domingo, 12 de mayo de 2024

FUE ELEVADO AL CIELO Y SE SENTÓ A LA DERECHA DE DIOS. ASCENSIÓN DEL SEÑOR. VII DOMINGO PASCUA -B

 LECTURAS MISA. AQUÍ.

Os dejamos el Evangelio de Marcos 16, 15-20:
MEDITAMOS:
Celebramos la Ascensión del Señor. Después de la resurrección, Jesús se les apareció muchas veces a los apóstoles. Y en este Evangelio se cuenta lo último que Jesús le dijo a los apóstoles, antes de quedarse con Dios Padre: 
“Id por todo el mundo 
y predicad el Evangelio 
a toda la Creación”
La fe, el ser cristiano, es para todo el mundo. Da igual la edad de la persona, si es hombre o mujer, da igual el lugar del mundo en el que vive, si es rico o pobre, la fe es para todos.
PARA LA VIDA:  
Es ahora que comienza nuestra MISIÓN. Con la fiesta de la Ascensión de Jesús, llega nuestro turno, el turno de todos sus amigos para ir anunciando por todo el mundo su Palabra, atravesada de tanto Amor. Dios tiene Corazón. Un Corazón grande que quiere ser conocido y amado. En el dibujo de fano vemos que todos somos reporteros de los preferidos de Jesús. Por toda la gente que hace de su vida un testimonio sencillo y eficaz de cuánto nos quiere el Señor. Es tiempo de anunciar impulsados por Jesús Resucitado y por su Espíritu. El mundo está necesitado de esta noticia de vida y de transformación.
La Ascensión es una fiesta que nos impulsa, un trampolín para que no tengamos miedo y transmitamos en nuestras vasijas de barro lo que gratis hemos recibido.

