Lecturas Misa AQUÍ.
Nosotros nos sentimos temerosos cuando escuchamos o leemos estos pasajes del Evangelio que hablan de destrucción, de persecución, de fin de los tiempos.
Otras veces hemos comentado al respecto: Cuando escuchamos o leemos la Palabra de Dios, el Espíritu Santo viene en nuestra ayuda y nos ilumina y nos enseña. La Palabra de Dios siempre es actual: ¿Qué nos quiere decir, hoy, esta Palabra, ante las cosas que están ocurriendo en el mundo? ¿Podemos escondernos y taparnos los oídos y los ojos para no enterarnos de lo que pasa a nuestro alrededor? Nuestro compromiso cristiano nos lleva a confiar plenamente en el Señor y con su iluminación determinar lo que vamos a hacer y decir. Los cristianos comprometidos y muchos misioneros, a lo largo del siglo veinte y de lo que llevamos de este siglo veintiuno, han tenido que dar la vida por Jesús, por defender a los pobres, por ayudar a los marginados, porque con su obrar al estilo de Jesús, eran como una espina punzante en una sociedad corrupta y materialista, inhumana y esclavizadora. Los templos, los edificios más importantes no son las grandes construcciones: somos las personas. No todo el que sigue a Jesús tiene que sufrir el martirio, perder la vida Nosotros tendremos persecución y eso, a veces lo hemos sentido cuando los amigos, compañeros u otras personas se han burlado de nosotros por ser de la Infancia Misionera, por asistir a Misa, por rezar, por hacer obras de amor hacia los demás. Por eso, el miedo, muchas veces, es una tentación que nos quiere sacar de la realidad para que no actuemos. Jesús nos pide que seamos inteligentes e interpretemos las señales, lo que vemos para poder actuar como cristianos.
PARA VIVIR:
Ahora sus discípulos y seguidores de Jesús somos nosotros: No todo el que sigue a Jesús tiene que sufrir el martirio, perder la vida Nosotros tendremos persecución y eso, a veces lo hemos sentido cuando los amigos, compañeros u otras personas se han burlado de nosotros por pertenecer a un grupo de catequesis en la parroquia, por asistir a Misa, por rezar, por hacer obras de amor hacia los demás. Por eso, el miedo, muchas veces, es una tentación que nos quiere sacar de la realidad para que no actuemos. Jesús nos pide que seamos inteligentes e interpretemos las señales, lo que vemos para poder actuar como cristianos.
Querido amigo Jesús,Tú nos adviertes
para que no nos sintamos orgullosos
de las grandes construcciones,
de las grandes muestras de poder
de la que alardean los gobiernos de los países.
Tú dices que no quedará piedra sobre piedra.
Al final de todo, ¿Qué quedará?
Quedará el amor que hayamos tenido
al débil, la solidaridad con el necesitado,
la generosidad de nuestro corazón,
las pequeñas o grandes ayudas que hemos dado,
la fe en Jesús sobre cualquier otra cosa.
Contigo, Jesús, vamos seguros
y llegaremos al lugar que nos has preparado
en la casa de Dios Padre.
Gracias Jesús por todo lo que nos enseñas. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
- Contesta: - ¿Qué les dijo Jesús a quienes admiraban la obra del templo y sus bellos adornos?
- El texto:
- Reflexión:
- ¿Qué le preguntaron a Jesús sus discípulos respecto a lo que él dijo sobre el templo?
- ¿Qué dijo Jesús referente a cuanto tendrán que pasar sus discípulos? ¿Los que se mantengan firmes, qué van a conseguir?
Jesús recomienda a sus amigos que no se dejen llevar por las personas que anuncian catástrofes, desgracias y tragedias. Cuando oigáis que el momento final está cerca, no tengáis miedo ni os angustiéis. Aunque paséis por momentos difíciles en los que os insulten, persigan y os maldigan no perdáis la calma ni la confianza. Si os mantenéis unidos a mí no tengáis ningún miedo.
Reflexiona y comparte (puede hacerse en grupo o en silencio):
• ¿Qué parte del texto te llamó más la atención?
• Jesús no promete que todo será fácil, pero dice: “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.”
¿Qué significa para ti “perseverar”?
• ¿Qué cosas te hacen perder la esperanza o las ganas de seguir creyendo?
• ¿Cómo puedes mantenerte fiel a Dios cuando las cosas no van bien?
- ROración:
- Interiorizo La Palabra de Dios: Guardamos silencio unos minutos.
Jesús nos invita a no tener miedo. Aunque el mundo cambie o se derrumbe lo que creemos seguro, Él está con nosotros y nos da fuerza para seguir adelante.
Haz una oración personal así:
Señor Jesús,
a veces tengo miedo
cuando veo tantas cosas malas en el mundo.
Pero tú me dices que no me asuste,
que confíe en ti.
Dame fuerza para perseverar,
para no rendirme en la fe ni en el amor.
Enséñame a ser testigo tuyo con mi vida,
incluso cuando haya dificultades. Amén.
- Imagina a Jesús mirándote con ternura y diciéndote:
“No tengas miedo, yo estoy contigo.”
Deja que esa frase se grabe en tu corazón.
- Repite en tu interior:
- Me comprometo:
“Con mi perseverancia salvaré mi alma.”
Piensa en una acción concreta y realízala a lo largo de esta semana:
• 💌 Animar a alguien que esté desanimado.
• 🙏 Rezar cada día una breve oración de confianza (“Jesús, confío en ti”).
• No rendirme ante algo difícil (estudios, familia, amistad…) y ofrecerlo a Dios.
3. Ve el vídeo "La hora del testimonio"4. Realiza el puzzle:
Cantamos "Arraigado en ti, Señor"
¡DIOS NO SE QUEDA
EN LAS COSAS EXTERNAS
SINO EN LO QUE PERMANECE
EN EL CORAZÓN:
LA FE, LA ESPERANZA Y EL AMOR!



































.jpg)




