sábado, 8 de marzo de 2025

DESPEDIDA A D. MANUEL VALENZUELA BRUQUE, UN SACERDOTE, AMIGO Y HERMANO:

HASTA EL CIELO, QUERIDO AMIGO MANOLO!

En primer lugar, doy gracias a Dios por su presencia constante en nuestra vida. También doy gracias por nuestro sacerdote y amigo, Manolo, configurado con Cristo en su vida consagrada a Él y a los más pequeños de la Iglesia: los pobres y necesitados….

Manolo, hoy el cielo se abre, y no es porque te hayas ido, es porque llegas… con las manos llenas de amor y el corazón desgastado de tanto servir. Como Discípulo fuiste enviado a proclamar el Reino de Dios, y cumpliste tu misión en esta vida, con total dedicación y entrega generosa que todos los que colaboramos contigo pudimos ver en todo momento. Agradezco a Dios haberte encontrado en mi camino  desde 2007 en La Parroquia de Santa María La Mayor…

Hoy despedimos a un hombre de Dios, Buen Pastor con olor a oveja, que supo cuidar de su rebaño, y de las otras ovejas: "También tengo otras ovejas que no son de este redil; a ésas también las tengo que conducir, y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño y un solo pastor" (Juan 10, 16), despedimos a un amigo y hermano, Manolo, cuya vida fue testimonio vivo de la Alegría del Evangelio de la que habla el Papa Francisco. Su amor a Dios y su servicio a la Iglesia le llevó a ser desprendido y a trabajar incansablemente en diversos proyectos de Evangelización y  solidaridad:

. D. Manuel fue Ángel de la noche, llevando alimento y consuelo a quienes dormían en la intemperie de las calles de Linares, cobijando con su presencia a los más olvidados. Y es que su corazón ardía por los más necesitados: trabajó incansablemente por el comedor social.

. Gran persona por su sencillez, humildad y cercanía a todos, sin distinción.

. Sembró esperanza envuelta en oración entre los enfermos y en cada alma cansada, con el apostolado de la sonrisa, acercándoles a la Virgen María en su advocación de Lourdes, llevándoles consuelo y fortaleza a todos los enfermos. Viajó con ellos a Lourdes con la Pastoral de la Salud.

. D. Manuel convocó periódicamente a los jóvenes de Linares, oró con y por ellos, les mostró que Jesús es alegría y la Fe es una aventura de amor. Fue guía y amigo, los escuchó y les hizo sentir parte de algo grande unidos a Jesús.

. Manolo nos formó en La Escuela de Catequistas del Arciprestazgo de Linares con pasión y entrega; con la pedagogía de Jesús: escuchando-curando, abrazando, enseñando con amor, y orando. Muchas oraciones y reflexiones de libros de la Biblia leídos en grupo para profundizar en nuestra fe cristiana.

. Don Manuel a los más pequeños, niños y niñas, les predicó el Evangelio de forma creativa, con humildad y ternura, incluso a través de un teatro de guiñol les hablaba del amor de Dios por cada uno de nosotros.

. Con "Relatos de Pasión" desde 2013, la escenificación de la vida de Jesús, su pasión, muerte y resurrección, bajo la dirección de D. Manuel Valenzuela. Con el objetivo de Evangelizar de forma viva y cercana, y cuyos beneficios siempre destinados a obras sociales o a Cáritas.

. D. Manuel como párroco de Santa Bárbara, propuso e impulsó actividades y talleres para acercarse a la población del barrio y conocer, en mayor profundidad, su realidad socialpara poder intervenir en el medio humano, físico, social y cultural donde viven los niños y jóvenes de la zona de influencia del templo.

. La vida de D. Manuel Valenzuela fue un Evangelio abierto, Iglesia en salida, en busca de los alejados... Vivió con el corazón de Cristo, y sus manos siempre tendidas al hermano. 
Su partida deja un vacío, sí, pero también una semilla en cada uno de nosotros. Nos queda el ejemplo, la memoria y la certeza de que quien vive para Dios, nunca muere.

. Firme en la fe, nunca te quejaste del dolor, la tribulación y la enfermedad porque tu cruz fue altar, y tu enfermedad, ofrenda. Tu cruz fue testimonio, tu vida, Evangelio vivo. Arraigado en Cristo, conformado en Él, viviste tu misión hasta el final, sin reservas. (..Y tantos otros proyectos que  tenías en mente... hasta en los últimos días de tu vida, nos motivaste y alentaste nuestra misión Evangelizadora...). “Permaneced arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe, según la enseñanza que recibisteis, rebosando de gratitud” (Colosenses 2, 7).

. Tu legado camina con nosotros, nos impulsa, nos interpela, nos recuerda que el amor no muere y que la entrega verdadera, trasciende el tiempo.

Manolo nos veremos en la Eucaristía, en el rostro del pobre, en la alegría de un niño, y en cada paso que demos hacia Dios, pues fuiste otro Cristo en la Tierra.

Gracias, hermano y amigo D. Manuel Valenzuela Bruque, por tanto. Descansa en los brazos del Padre, en la paz del Señor que tanto amaste y serviste y en quien siempre pusiste tu esperanza. Allí, donde la alegría es eterna y la misión se transforma en plenitud.

Manolo,
Te pedimos que sigas cerca, que cuides a todo Linares desde el cielo y que no dejes que olvidemos todo lo que nos enseñaste, con tu vida ejemplar de Santo Sacerdote. Intercede y ruega por nosotros.

Con gratitud eterna,
Antonia Colón Casado, catequista,
en nombre de quienes compartimos con él
la hermosa misión de Anunciar el Evangelio.
Tú mi raiz:
¡HASTA EL CIELO, D. MANUEL!

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