Os dejamos el Evangelio según San Juan 6, 1-15:
MEDITAMOS:
Jesús solo quería que creyeran en Él
A Jesús lo seguían por los milagros que hacía. Un día, era tanta la multitud que Jesús se preocupó de que cada uno comiera bien. Entonces, Jesús, tomando el pan, y el pescado que le habían ofrecido, levantando la vista y dando gracias comenzó a repartirlos. Ese día todos comieron hasta quedar satisfechos. La gente, al ver que había comido en abundancia, se propuso hacer rey a Jesús, pero él se retiro solo a la montaña.
PARA LA VIDA:
Muchas veces, nosotros hacemos los mismo: no creemos porque no vemos señales o milagros prodigiosos y si vemos señales no nos preocupamos por creer con más firmeza y pronto olvidamos los favores recibidos. Jesús no vino a ser un rey temporal, vino a salvar a toda la humanidad de la muerte y del pecado. Sin embargo, nos ha dejado a cada uno de nosotros la iniciativa de poder ayudar a los que pasan hambre y sufren toda clase de necesidad. Cuándo compartimos, ¿Levantamos los ojos al cielo y damos gracias, como Jesús? A veces nos sentimos bien dando a los demás pero no nos preocupamos de agradecer lo que Dios nos ha dado a cada uno.
ORACIÓN:
Querido Jesús,
tú diste de comer
a una multitud hambrienta.
Hoy en día contemplamos
a muchos hermanos sufriendo
porque no tienen alimento,
ni ropa, ni medicinas,
ni casa, ni trabajo,
ni educación, ni derechos.
Hay muchos niños
que sufren por la falta de amor,
de escuela y de todo tipo de ayuda.
Tú eres compasivo y misericordioso;
mueve los corazones de todos
para que seamos solidarios y generosos,
para que rompamos las barreras
que impiden a esos hermanos pobres,
vivir como seres humanos. Amén.
Cantamos "Un niño se te acercó"
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
- Contesta: - ¿Por qué a Jesús lo seguía mucha gente? - ¿Por qué mandó Jesús que la gente se sentara? - ¿Cuál fue el milagro que hizo Jesús con los cinco panes y los dos peces? - ¿Por qué Jesús se retiró a la montaña solo?
- El texto: Jesús percibió… entre aquella multitud que le seguía que no sólo no tenían pastor y por lo tanto había que enseñarles, sino que tampoco tenían pan, y entonces, igualmente había que alimentarles.Jesús hizo ese milagro ante todos, y quedó manifiesta la grandeza de Dios… pero a través de la pequeñez humana: fue realizado con la ayuda humilde del muchacho que encontró Andrés: con sus cinco panes y sus dos peces.Es un impresionante testimonio de cómo Jesús…ha querido tener necesidad de nuestra pequeña colaboración humana para que su grandeza divina pueda ser manifestada.Otras hambres de otros panes tiene planteadas nuestra querida humanidad: la paz, el trabajo, la justicia, el amor, el respeto, la esperanza, la fe, la verdad… Son muchas las hambres de los hombres.Quizás haya quien espere de Dios un milagro sonoro y deslumbrante, un milagro de Dios y a lo divino. Mientras que Jesús nos seguirá diciendo como entonces: dadles vosotros de comer, buscad el pan adecuado para esas hambres concretas. Entonces sentiremos el mismo estupor y desbordamiento que sintieron los discípulos en el lago de Galilea.Jesús sigue haciendo milagros, pero éstos pasan por nuestras manos, nuestro corazón, nuestros ojos, nuestros labios: Él necesita también hoy nuestros panes y nuestros peces, para dar de comer a la multitud de tan diversas hambres.El milagro somos nosotros, que ofreciendo nuestra pequeñez, Dios convierte en grandeza, en signo. Y también hoy la gente quedará saciada. ¿No vemos el hambre? ¿No nos vemos como el pan que las manos de Jesús reparten? Dejémonos tomar, partir y repartir, dejémonos ser milagro para los demás.Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal? Cantamos "Un corazón grande"
- Medito: Primeramente Jesús, quiere ver que tanto llevan en su mente y en su corazón, lo que él les ha dado y enseñado, es decir, probar su fe, ¿Realmente tengo o llevó al Señor en mi corazón y en mi mente?, ¿Le creo, le tengo fe?. Después él habla, la gente lo escucha y le obedece, después busca al Padre para dar gracias y le provea para satisfacer esta necesidad primaria de la vida; ante mis necesidades ¿Sigo el ejemplo de Jesucristo?, ¿Escucho, obedezco, doy gracias y pido por mis necesidades, por las de mis hermanos?, el Señor siempre nos está bendiciendo y dándonos milagros pequeños o grandes ¿Reconozco las bendiciones y milagros que me da el Señor?, ¿Lo reconozco como el único en mi vida quien me puede dar lo que realmente necesito?
- Mi oración: Señor en mi corazón y en mi mente siempre estás, te doy gracias porque me bendices y das milagros en muchos momentos, quiero seguir tu ejemplo, escucharte más, obedecerte y dejar que obres sobre mí, en mis necesidades; sé que eres el único que siempre está listo para ayudarme y proveerme; perdóname por aquellas veces cuando pruebo mi fe y no es tan fuerte como yo quisiera, sobre todo en los momentos más difíciles, es mi humanidad y te pido que en esos momentos estés más presente, mi Señor. Continúa tu oración...
Vamos diciendo nuestras intenciones.
Amén.
- Interiorizamos la Palabra de Dios: Piensa la frase o palabra que te va a hacer recordar este texto evangélico.«Dio gracias y los repartió»(Repetimos)«Dio gracias y los repartió»«Dio gracias y los repartió»
- Tomemos unos minutos y con mucha conciencia y amor volvamos a colocar al Señor en nuestro corazón, en nuestra mente.
- Preguntemos a alguien qué necesidad tiene y si está en nuestras manos, ayudemos o sino pidamos en oración al Señor.
- Demos gracias al Señor por todo cuanto nos ha dado en bendiciones, en milagros.
- En tu encuentro con Jesús en la Eucaristía, pídele que te abra el corazón a la compasión hacia el prójimo y al compartir fraterno.
- Ante la multitud que seguía al Señor, Él buscó una solución a esa situación, ¿Qué puedes hacer para estar más atento a las necesidades de los que sufren y necesitan algo?, ¿Cómo puedes ayudarlos?, ¿Qué puedes hacer por ellos?
- Ante tanta necesidad de todo tipo que hay en el mundo, ¿Cómo puedes compartir tus riquezas, tus bienes, tu tiempo, lo poco o lo mucho que tienes para ser sensible y solidario con los que más necesitan?
- Pregunta a alguien qué necesidad tiene y si está en tus manos, ayúdalo y ora por él.
- A lo largo de la semana y siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
2. Aprende y colorea:
3. Ve el Vídeo "Compartir cotidiano" Después coméntalo con tus padres y catequistas:4. Realiza el puzzle:
Cantamos "Danos tu Pan"
¡SEÑOR, DANOS DE TU PAN!
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