- Reflexión: Dios en su plan de amor con nosotros, quiere que ayudemos con nuestro granito de arena, es decir, con nuestra sincera colaboración y disponibilidad. Nuestro modelo siempre será Jesús, el se entregó a sí mismo por todos y por eso estamos salvados. Hay muchas maneras de dar la vida por los demás y por eso, si estamos atentos a la voz del Espíritu Santo, haremos cosas increíbles. Jesús cuenta con nosotros en su plan, somos muy importantes para él. La misión de Jesús, después de su resurrección se prolonga en la misión de sus discípulos, a los cuales entrega el testigo del encargo que recibiera Él de su Padre: ir a todo el mundo, a toda la creación, y anunciar la Buena Noticia. Les constituye en prolongación de lo que Él empezó a decir y a manifestar en Galilea, y que ellos llevarán hasta los confines últimos. Y harán esos signos que evocan el mundo nuevo esperado por los profetas que el mismo Jesús había ya manifestado.…Él nos encarga su misión, nos hace misioneros de su Buena Noticia enseñando lo que nosotros hemos aprendido, narrando lo que a nosotros nos ha acontecido, lo que nos ha devuelto la luz y la vida, lo «que hemos visto y oído», como decían los primeros cristianos.Hemos de acercarnos a este mundo y a esta creación de hoy, con sus luces y sombras, sus trampas y mentiras, sus incoherencias y heridas… tan diversas y tan dolientes, y allí ser esa prolongación de la alegría cristiana, de la esperanza, del gusto por la vida que trajo la Buena Noticia del Señor. Hay demasiados dolores y pesares, demasiadas preguntas y retos en la gente como para que los cristianos creamos que ya está todo dicho y hecho. Jesús y su Evangelio son siempre un tema pendiente, y a nosotros se nos ha confiado su anuncio y su acercamiento real al corazón de la vida.
- Meditación del Papa: La Ascensión no indica la ausencia de Jesús, sino que nos dice que Él está vivo entre nosotros de una manera nueva; ya no está en un preciso lugar del mundo tal como era antes de la Ascensión; ahora está presente en todo espacio y tiempo, junto a cada uno de nosotros.
- Lo reflejo en mi vida: El primer campo para evangelizar es nuestro propio hogar, con nuestros hijos y familiares. Ahí el cristiano ha de ser testigo de Jesús, ha de dejar ese buen aroma a Cristo.
- No hay fronteras, no hay límites Jesús nos envía para todas las personas. El evangelio es para todos. No es sólo para aquellos que parecen más cercanos a nosotros, más abiertos, más acogedores. Es para todas las personas. ¿Cómo sientes y vives el envío de Jesús? (Papa Francisco)
- No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a todos los ambientes, hasta las periferias existenciales, incluidos aquellos que parecen más distantes, más indiferentes. El Señor busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor. Es necesario ir donde Jesús no es conocido o donde Jesús es perseguido o donde Jesús está desfigurado, para proclamar el Evangelio verdadero.(Papa Francisco)
- «Id…» somos enviados juntos… Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles para que vivan aislados, los ha llamado a formar un grupo, una comunidad. ¿Lo vives tú así o de forma individualista? (Papa Francisco)
- Evangelizar significa testimoniar personalmente el amor de Dios, significa superar nuestros egoísmos, significa servir inclinándonos a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús. ¿Testimonias el amor de Dios? ¿Estás cerca del hermano? ¿Te liberas de tu egoísmo? (Papa Francisco)
- Todos podemos proclamar el Evangelio de alguna manera cada día. Cada acto de bondad que realices puede dar el toque del Señor. Cada palabra alentadora que digas puede llevar la fuerza del Espíritu. Cada decisión de perdonar, aunque sea una ofensa pequeña, es fuente de gracia y compasión.
- ¡No desestimes ninguno de estos gestos! Tal vez no sean los hechos heroicos de los apóstoles, pero eso no importa. Por muy normal que todo parezca, «todo el mundo» al que Jesús te ha enviado necesita tu testimonio.
- Celebramos La Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales y pedimos por todos los que se dedican al anuncio del Evangelio y por todos los comunicadores, periodistas, delegados de medios, catequistas, anunciadores de la Palabra.
