIDOS!

sábado, 7 de junio de 2025

PENTECOSTÉS 2025. VIII DOMINGO PASCUA -C

Lecturas de misa AQUÍ

Os dejamos el Evangelio según San Juan 20, 19-23:
Cuándo se celebra:
Se celebra el domingo 50 días después de la Pascua (es decir, siete semanas).
Marca el final del tiempo pascual.
Significado teológico para los católicos:
Venida del Espíritu Santo:
Según Hechos 2, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles reunidos en Jerusalén en forma de lenguas de fuego. Este evento les dio valentía para predicar el Evangelio a todas las naciones.
Nacimiento de la Iglesia:
Se considera el inicio de la misión evangelizadora de la Iglesia.
Es el momento en que los discípulos salen al mundo a anunciar el mensaje de Cristo, llenos del poder del Espíritu Santo.
Cumplimiento de la promesa de Jesús:
Jesús prometió enviar al Consolador o Abogado (el Espíritu Santo) tras su Ascensión al cielo (ver Juan 14:16-17).
Símbolos de Pentecostés:
Fuego: Representa el ardor del Espíritu.
Viento: Simboliza el aliento de Dios (como en Génesis 2:7).
Paloma: Imagen tradicional del Espíritu Santo.
Color litúrgico: rojo, que simboliza el fuego, el amor divino y el martirio.

Liturgia en Pentecostés:

Misa solemne con lecturas especiales:
Primera lectura: Hechos 2:1–11 (descenso del Espíritu Santo).
Salmo: “Envía, Señor, tu Espíritu, y renueva la faz de la tierra.”
Evangelio: Usualmente de Juan, sobre la promesa o el don del Espíritu.
Se reza o canta la secuenciaVen, Espíritu Divino” (Veni Sancte Spiritus), una bella oración de invocación al Espíritu Santo.

Cantamos la secuencia de Pentecostés:
Muchas parroquias hacen confirmaciones en esta fecha, por la conexión con el don del Espíritu.
O Juan 20, 19-23:
MEDITAMOS:
Jesús les dice a los discípulos: “Recibid el Espíritu Santo”.
La Iglesia nació el día de Pentecostés y ese día se acabó el miedo que tenían los apóstoles y con valentía comenzaron a predicar cuanto Jesús les había enseñado. A través de más de dos mil años, los discípulos de Jesús que han recibido al Espíritu Santo han sido valientes, han predicado el mensaje de salvación y han dado testimonio de Jesús, aún con su propia vida, como los apóstoles. Reunidos en oración con la Virgen María, los discípulos se prepararon a recibir la promesa del Padre. Para recibir al Espíritu Santo, nosotros tenemos que estar dispuestos, es decir: con el corazón limpio, con fe y buenas relaciones con los demás. 
PARA LA VIDA
EL ESPÍRITU SANTO ES VIDA EN NOSOTROS
No podemos caer en alguna trampa al pensar que sólo con manifestaciones externas de piedad ya tenemos al Espíritu Santo en nuestras manos. El Espíritu Santo sabe lo que necesitamos y nos inspira a pedir que seamos sanados cuando la sensualidad, el odio y la venganza nos dominan; nos inspira a pedir la fortaleza cuando somos débiles, nos inspira a pedir la fe cuando no creemos y nos apartamos de Dios. Jesús dice que el Espíritu es como el viento que pasa, y nosotros no lo podemos atrapar y pasa cuando quiere. ¿Qué tenemos que hacer, entonces? Tener nuestra llamita de amor a Jesús siempre encendida, decirle a Jesús cada día: “me pongo en tus manos, en Ti confío”.
ORACIÓN:
Querido amigo Jesús,
yo te quiero mucho.
Quiero hacer 
lo que tú me enseñas.
Espíritu Santo
ayúdame a ser bueno,
a recordar lo que Jesús dijo,
y a amar como Él nos enseñó. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta
  • - ¿Por qué se llenaron de alegría los discípulos?
    - ¿Qué nos desea Jesús?
    - ¿A quién les dijo Jesús a los discípulos que recibieran?- ¿Qué sintieron los discípulos al verlo?
    - ¿Cuál es la frase que vuelve a repetir en el texto?
    - ¿A que los manda a hacer a sus discípulos?
    - ¿Con qué gesto el Señor infundió el Espíritu Santo?
    - ¿A quienes se les perdonarán los pecados?, ¿Y a quienes se les retendrán?
  • El texto: La palabra Pentecostés tiene su origen en el griego, que significa el “quincuagésimo día”. Estos cincuenta días, son los que pasaron desde el Domingo de Pascua a este Domingo de Pentecostés.

