sábado, 13 de septiembre de 2025

DIOS VINO AL MUNDO A SALVARNOS. XXIV DOMINGO TO-C EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

 Lecturas Misa AQUÍ.
 
Exaltación de La Santa Cruz.

Os dejamos el Evangelio según San Juan 3, 13-17:
MEDITAMOS
JESÚS REVELA QUE SERÁ ELEVADO 
COMO SIGNO DE SALVACIÓN 
Y AMOR ETERNO DEL PADRE
Jesús nos dice que Dios nos ama tanto que envió a su Hijo para salvarnos. No vino a castigarnos, sino a ofrecernos vida y esperanza. Su amor es un regalo que no se compra ni se gana, simplemente se recibe.

Este Evangelio es como una carta de amor de Dios para ti. 

Te dice: “Te quiero tanto que te he dado a Jesús. Cree en Él y nunca estarás solo.”

PARA VIVIR:
Cuando aceptamos a Jesús, aprendemos a vivir con alegría, ayudando a los demás y confiando en que nunca estamos solos.

ORACIÓN:

Querido amigo Jesús,
“gracias porque viniste a salvarme, 
no a condenarme. 

Ayúdame a creer en tu amor, 
a confiar en ti y a tratar a los demás 
con el mismo amor 
con que Tú me miras. Amén.”

ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
DIOS HA ENVÍADO A SU HIJO 
PARA NUESTRA SALVACION Y FE
  • Contesta:
  • ¿Con quién habla Jesús en el Evangelio?
    ¿Quién es Nicodemo?
    ¿Qué dice Jesús a Nicodemo?
    ¿Qué frase o frases te llaman la atención en este texto Evangelio?

  • El texto:  Jesús habla con Nicodemo, quien es un maestro de la ley. Jesús le explica que nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, quien bajó del cielo y está en el cielo. Nicodemo se refiere a la serpiente levantada por Moisés en el desierto, y Jesús le dice que el Hijo del hombre debe ser levantado para que todo el que crea en él tenga vida eterna. Dios amó al mundo tanto que entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Además, Jesús dice que Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.
  • Reflexión:  
  • Jesús entra en diálogo con Nicodemo, uno de maestro de la Ley, miembro del Sanedrín, el que le vino a hablar de noche (a escondidas).
    Jesús le explica a Nicodemo que es el (Jesús) hijo del hombre, una especie de de código davídico que, como maestro de la ley y miembro del Sanedrín, entendería bien que significaba que era el Salvador, el Mesías.
    Qué él (Jesús) había bajado del cielo y que “está” en el cielo. En otras palabras era tan humano como divino.
    Continúa usando las escrituras para llegarle al corazón a Nicodemo. Hace referencia al evento del Éxodo durante el cual Moisés tuvo que fundir todos los metales preciosos para hacer una serpiente y elevarla para que se salvaran de las mordidas de serpientes que habían invadido su campamento (en verdad, los estaba salvando de su idolatría).
    Jesús se identifica su cruz, su crucifixión, con la serpiente salvadora: “… todo el que crea en él [tendrá] vida eterna.” Todo el que mire a su cruz …
    Luego, nos entrega la célebre frase que tanto es citada en los estadios de fútbol y en otros eventos: “.. tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo él que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” (Jn 3, 16).
    Jesús finaliza con una aclaración: “.. Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que él mundo se salvara por él.”
    Nos ayudamos de preguntas para reflexionar:
    • ¿Qué parte del texto me llama más la atención?
    • ¿Qué significa que Dios me amó tanto que entregó a su Hijo por mí?
    • Jesús no vino a condenar, sino a salvar. ¿Yo a veces me siento más juzgado o más amado por Dios?
    • ¿Cómo cambia mi forma de ver a los demás cuando pienso que Dios también los ama así?
    ¿Aún creemos que el mundo puede salvarse por Cristo? ¿Estamos anunciando este amor con nuestras vidas?
  • Oración:
  • Señor, ven y muéstrame tu Cruz,
    muéstrame tu Cruz y Sálvame.
    Ayúdame a aceptar mi cruz
    y a abrazarla como tu abrazaste la tuya …
    y cuando me caiga, envíame un Cirineo …
    para que pueda ayudarme a cargarla de nuevo
    y seguir en camino hacia ti. Amén.
    Cantamos "Santa Cruz"
  • Interiorizo La Palabra de Dios:
  • En silencio:
    • Imaginamos el corazón de Dios que late de amor por el mundo.
    • Me dejo mirar por Jesús en la cruz que ama sin condiciones.
    A lo largo de la semana repito:
    Tanto me ama Dios

  • Me comprometo:
  • Me propongo hacer el esfuerzo de mantener siempre presente la Cruz de Cristo. De hacer su cruz visible en mi vida, en mi cuarto, mi escritorio, mi coche, en los lugares que pueda ubicarla. De ver lo “tanto que Dios nos amó y ama a través de tu Cruz, Señor. De mantenerla presente siempre como recordatorio de que yo también estoy invitado a aceptar mi cruz (mis cruces), y seguir en camino hacia la salvación.
    • Esta semana, en lugar de criticar o juzgar, voy a buscar salvar/ayudar a alguien con una palabra de ánimo o un gesto concreto. 
    • Poner un recordatorio en el teléfono que diga: “Dios me ama y me salva”.
2. Aprende y colorea:

DINÁMICA:
Materiales
• Papeles rojos en forma de corazón (1 por persona).
• Papeles oscuros/negros (1 por persona).
• Cinta adhesiva.
• Una cruz (puede ser de madera, cartón o hecha en el piso con cinta).
Desarrollo
1. Introducción
El animador lee el texto de Juan 3, 13-17. Explica: muchas veces pensamos que Dios nos juzga y condena, pero en realidad nos salva y nos da vida eterna.
2. Primera parte: el peso del juicio
• Cada niño/a recibe un papel negro.
• Escribe allí algo que siente como “juicio” o "carga": una crítica, una inseguridad, un error, un miedo.
• Luego lo pega en su pecho.
3. Segunda parte: el amor que salva
• El animador dice: “Dios no nos quiere ver así, llenos de juicios, sino que nos regala su amor”.
• Se entrega a cada uno un corazón rojo. En él escriben su nombre y una palabra que los haga sentir amados (ej: alegría, confianza, amistad, paz).
4. Tercer paso: el intercambio
• En silencio, los chicos caminan hasta la cruz.
• Allí dejan pegado su papel negro (sus juicios) y se ponen el corazón rojo en el pecho.
• El animador recuerda: “Así como la cruz se levantó, Dios nos da vida nueva en Jesús. Ya no cargamos condena, sino amor”.
5. Realizamos:
• Breve momento de silencio con música suave.
• Oración en grupo: 
“Gracias, Señor, 
porque nos amas tanto que nos salvas. 
Ayúdanos a vivir como hijos amados 
y a mirar a los demás con tus ojos de amor. Amén”
3. Ve el vídeo "Vivir en armonía con la vida que nos rodea" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Realiza el puzzle:
 Cantamos "No adoréis a nadie más que a Cristo..."
¡DIOS ME AMA Y ME SALVA!

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