- Me comprometo: Siéntete invitado a realizar esta misión, como cristiano bautizado. No delegues. Eres tú el que recibe este mandato.
domingo, 12 de mayo de 2024
FUE ELEVADO AL CIELO Y SE SENTÓ A LA DERECHA DE DIOS. ASCENSIÓN DEL SEÑOR. VII DOMINGO PASCUA -B
domingo, 5 de mayo de 2024
JESÚS NOS AMA COMO EL PADRE LO AMA A ÉL. VI DOMINGO PASCUA-B
Lecturas misa AQUÍ.
Os dejamos el evangelio de Juan 15, 9-17:
- Contesta: -¿Con qué amor compara Jesús su amor hacia nosotros? -¿Cómo podemos permanecer en el amor de Jesús? -¿Cuál es el mandamiento que Jesús nos da? -¿Para qué nos ha elegido Jesús?
El texto dice: El Dios del que Jesús nos hablará, siendo Él mismo la Palabra y la manifestación, es un Dios que tiene entrañas de misericordia, que se ha hecho camino y acompañante, que es como un pastor bondadoso, como un padre que espera siempre la vuelta de sus hijos pródigos, que ofrece el perdón incluso cuando ya se está casi fuera de tiempo, como con el buen ladrón.
Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; como os he amado yo, amaos entre vosotros. Y así hasta el final, hasta dar la vida.Meditación del Papa: El Evangelio nos vuelve a llevar al Cenáculo: «Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he amado». Y, pensando en el sacrificio de la cruz ya inminente, añade: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando». Estas palabras resumen todo lo que Él hizo: Jesús dio la vida por sus amigos. Amigos que no lo habían comprendido, que lo abandonaron, traicionaron y renegaron. Esto nos dice que Él nos ama aun sin ser merecedores de su amor: ¡así nos ama Jesús! Jesús nos muestra el camino para seguirlo, el camino del amor. El mandamiento de Cristo es nuevo, porque Él, en primer lugar, lo realizó, le dio carne, y así la ley del amor se escribe una vez para siempre en el corazón del hombre. Está escrita con el fuego del Espíritu Santo. Y con este mismo Espíritu, que Jesús nos da, podemos caminar también nosotros por este camino. Es un camino concreto, un camino que nos conduce a salir de nosotros mismos para ir hacia los demás. Jesús nos mostró que el amor de Dios se realiza en el amor al prójimo. Ambos van juntos. Las páginas del Evangelio están llenas de este amor: adultos y niños, cultos e ignorantes, ricos y pobres, justos y pecadores han tenido acogida en el corazón de Cristo. El Señor nos llama a amarnos unos a otros, incluso si no siempre nos entendemos y no siempre estamos de acuerdo… pero es precisamente allí donde se ve el amor cristiano. Un amor que también se manifiesta si existen diferencias de opinión o de carácter. Este es el amor que nos ha enseñado Jesús. Es un amor nuevo. Es un amor redimido, liberado del egoísmo. Un amor que da alegría a nuestro corazón. Son muchos los pequeños y grandes gestos que obedecen al mandamiento del Señor: «Que os améis unos a otros, como yo os he amado». Gestos pequeños, de todos los días, gestos de cercanía a un anciano, a un niño, a un enfermo, a una persona sola y con dificultades, sin casa, sin trabajo, inmigrante, refugiada… Gracias a la fuerza de esta Palabra de Cristo, cada uno de nosotros puede hacerse prójimo del hermano y la hermana que encuentra. Gestos de cercanía, de proximidad. En estos gestos se manifiesta el amor que Cristo nos enseñó. (Papa Francisco). Cantamos "Padre nuestro":
«Este es mi mandamiento: Amaos los unos a los otros, como yo os he amado.» Esto es el mandamiento nuevo de Jesús. Amar como Jesús. ¿Y cómo nos amó Jesús? Hasta la muerte y muerte de cruz. Hasta dar la última gota de su sangre por nuestra salvación. ¿Podemos nosotros amar así? Si Jesús nos lo dice será que sí podemos. ¿Solos? somos muy poquita cosa. Tenemos pereza, nos enfadamos, nos cuesta compartir… ¿Con su ayuda? Hasta el cielo. Por eso se ha quedado con nosotros en la Eucaristía, y nos espera en el confesionario… Nos quiere llenar con su gracia para que seamos capaces de amar sin medida. Como Él. Los santos nos enseñan con su vida que sí podemos, si estamos unidos siempre a Jesús.