ORACIÓN:
Querido Jesús, 
has llegado a la meta 
que el Padre te señaló 
y, a la vez, comenzó nuestra tarea. 
Creemos que siempre estás con nosotros, 
y sabes que eres lo más importante 
 en nuestra vida.
Danos el don 
de saber comunicarte a los demás, 
de saber hablar de ti 
con mucho amor y entusiasmo; 
que no nos de reparo el manifestarnos 
como amigos y discípulos tuyos. 
Ayuda a todos los misioneros del mundo 
a ser muy fieles y alegres en su trabajo. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta: - ¿Qué les mandó hacer a sus discípulos, Jesús? - Para hacer esos milagros que enumera Jesús, ¿Qué hace falta? - ¿Qué hizo Jesús, después de hablarles a los discípulos? - ¿Qué significa eso de que Jesús actuaba con ellos?  
  • Reflexión: Dios en su plan de amor con nosotros, quiere que ayudemos con nuestro granito de arena, es decir, con nuestra sincera colaboración y disponibilidad.  Nuestro modelo siempre será Jesús, el se entregó a sí mismo por todos y por eso estamos salvados. Hay muchas maneras de dar la vida por los demás y por eso, si estamos atentos a la voz del Espíritu Santo, haremos cosas increíbles. Jesús cuenta con nosotros en su plan, somos muy importantes para él. La misión de Jesús, después de su resurrección se prolonga en la misión de sus discípulos, a los cuales entrega el testigo del encargo que recibiera Él de su Padre: ir a todo el mundo, a toda la creación, y anunciar la Buena Noticia. Les constituye en prolongación de lo que Él empezó a decir y a manifestar en Galilea, y que ellos llevarán hasta los confines últimos. Y harán esos signos que evocan el mundo nuevo esperado por los profetas que el mismo Jesús había ya manifestado.
    Él nos encarga su misión, nos hace misioneros de su Buena Noticia enseñando lo que nosotros hemos aprendido, narrando lo que a nosotros nos ha acontecido, lo que nos ha devuelto la luz y la vida, lo «que hemos visto y oído», como decían los primeros cristianos.
    Hemos de acercarnos a este mundo y a esta creación de hoy, con sus luces y sombras, sus trampas y mentiras, sus incoherencias y heridas… tan diversas y tan dolientes, y allí ser esa prolongación de la alegría cristiana, de la esperanza, del gusto por la vida que trajo la Buena Noticia del Señor. Hay demasiados dolores y pesares, demasiadas preguntas y retos en la gente como para que los cristianos creamos que ya está todo dicho y hecho. Jesús y su Evangelio son siempre un tema pendiente, y a nosotros se nos ha confiado su anuncio y su acercamiento real al corazón de la vida. 
  • Meditación del Papa: La Ascensión no indica la ausencia de Jesús, sino que nos dice que Él está vivo entre nosotros de una manera nueva; ya no está en un preciso lugar del mundo tal como era antes de la Ascensión; ahora está presente en todo espacio y tiempo, junto a cada uno de nosotros. 
  • En nuestra vida nunca estamos solos: tenemos este abogado que nos espera, que nos defiende. El Señor crucificado y resucitado nos guía; con nosotros hay muchos hermanos y hermanas que en el silencio y la oscuridad, en la vida familiar y laboral, en sus problemas y dificultades, en sus alegrías y esperanzas, viven cotidianamente la fe y llevan al mundo, junto con nosotros, el señorío del amor de Dios, en Cristo Jesús resucitado, ascendido al Cielo, nuestro abogado.
    Con su ascensión el Señor resucitado atrae la mirada de los apóstoles -y también nuestra mirada- a las alturas del cielo para mostrarnos que la meta de nuestro camino es el Padre. Él mismo dijo que se habría ido para prepararnos un lugar en el cielo. (Papa Francisco)
    Entretanto, Jesús se queda presente y operante en las situaciones de la historia humana con la potencia y los dones de su Espíritu; está al lado de cada uno de nosotros. Jesús resucitado está cerca de los cristianos perseguidos y discriminados, cercano a cada hombre y mujer que sufre, está cercano de todos nosotros. (Papa Francisco) 