    Muchas de las festividades cristianas que marcan el año litúrgico tienen una correlación a las antiguas fiestas judías, muchas de ellas hoy se siguen conmemorando. En este caso, está relacionada a la fiesta judía Shavuot o Fiesta de las semanas, en la que se recordaba los cincuenta días de la aparición de Dios en el Sinaí, en la que entrego la Ley a Moisés. A la vez esta fiesta tenía una fuerte impronta agrícola, se trataba de un día de acción de gracias por la recolección de los frutos de la tierra, por la época del año se trataba de las primeras cosechas, es por eso que también recibe el nombre de Fiesta de las Primicias.
    El Tiempo de Pascua nos adentró en el misterio de la Resurrección del Señor, y nos enfocó en la centralidad del plan de Salvación: Cristo muerto y resucitado para la Salvación del mundo. Esta es nuestra alegría y nuestro gozo, sabernos invitados a salvarnos, teniendo en Cristo el camino perfecto de imitación. Un tiempo litúrgico culmina, pero no ocurre lo mismo con nuestro compromiso adquirido en la noche de la Vigilia Pascual y durante este tiempo especial, en el que renacimos y nos configuramos verdaderos discípulos de Cristo. Con Pentecostés vemos confirmada la presencia del Señor en su Pueblo de una forma muy particular.
    El Evangelio que nos propone la liturgia para este domingo es del evangelista San Juan en su capitulo veinte, donde encontramos el relato de la venida del Espíritu Santo. También podemos encontrar grandes aportes y detalles más precisos en la primera lectura de hoy, de los Hechos de los Apóstoles.

    Nos dice la palabra que se trataba del primer día de la semana; el domingo, y ocurre en el lugar donde solían encontrarse los discípulos de Jesús. Esta casa era llamada el “Cenáculo”, ubicada en la ciudad de Jerusalén, allí también se llevó a cabo la última cena de Jesús con sus apóstoles. Luego de la muerte de Jesús esta casa paso a ser el lugar de encuentro y oración de los discípulos, y tambien un lugar de protección ante los judíos y autoridades del pueblo, es por ello que se encontraba con las puertas cerradas.