Mi oración: Nada nos separará del amor de Dios: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? Porque estoy seguro de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni otras fuerzas sobrenaturales, ni lo presente, ni lo futuro, ni poderes de cualquier clase, ni lo de arriba, ni lo de abajo, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Rom 8, 35-39) Cantamos Nada nos separará:
Lo llevo a mi vida: «Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor…» Y en esta unión de amor del Padre y de Jesús está la fuente de la verdadera alegría: «Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado». ¿Qué significan para ti los mandamientos? ¿Los concibes como una carga pesada? ¿Entiendes que son el camino para permanecer en el amor de Dios? ¿Experimentas la alegría de ser hijo de Dios? ¿Cómo comunicas esta alegría?
«¡amarnos unos a otros como él nos amó!». Jesús supera el Antiguo Testamento. El criterio antiguo era: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». El nuevo criterio es: «Amaros unos a otros como yo os he amado». Aquí Jesús dice: «¡No hay amor más grande de aquel que da la vida para sus hermanos!» ¿Cómo crece en ti este ideal de amor? Examina tu amor para con los demás ¿Qué significa para ti «amarse unos a otros? ¿Estás dispuesto a esto? ¿Qué tienes que mejorar?
«No os llamo ya siervos,… porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer». Jesús no tenía secretos para sus discípulos. Es éste el ideal de la vida en comunidad: lograr la total transparencia, no tener secretos entre nosotros, poder confiar el uno en el otro, compartir la experiencia que se tiene de Dios y de la vida y, así, enriquecernos mutuamente. Somos amigos y no siervos. ¿Cómo vive esto en tu relación con las personas? ¿Y con Dios?
No fuimos nosotros quienes elegimos a Jesús. Fue él quien nos encontró, nos llamó y nos dio la misión de ir y de dar fruto, fruto que permanezca. Nosotros necesitamos de Él, pero también él quiere precisar de nosotros y de nuestro trabajo para poder continuar haciendo hoy lo que él hizo para el pueblo de Galilea. La última recomendación: «¡Esto os mando: que os améis unos a otros!» ¿Te alegras, y das gracias de saberte elegido y llamado por Dios? ¿De que forma te comprometes este llamamiento hoy?Me comprometo: Jesús dice «Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud». Empieza a comunicar la alegría de Jesucristo Resucitado a los que te rodean, empieza por ti mismo.
domingo, 28 de abril de 2024
EL QUE PERMANECE EN MI Y YO EN ÉL, ESE DA FRUTO ABUNDANTE. V DOMINGO PASCUA -B
Unidos a la VID para tener VIDA |
Os dejamos el Evangelio según San Juan 15, 1-8:
- Contesta: - ¿A quién se compara Jesús y con quien compara al Padre? - ¿Qué significa que la rama que da fruto el Padre la poda para que dé más fruto? -¿En qué consiste la gloria de Dios?
- Reflexión: Jesús hoy nos hace una comparación muy sencilla para que entendamos lo que significa estar unidos a él. Si a una planta se le corta una rama, esta se seca y muere. Por eso, si una rama da fruto es porque está unida al tronco y recibe la misma savia y alimento que viene de la raíz. Si estamos unidos a Jesús, tenemos su misma vida, estamos alimentados por la gracia de Dios. Por eso tenemos que dar frutos, no quedarnos tranquilos sin hacer nada por el Reino. El viñador, el labrador, poda las ramas para que den más fruto, significa que, al que está unido a Jesús le van a venir dificultades porque muchos no quieren que el Reino de Dios se extienda, porque quien da fruto a veces es perseguido como Jesús y tiene que luchar. Pero quien está unido a Jesús, ¿Qué puede temer? Jesús está con él.