  • Lo reflejo en mi vida: El primer campo para evangelizar es nuestro propio hogar, con nuestros hijos y familiares. Ahí el cristiano ha de ser testigo de Jesús, ha de dejar ese buen aroma a Cristo.
  • El mundo del trabajo, ahí donde realices tus actividades diarias, sea en la fábrica, en el campo, en la carretera, en el hogar, ahí donde haya un cristiano, habrá un testimonio de alguien que sabe que Jesús ha resucitado, que está esperándonos con las manos abiertas. Cada cristiano ha de ser testigo de Jesús, ha de dejar ese buen aroma a Cristo.  Jesús da la misión a los discípulos: anunciar el Evangelio. No permanecer en Jerusalén», sino salir a proclamar la Buena Noticia a todos. el Evangelio es proclamado siempre en camino, jamás sentados, siempre en camino». (Papa Francisco)
  • No hay fronteras, no hay límites Jesús nos envía para todas las personas. El evangelio es para todos. No es sólo para aquellos que parecen más cercanos a nosotros, más abiertos, más acogedores. Es para todas las personas. ¿Cómo sientes y vives el envío de Jesús? (Papa Francisco)
  • No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a todos los ambientes, hasta las periferias existenciales, incluidos aquellos que parecen más distantes, más indiferentes. El Señor busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor. Es necesario ir donde Jesús no es conocido o donde Jesús es perseguido o donde Jesús está desfigurado, para proclamar el Evangelio verdadero.(Papa Francisco)
  • «Id…» somos enviados juntos… Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles para que vivan aislados, los ha llamado a formar un grupo, una comunidad. ¿Lo vives tú así o de forma individualista? (Papa Francisco)
  • Evangelizar significa testimoniar personalmente el amor de Dios, significa superar nuestros egoísmos, significa servir inclinándonos a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús. ¿Testimonias el amor de Dios? ¿Estás cerca del hermano? ¿Te liberas de tu egoísmo? (Papa Francisco)
  • Todos podemos proclamar el Evangelio de alguna manera cada día. Cada acto de bondad que realices puede dar el toque del Señor. Cada palabra alentadora que digas puede llevar la fuerza del Espíritu. Cada decisión de perdonar, aunque sea una ofensa pequeña, es fuente de gracia y compasión.
  • ¡No desestimes ninguno de estos gestos! Tal vez no sean los hechos heroicos de los apóstoles, pero eso no importa. Por muy normal que todo parezca, «todo el mundo» al que Jesús te ha enviado necesita tu testimonio.
  • Celebramos La Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales y pedimos por todos los que se dedican al anuncio del Evangelio y por todos los comunicadores, periodistas, delegados de medios, catequistas, anunciadores de la Palabra.
  • Me comprometo: Siéntete invitado a realizar esta misión, como cristiano bautizado. No delegues. Eres tú el que recibe este mandato.
  • No podemos quedarnos sentados mientras a muchos no ha llegado el mensaje de Jesús. No podemos dejar a los sacerdotes y catequistas toda la tarea de evangelización. Nos corresponde a todos como cristianos colaborar con la oración y con la acción.
    Hoy, más que nunca, se necesita que los cristianos nos comprometamos generosamente a predicar el Evangelio en la comunidad y el ambiente donde nos encontramos.
    ¿Qué implica para ti, la misión que te deja el Señor de ir por el mundo a anunciar la Buena Nueva?, ¿Cómo la puedes realizar, a qué te comprometes?
    ¿De qué manera, con qué actitudes y disposiciones, llevas la Buena Nueva en cada ambiente y situación donde estás y vives?
    El Señor Jesús está junto al Padre y está a nuestro lado, ¿Cómo es tu relación con Él?, ¿Qué hacer para estar siempre en su presencia?, ¿De qué manera?
    La ASCENSIÓN para los más pequeños:
2. Aprende y colorea:


3. Repasa el Credo de nuestra fe explicado:
4. Ve el vídeo "Testigos de la tierra" Despues coméntalo con tus padres y catequistas: 
4. Realiza el puzzle:
Cantamos "Ascensión de Jesús"
DESDE NUESTRO BAUTISMO
JESÚS VIVE CON NOSOTROS
Y TENEMOS LA MISIÓN DE
ANUNCIAR EL EVANGELIO

domingo, 5 de mayo de 2024

JESÚS NOS AMA COMO EL PADRE LO AMA A ÉL. VI DOMINGO PASCUA-B

 
Lecturas misa AQUÍ.

Os dejamos el evangelio de Juan 15, 9-17:

MEDITAMOS
AMAR COMO JESÚS
En este Evangelio Jesús está hablando con los apóstoles durante la última cena. Sabe que le quedan pocas horas para que empiece su Pasión.
Es la última vez que cenarán tranquilos, que les podrá decir lo que lleva en el corazón.
Jesús les dice lo mucho que les ama y les dice lo más importante. Lo fundamental para que no pierdan el camino y alcancen la felicidad.
PARA LAVIDA:
Caminamos juntos, y unidos. Queremos caminar permaneciendo en tu amor, Señor.
Lo haremos en dos movimientos: uno vertical, hacia Dios, inspirados en Jesús, que nos ama como el Padre nos ha amado. Y otro horizontal, “permanecer” es entregar un amor derramado hasta el límite en la Cruz a través de la entrega diaria a nuestros hermanos. “Permanecer” no es un verbo estático, nos lanza al dinamismo del amor redentor. Contemplar la Cruz de Jesús en este tiempo de Vida nos lleva a este doble movimiento del corazón. Sigamos en camino y permanezcamos así en su amor.
ORACIÓN
Querido Jesús,
gracias porque nos amas 
con ese amor 
que el Padre te tiene a ti.
No entendemos mucho 
cómo es ese amor 
pero te pedimos 
que todos los hombres del mundo
descubran y conozcan cuánto nos amas 
y sientan la alegría verdadera. 
 Jesús, que no haya más guerras, 
ni muertes violentas, ni odios. Amén.
ACTIVIDIADES:
1. Lee ove de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta: -¿Con qué amor compara Jesús su amor hacia nosotros? -¿Cómo podemos permanecer en el amor de Jesús? -¿Cuál es el mandamiento que Jesús nos da? -¿Para qué nos ha elegido Jesús?
  • El texto diceEl Dios del que Jesús nos hablará, siendo Él mismo la Palabra y la manifestación, es un Dios que tiene entrañas de misericordia, que se ha hecho camino y acompañante, que es como un pastor bondadoso, como un padre que espera siempre la vuelta de sus hijos pródigos, que ofrece el perdón incluso cuando ya se está casi fuera de tiempo, como con el buen ladrón.
    Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; como os he amado yo, amaos entre vosotros. Y así hasta el final, hasta dar la vida.