    Al llegar Jesús, los saludó diciendo “La Paz este con ustedes”. El Resucitado viene a sus discípulos a darles nueva vida, es la gracia de la Paz que comunica una inmensa alegría; la del encuentro de Dios y el hombre. Jesús al llegar al cenáculo, lleva lo que faltaba en ese momento la Paz, y lo hace con su presencia.
    La Paz de Cristo no es como la paz del mundo, confundida por el quietismo o falta de movimiento, la Paz de Cristo es viva y dinámica, con una fuerza capaz de llevar a plenitud al mismo hombre, de hacerlo mover, y salir de sí mismo para ir a comunicar lo bueno y bello que hay en el encuentro con Dios. La Paz de Cristo da nueva vida, y pone al hombre en camino.
    Jesús mostró sus manos y su costado, y los discípulos se llenaron de alegría. Los signos del resucitado son visibles, en sus manos y en su pecho aún están las marcas de los dolores de su crucifixión. La alegría de los discípulos es la de saber presente al Señor en medio de ellos, es la alegría de confirmar las palabras y la resurrección del Señor. Y Jesús vuelve a repetir el saludo de la Paz, la reiteración en este sentido pone énfasis en la alegría y la Paz que debían tener los discípulos a partir de ese momento.
    Y luego añadió “Como el Padre me envió, así os envío yo”, y diciendo esto sopló sobre ellos. La presencia y el encuentro del Señor con sus discípulos confirma el mandato misionero, este es el momento de salir, las puertas del cenáculo debe abrirse para ir a anunciar la Buena Noticia; Jesús muerto y resucitado nos llama e introduce en una nueva vida.
    El soplo de Jesús simboliza al Espíritu Santo, principio de la nueva creación sobrenatural. El soplo comunica la vitalidad, la alegría, el amor y la plenitud del resucitado. Jesús comunica y trasporta la esencia de la comunión divina a sus discípulos, a través de los carismas, dones y frutos que nacen del Espíritu Santo. Para los discípulos en ese momento recibir el Espíritu, significo fuerzas para cumplir con el envío misionero de Jesús.
    Repasando la lectura, Jesús se presenta como el mensajero de la Paz, llamando a sus discípulos a salir a anunciarlo, e infundiendo el Espíritu Santo sobre cada uno de ellos. Pero aquí no termina todo sino que esta efusión del Espíritu Santo exige el perdón de los pecados, está en los discípulos la capacidad de perdonar y reconciliarse. Esta es la invitación del Señor: perdonar para ser perdonado.
  • Reflexión: Vamos a profundizar en el texto
  • Meditando sobre este momento particular en que estoy viviendo, ¿cómo están las puertas de mi corazón? ¿cerradas al igual que las del Cenáculo? ¿Qué me lleva a cerrar estas puertas?, ¿es por seguridad o para no sentirme molestado por otro? ¿Mis puertas están cerradas para hablar de Dios a los demás?
    ¿Qué cosas me dan o transmiten Paz? ¿Entiendo que es Cristo nuestra verdadera Paz? ¿La Paz que experimento en los sacramentos y en la oración, la pierdo con facilidad? ¿Qué hacer?
    El encuentro con Jesús nos llena de alegría ¿Soy motivo de alegría para los demás? ¿En mi familia? ¿Y en mi comunidad?

    ¿El Señor de la Paz me envía para anunciarlo, como y con que animo lo hago? ¿Comprendo que también yo como discípulo del Señor soy constructor de la Paz? ¿A qué me compromete esto?
    Como bautizados también hemos recibido el Espíritu Santo. ¿Qué significa para mí esta presencia tan particular de Dios en mí vida? ¿Entiendo que soy templo del Espíritu Santo? ¿Le pido que me guíe y asista en cada momento para hacer su voluntad?
    ¿En que dones pediría hoy al Señor que me fortalezca?
  • Oración
  • Espíritu Santo
    Tú eres la fuerza
    que me anima cuando estoy triste,
    la luz que me guía
    cuando tengo dudas.

    Espíritu de Dios,
    llena mi corazón de alegría,
    enséñame a rezar con verdad,
    a hablar con amor,
    a perdonar sin rencor.

    Hoy quiero decirte: sí, Espíritu Santo.
    Ven a mi vida,
    quédate conmigo,
    guíame siempre
    por el camino de Jesús. Amén. 


    Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor.
    Añadimos nuestras intenciones de oración. Amén.
  • Interiorizo La Palabra de Dios
  • Repetimos varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

    «Recibid el Espíritu Santo»
    (Versículos 22)


    Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.
  • Me comprometo
  • De forma personal o individual, vuelvo a leer detenidamente las lecturas. Hoy el Señor me invita a ser un constructor de la Paz, y a perdonar para ser perdonado. La Paz y la Reconciliación van de mano, la primera suele ser el resultado de la segunda. Por lo tanto si hay alguna persona con la cual reconciliarme, es el momento de acércame a ella, para perdonar o ser perdonado.
    En grupo, nos comprometemos a ser comunidad como en el cenáculo, imitando el primer Pentecostés. Inundados del Espíritu Santo, y de la Paz de Cristo resucitado cumpliendo su mandato misionero. Pensamos en algún centro de salud también de enfermos o ancianos para visitar en la semana, y llevar “algo” que represente y comunique a ellos también la llegada del Espíritu Santo.
2. Aprende y colorea:
3. Ve el vídeo "Esa chispa" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Realiza el puzzle:
Cantamos "Ven Espíritu Santo"
¡ESPÍRITU SANTO, 
VEN A MI Y GUIAME 
POR EL CAMINO DE JESÚS!