- Meditación del Papa Francisco: Jesús repite a menudo, sobre todo durante la última Cena: «Permaneced en mí». Y la vida cristiana es precisamente esto: permanecer en Jesús. Y, para explicarnos qué es lo que quiere decir, usa esta imagen de la vid: «Yo soy la vid verdadera, vosotros los sarmientos». Y todo sarmiento que no está unido a la vid, muere, no da fruto; y luego es arrojado para hacer fuego. (Papa Francisco).
- Lo llevo a mi vida:
- Me comprometo: Jesús dice «Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada». Empieza por aceptar tu condición de sarmiento. No eres la vid. Solo cuando estas unido a Jesucristo, puedes dar fruto. Injértate en otros sarmientos que perdieron la conexión a la vid. Jesús nos avisa de que aparentando lo que no somos no podemos seguirle. Acepta tu realidad y vívela de cara a Dios, de cara a los hermanos y de cara a ti mismo. Sé consciente de que no puedes hacer nada bueno si no vives en la presencia y comunión con el Señor. Déjate transformar por Él, dale espacio en tu vida, para que Él pueda hacer su obra en ti. El Señor también nos habla de la poda, «si una rama no produce fruto, él la corta y limpia toda rama que produce fruto para que dé más…». Vive la experiencia de la poda que el Señor hace en tu vida. Date cuenta de qué debes cambiar y déjate podar por Él. Examina que medios de unión con el Señor tienes en tu vida personal y comunitaria. En este tiempo Pascual es un buen momento para ser testigos de la alegría de resurrección. Visita a alguna familia que necesite ayuda, o visita algún enfermo, anciano o persona necesitada… que demuestre que eres testigo de Jesús. Haz más viva tu presencia de discípulo de Jesús en tu realidad de cada día.
domingo, 21 de abril de 2024
EL BUEN PASTOR. IV DOMINGO PASCUA -B
Lecturas misa Aquí.Os dejamos el Evangelio según San Juan 10, 11-18:
- Contesta: - ¿Jesús, qué dijo de él mismo a los fariseos? - ¿Qué diferencia hace Jesús entre el dueño de la ovejas y el que las cuida porque le pagan?- ¿Por qué dice Jesús que sus ovejas lo conocen a él? - ¿Por qué dice Jesús que tiene otras ovejas que no están en su redil y que las debe traer ahí?
- Jesús es un pastor bueno que cuida, alimenta, ayuda y está siempre con sus ovejas. Nosotros, si queremos ser fieles, podemos ser de esas ovejas del re- baño de Jesús.
- Reflexión: Jesús habló a los fariseos diciéndoles "Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas." Los fariseos dirigían al pueblo y en vez de conducirlo como buenos pastores lo tenían sometido con duras leyes y pesadas obligaciones. Los fariseos esta- ban muy lejos de dar la vida por el pueblo porque no amaban a nadie, sólo a sí mismos, se sentían empleados de Dios y por eso "recibían su paga". Cuando Jesús habla de que Él es el Hijo de Dios, les produce indignación, un hijo no es asalariado, lo tiene todo de su padre. Jesús dice que él es el Buen Pastor y que da la vida por las ovejas. Y ha dado la vida por sus ovejas libremente, sólo porque las ama. Las ovejas que conocen a Jesús lo aman y se sienten seguras con él. También, Jesús nos dice que quien no es buen pastor, cuando ve venir al lobo, abandona a las ovejas y las deja para que el lobo las disperse y les haga daño. Estamos en el 4º domingo de Pascua. Seguimos celebrando la Resurrección de Jesús. La alegría que sentimos en nuestros corazones tiene que salir fuera: comparte tus chuches, haz un pastel de chocolate, baila y alégrate. Esto es lo que le decimos a la Virgen en el «Regina coeli» a las 12:00
- Recordamos los sacramentos y cantamos:
- Jesús me ama: Jesús ha resucitado, ¡¡Aleluya!! y hoy me dice: -No tengas miedo, Yo estoy junto a ti cada segundo, cada minuto, siempre…
Escucha mi voz, confía en mi y no te ocurrirá nada malo. - Nos comprometemos: Nosotros tenemos que renovar nuestra confianza en Jesús, él ha dado la vida por nosotros y por eso es el Buen Pastor. También sabemos que hay muchos que se hacen pasar por pastores del rebaño pero lo que hacen es dispersar, separar, destruir y acabar con el rebaño.