  • Meditación del PapaEl Evangelio nos vuelve a llevar al Cenáculo: «Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he amado». Y, pensando en el sacrificio de la cruz ya inminente, añade: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando». Estas palabras resumen todo lo que Él hizo: Jesús dio la vida por sus amigos. Amigos que no lo habían comprendido, que lo abandonaron, traicionaron y renegaron. Esto nos dice que Él nos ama aun sin ser merecedores de su amor: ¡así nos ama Jesús! Jesús nos muestra el camino para seguirlo, el camino del amor. El mandamiento de Cristo es nuevo, porque Él, en primer lugar, lo realizó, le dio carne, y así la ley del amor se escribe una vez para siempre en el corazón del hombre. Está escrita con el fuego del Espíritu Santo. Y con este mismo Espíritu, que Jesús nos da, podemos caminar también nosotros por este camino. Es un camino concreto, un camino que nos conduce a salir de nosotros mismos para ir hacia los demás. Jesús nos mostró que el amor de Dios se realiza en el amor al prójimo. Ambos van juntos. Las páginas del Evangelio están llenas de este amor: adultos y niños, cultos e ignorantes, ricos y pobres, justos y pecadores han tenido acogida en el corazón de Cristo. El Señor nos llama a amarnos unos a otros, incluso si no siempre nos entendemos y no siempre estamos de acuerdo… pero es precisamente allí donde se ve el amor cristiano. Un amor que también se manifiesta si existen diferencias de opinión o de carácter. Este es el amor que nos ha enseñado Jesús. Es un amor nuevo. Es un amor redimido, liberado del egoísmo. Un amor que da alegría a nuestro corazón. Son muchos los pequeños y grandes gestos que obedecen al mandamiento del Señor: «Que os améis unos a otros, como yo os he amado».  Gestos pequeños, de todos los días, gestos de cercanía a un anciano, a un niño, a un enfermo, a una persona sola y con dificultades, sin casa, sin trabajo, inmigrante, refugiada… Gracias a la fuerza de esta Palabra de Cristo, cada uno de nosotros puede hacerse prójimo del hermano y la hermana que encuentra. Gestos de cercanía, de proximidad. En estos gestos se manifiesta el amor que Cristo nos enseñó. (Papa Francisco). Cantamos "Padre nuestro":

  • «Este es mi mandamiento: Amaos los unos a los otros, como yo os he amado.» Esto es el mandamiento nuevo de Jesús. Amar como Jesús. ¿Y cómo nos amó Jesús? Hasta la muerte y muerte de cruz. Hasta dar la última gota de su sangre por nuestra salvación. ¿Podemos nosotros amar así? Si Jesús nos lo dice será que sí podemos. ¿Solos? somos muy poquita cosa. Tenemos pereza, nos enfadamos, nos cuesta compartir… ¿Con su ayuda? Hasta el cielo. Por eso se ha quedado con nosotros en la Eucaristía, y nos espera en el confesionario… Nos quiere llenar con su gracia para que seamos capaces de amar sin medida. Como Él. Los santos nos enseñan con su vida que sí podemos, si estamos unidos siempre a Jesús

  • Mi oraciónNada nos separará del amor de Dios¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? Porque estoy seguro de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni otras fuerzas sobrenaturales, ni lo presente, ni lo futuro, ni poderes de cualquier clase, ni lo de arriba, ni lo de abajo, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Rom 8, 35-39) Cantamos Nada nos separará:

  • Lo llevo a mi vida: «Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor…» Y en esta unión de amor del Padre y de Jesús está la fuente de la verdadera alegría: «Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado». ¿Qué significan para ti los mandamientos? ¿Los concibes como una carga pesada? ¿Entiendes que son el camino para permanecer en el amor de Dios? ¿Experimentas la alegría de ser hijo de Dios? ¿Cómo comunicas esta alegría? 

    «¡amarnos unos a otros como él nos amó!». Jesús supera el Antiguo Testamento. El criterio antiguo era: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». El nuevo criterio es: «Amaros unos a otros como yo os he amado». Aquí Jesús dice: «¡No hay amor más grande de aquel que da la vida para sus hermanos!» ¿Cómo crece en ti este ideal de amor? Examina tu amor para con los demás ¿Qué significa para ti «amarse unos a otros? ¿Estás dispuesto a esto? ¿Qué tienes que mejorar?
    «No os llamo ya siervos,… porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer». Jesús no tenía secretos para sus discípulos. Es éste el ideal de la vida en comunidad: lograr la total transparencia, no tener secretos entre nosotros, poder confiar el uno en el otro, compartir la experiencia que se tiene de Dios y de la vida y, así, enriquecernos mutuamente. Somos amigos y no siervos. ¿Cómo vive esto en tu relación con las personas? ¿Y con Dios?
    No fuimos nosotros quienes elegimos a Jesús. Fue él quien nos encontró, nos llamó y nos dio la misión de ir y de dar fruto, fruto que permanezca. Nosotros necesitamos de Él, pero también él quiere precisar de nosotros y de nuestro trabajo para poder continuar haciendo hoy lo que él hizo para el pueblo de Galilea. La última recomendación: «¡Esto os mando: que os améis unos a otros!» ¿Te alegras, y das gracias de saberte elegido y llamado por Dios? ¿De que forma te comprometes este llamamiento hoy?

  • Me comprometo: Jesús dice «Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud». Empieza a comunicar la alegría de Jesucristo Resucitado a los que te rodean, empieza por ti mismo.

  • Jesús dice «a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer». Te invito a imitar a Jesús en su actuar. o te limites en llamar amigo, solo al cercano. Dale a conocer la gran vivencia de la Fe, como Jesús, que llama amigo a los que ha dado a conocer a Dios..
    Evalúa tu relación con los integrantes de tu familia, amigos o compañeros de estudio o trabajo, para amar como el Señor lo hace contigo. Acércate a cada uno y comparte el amor de Dios.
    Revisa tu forma de actuar, ¿Muestras signos de amor? ¿Qué te falta? ¿Qué tienes que mejorar?
    Piensa en alguien muy cercano a ti a quien le has dedicado poco tiempo últimamente (personas de tu familia, amigos de estudio o de trabajo) y comprométete a tener un gesto especial con él.
    Agradece el amor de Dios hacia ti, como te protege, como te ayuda, como…
    El amor de Jesús y que nosotros tenemos que vivir, es paz, alegría, ayuda, perdón del mal que nos han hecho, felicidad. Por eso San Juan nos dice que Dios es Amor, porque es paz. Alegría, ayuda, perdón del mal que hemos hecho y del que estamos arrepentidos y felicidad plena. ¿Eres amigo de Jesús?¿Tienes amigos? ¿Los amas? ¿Cómo debemos ser los cristianos con nuestros amigos?
2. Aprende y colorea: 
3. Ve el vídeo "Romper barreras" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Hoy también es el primer domingo de mayo. El día de la madre. Le decimos Felicidades a  mamá con esta canción de la Virgen en el mes de mayo "María, María"
5. Realiza el puzzle:
 Cantamos "Como el padre me amó"
¡¡JESÚS, ENSÉÑANOS A AMAR
COMO TU AMAS!!

domingo, 28 de abril de 2024

EL QUE PERMANECE EN MI Y YO EN ÉL, ESE DA FRUTO ABUNDANTE. V DOMINGO PASCUA -B

Unidos a la VID para tener VIDA
 Lecturas misa. Aquí.

Os dejamos el Evangelio según San Juan 15, 1-8:

MEDITAMOS
YO SOY LA VID VERDADERA
«Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.»

PARA LA VIDA:
      SIN MI, NADA PODÉIS HACER
Si separas el sarmiento del tronco de la vid, se secará y morirá. Del tronco le llega todo lo que necesita para vivir y dar fruto.
Nosotros somos como el sarmiento y Jesús es nuestro tronco. Sin Él nos secamos y morimos.
Él es nuestro alimento. Se quedó con nosotros en forma de pan y vino para que lo podamos comer y beber literalmente.

¡¡JESÚS EUCARISTÍA!!
Recibimos a Jesús en la Eucaristía
alimento para la vida eterna

¿No te das cuenta de que si no vamos los domingos a misa y comulgamos, nos secaremos y morirá el amor en nuestros corazones, como los sarmientos separados del tronco de la vid?

Aprende bien... La comunión de los santos «es la unión común que hay entre Jesucristo, Cabeza de la Iglesia, y sus miembros, y de éstos entre sí.
Comunión quiere decir «común unión«; y Comunión de los Santos quiere decir unión común con Jesucristo de:
-todos los santos del cielo,
-las almas del purgatorio
-los fieles que aún peregrinamos en la tierra.
Es la unión de todos los santos con la Cabeza de la Iglesia, que es Jesucristo, y de todos los santos entre sí.
Los del cielo interceden por los demás; los de la tierra honran a los del cielo y se encomiendan a su intercesión, también oran y ofrecen sufragios por los difuntos del purgatorio, y estos también interceden a favor nuestro.»
ORACIÓN:
Querido Dios,
Tú quieres que estemos muy unidos a Jesús 
para que podamos hacer el bien 
y producir los frutos que Tú esperas. 
Bien sabes que no hacemos grandes cosas
pero tenemos buenos deseos 
de ser grandes misioneros de tu Reino. 
Bendice a todos los que están unidos a Jesús 
y fortalece la fe de quienes se han cansado 
de producir buenos frutos. Amén.
Cantamos "Yo soy la vid y vosotros..."
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta: - ¿A quién se compara Jesús y con quien compara al Padre? - ¿Qué significa que la rama que da fruto el Padre la poda para que dé más fruto?  -¿En qué consiste la gloria de Dios?
  • Reflexión: Jesús hoy nos hace una comparación muy sencilla para que entendamos lo que significa estar unidos a él. Si a una planta se le corta una rama, esta se seca y muere. Por eso, si una rama da fruto es porque está unida al tronco y recibe la misma savia y alimento que viene de la raíz. Si estamos unidos a Jesús, tenemos su misma vida, estamos alimentados por la gracia de Dios. Por eso tenemos que dar frutos, no quedarnos tranquilos sin hacer nada por el Reino. El viñador, el labrador, poda las ramas para que den más fruto, significa que, al que está unido a Jesús le van a venir dificultades porque muchos no quieren que el Reino de Dios se extienda, porque quien da fruto a veces es perseguido como Jesús y tiene que luchar. Pero quien está unido a Jesús, ¿Qué puede temer? Jesús está con él.  
  • Meditación del Papa Francisco: Jesús repite a menudo, sobre todo durante la última Cena: «Permaneced en mí». Y la vida cristiana es precisamente esto: permanecer en Jesús. Y, para explicarnos qué es lo que quiere decir, usa esta imagen de la vid: «Yo soy la vid verdadera, vosotros los sarmientos». Y todo sarmiento que no está unido a la vid, muere, no da fruto; y luego es arrojado para hacer fuego. (Papa Francisco).
  • Los sarmientos que están unidos a la vid, reciben de la vid la savia vital y así se desarrollan, crecen y dan los frutos. Permanecer en Jesús significa estar unido a Él para recibir de Él la vida, de Él el amor, de Él el Espíritu Santo. Es verdad, todos somos pecadores, pero si permanecemos en Jesús, como los sarmientos en la vid, el Señor viene, nos poda un poco, para que podamos dar más fruto. Él siempre nos cuida. (Papa Francisco).
    Permanecer en Jesús quiere decir tener la voluntad de recibir de Él la vida, también el perdón, incluso la podada, pero recibirla de Él. Permanecer en Jesús significa buscar a Jesús, orar, la oración. Permanecer en Jesús significa acercarse a los sacramentos: la Eucaristía, la Reconciliación. (Papa Francisco).
    Cuando nosotros hablamos mal de los demás, por ejemplo, o cuando criticamos, no permanecemos en Jesús. Cuando somos mentirosos, no permanecemos en Jesús. Cuando engañamos a los demás con esos asuntos sucios que están al alcance de todos, somos sarmientos muertos, no permanecemos en Jesús. Permanecer en Jesús es hacer lo mismo que Él hacía: hacer el bien, ayudar a los demás, orar al Padre, curar a los enfermos, ayudar a los pobres, tener la alegría del Espíritu Santo. (Papa Francisco).
    Jesús es bueno, nos invita a permanecer en Él. Él nos da la fuerza, y si caemos en pecado —todos somos pecadores— Él nos perdona, porque Él es misericordioso. Pero lo que Él quiere son estas dos cosas: que permanezcamos en Él y que no seamos hipócritas. Y con esto una vida cristiana sigue adelante. (Papa Francisco)
  • Lo llevo a mi vida
  • ¡Permaneced en mi Amor! Jesús insiste en decir que debemos permanecer en Él y que sus palabras deben permanecer en nosotros. Y llega a decir: «¡Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis!» Lo que el Padre quiere es que seamos discípulos fieles y así demos mucho fruto. ¿Es intensa y verdadera tu unión de vida con Jesús? ¿Sientes que te hace falta el orar, meditar y cumplir su palabra?
    ¡Yo soy la vid y vosotros los sarmientos! No se trata de dos cosas distintas: de un lado la vid, de otro, los ramos. No hay una vid sin ramos. Nosotros somos parte de Jesús. Jesús es el todo. Para que un ramo pueda producir frutos, debe estar unido a la vid. ¿Qué clase de sarmiento eres? ¿Sarmiento vigoroso, que transporta y comunica Vida? ¿Sarmiento quebrado, y que se seca a causa del pecado, es decir por apartarse de la Vid?
    Permaneced en mí, y yo en vosotros. ¿Cómo es tu permanencia en el Señor: es una permanencia cómoda y pasiva? ¿O por lo contrario, es permanencia en el amor, que te lleva a comunicar las bondades del Señor?
    El que permanece en mí y Yo en él… ¿Permaneces en Jesús o estás lejos de Jesús? ¿Estás unido a la vid que te da vida o eres un sarmiento muerto, que es incapaz de dar fruto, de dar testimonio? ¿Qué podas o momentos difíciles que has pasado en tu vida que te han ayudado a crecer?
    Lo que mantiene viva una planta, capaz de dar frutos, es la savia que la atraviesa. ¿Es Cristo el que está presente en ti y te mantiene vivo, capaz de dar frutos? ¿Qué frutos produce tu fe en Jesús? ¿Actúas comprometidamente?
    El que cosecha tus frutos es Dios Padre, el «Viñador» ¿Cómo te interpela esto? ¿Qué frutos das al Señor? ¿Cuáles son los frutos de debes dar y todavía no has logrado hacerlo? 
  • Me comprometo: Jesús dice «Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada». Empieza por aceptar tu condición de sarmiento. No eres la vid. Solo cuando estas unido a Jesucristo, puedes dar fruto. Injértate en otros sarmientos que perdieron la conexión a la vid. Jesús nos avisa de que aparentando lo que no somos no podemos seguirle. Acepta tu realidad y vívela de cara a Dios, de cara a los hermanos y de cara a ti mismo. Sé consciente de que no puedes hacer nada bueno si no vives en la presencia y comunión con el Señor. Déjate transformar por Él, dale espacio en tu vida, para que Él pueda hacer su obra en ti. El Señor también nos habla de la poda, «si una rama no produce fruto, él la corta y limpia toda rama que produce fruto para que dé más…». Vive la experiencia de la poda que el Señor hace en tu vida. Date cuenta de qué debes cambiar y déjate podar por Él. Examina que medios de unión con el Señor tienes en tu vida personal y comunitaria. En este tiempo Pascual es un buen momento para ser testigos de la alegría de resurrección. Visita a alguna familia que necesite ayuda, o visita algún enfermo, anciano o persona necesitada… que demuestre que eres testigo de Jesús. Haz más viva tu presencia de discípulo de Jesús en tu realidad de cada día.
2. Aprende y colorea:


3. Ve el vídeo "Esforzarse en ser auténtico" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Realiza el puzzle:
Cantamos "Un corazón para parecerme a Jesús"
¡QUERIDO JESÚS, SIEMPRE EN MI
PARA QUE PUEDA DAR
BUENOS FRUTOS!

domingo, 21 de abril de 2024

EL BUEN PASTOR. IV DOMINGO PASCUA -B

 

Lecturas misa Aquí.

Os dejamos el Evangelio según San Juan 10, 11-18:
MEDITAMOS: 
Jesús en el Evangelio nos dice que el Buen Pastor da su vida por las ovejas. Esto es muy parecido a lo que hacen nuestras madres y nuestros padres por nosotros. Dedican todo el tiempo a ayudarnos en lo que sea necesario para que nosotros podamos ser felices.
Dios nos quiere y nos cuida como nuestros padres. Y Jesús lo compara a un pastor que cuida de sus ovejas.
Jesús, Buen Pastor de la Iglesia
PARA LA VIDA:
Nosotros confiamos en Jesús y lo seguimos como ovejas del Buen Pastor que Él es. Por eso debemos seguir los pasos de Jesús y cuidar a otras personas como un pastor cuida de sus ovejas.
Dos cosas importantes: 1) Dios nos cuida como nos cuidan nuestros padres y 2) nosotros debemos cuidarnos unos a otros como una gran familia.
ORACIÓN:
Querido Jesús, Buen Pastor, 
Amigo y Dios nuestro: 
te queremos, te adoramos, 
te damos gracias 
 porque de muchas maneras 
nos invitas a tu amistad 
y a permanecer contigo. 
Sabes que somos débiles 
y que nuestra fe entra en dudas, 
muchas veces. 
Pero no nos desanimamos, 
confiamos en tu amor 
y en tu fidelidad 
para seguir adelante. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones: 

  • Contesta: - ¿Jesús, qué dijo de él mismo a los fariseos? - ¿Qué diferencia hace Jesús entre el dueño de la ovejas y el que las cuida porque le pagan?- ¿Por qué dice Jesús que sus ovejas lo conocen a él? - ¿Por qué dice Jesús que tiene otras ovejas que no están en su redil y que las debe traer ahí?
  • Jesús es un pastor bueno que cuida, alimenta, ayuda y está siempre con sus ovejas. Nosotros, si queremos ser fieles, podemos ser de esas ovejas del re- baño de Jesús.  
  • Reflexión: Jesús habló a los fariseos diciéndoles "Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas." Los fariseos dirigían al pueblo y en vez de conducirlo como buenos pastores lo tenían sometido con duras leyes y pesadas obligaciones. Los fariseos esta- ban muy lejos de dar la vida por el pueblo porque no amaban a nadie, sólo a sí mismos, se sentían empleados de Dios y por eso "recibían su paga". Cuando Jesús habla de que Él es el Hijo de Dios, les produce indignación, un hijo no es asalariado, lo tiene todo de su padre. Jesús dice que él es el Buen Pastor y que da la vida por las ovejas. Y ha dado la vida por sus ovejas libremente, sólo porque las ama. Las ovejas que conocen a Jesús lo aman y se sienten seguras con él. También, Jesús nos dice que quien no es buen pastor, cuando ve venir al lobo, abandona a las ovejas y las deja para que el lobo las disperse y les haga daño. Estamos en el 4º domingo de Pascua. Seguimos celebrando la Resurrección de Jesús. La alegría que sentimos en nuestros corazones tiene que salir fuera: comparte tus chuches, haz un pastel de chocolate, baila y alégrate. Esto es lo que le decimos a la Virgen en el «Regina coeli» a las 12:00
REGINA COELI
V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya.
R. Porque el que mereciste llevar en tu seno;
aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo; aleluya.
R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.
Oración
Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre,
la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo
Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.
(durante la Pascua se reza en vez del Ángelus) 


Jesús, Buen Pastor, 
está junto a nosotros, cuidándonos.
Nos hace hijos de Dios en el
Bautismo, nos alimenta en la Eucaristía,
nos cura en la Confesión
En cada uno de los Sacramentos,
está Presente Jesús, el Buen Pastor.
        

  • Jesús me ama: Jesús ha resucitado, ¡¡Aleluya!! y hoy me dice: -No tengas miedo, Yo estoy junto a ti cada segundo, cada minuto, siempre…
    Escucha mi voz, confía en mi y no te ocurrirá nada malo. 
  • Nos comprometemos: Nosotros tenemos que renovar nuestra confianza en Jesús, él ha dado la vida por nosotros y por eso es el Buen Pastor. También sabemos que hay muchos que se hacen pasar por pastores del rebaño pero lo que hacen es dispersar, separar, destruir y acabar con el rebaño. 
2. Aprende y colorea: 
3. Ve el Vídeo "Vida que hay en mí"
4. Realiza el puzzle:
¡¡QUIERO IR CON JESÚS
SIEMPRE!!