domingo, 30 de junio de 2024

TU FE TE HA CURADO. XIII DOINGO TO-B


Lecturas Misa AQUÍ.

Os dejamos el Evangelio de San Marcos 5,21-43:

MEDITAMOS:
Hoy, en el Evangelio, Jesús hace dos milagros. Los dos milagros se llevan a cabo por la FE de las personas. Jairo se arrodilla delante de Jesús, con mucho respeto y le pide con insistencia la curación de su hija. Jesús se va a la casa de Jairo pero en el camino aquella mujer que llevaba doce años enferma, creyendo que con sólo tocar el vestido de Jesús quedaría curada, hace que Jesús, delante de todos le diga que está curada por la fe que ha tenido. Jesús tiene un corazón muy blando para los que creen y confían en él. 
Tenemos que aprende a confiar y a creer  como las personas de las que nos habla el Evangelio. Eran gente sencilla, que con sinceridad se acercaban a Jesús creyendo en su poder salvador. La hija de Jairo era una niña con la edad de cualquiera de los que están aquí. Por la fe que tuvo Jairo en Jesús, la niña vuelve a la vida y los que no creían y se burlaban de Jesús cuando dijo que no había muerto sino que dormía, se quedarían sin palabras, colorados de vergüenza, al ver la niña curada, caminando y comiendo. Tanto Jairo como la mujer confiaron plenamente en Jesús.
PARA LA VIDA:
JESÚS TE DICE:
NO TEMAS, BASTA QUE TENGAS FE
Tenemos que aprender a confiar y a creer  como las personas de las que nos habla el Evangelio. Eran gente sencilla, que con sinceridad se acercaban a Jesús creyendo en su poder salvador.
La hija de Jairo era una niña con la edad de cualquiera de los que están aquí. Por la fe que tuvo Jairo en Jesús, la niña vuelve a la vida y los que no creían y se burlaban de Jesús cuando dijo que no había muerto sino que dormía, se queda
rían sin palabras, colorados de vergüenza, al ver la niña curada, caminando y comiendo.
 Jesús hoy nos dice: 
No tengas miedo, confía en mí, cree en mí, cree en mis palabras.
ORACIÓNQuerido Jesús, Te damos gracias por la oportunidad de reunirnos en este grupo de catequesis y en cada reunión conocerte más y así descubrir ese amor maravilloso que nos tienes. 
Te pedimos, nos hagas sencillos y humildes 
para que nuestra confianza en ti 
vaya creciendo cada día más. 
Te pedimos por nuestros padres y hermanos,
auméntales la fe y la alegría por creer en ti. Amén.

ACTIIVIDADES:
1. Vuelve a leer o ve el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta:-¿Quién era Jairo y para qué se acercó a Jesús? -¿Qué pasó mientras Jesús caminaba y la gente lo apretujaba?-¿Qué le dijo Jesús a la mujer que tocó el borde de su vestido? -¿Qué sucedió cuando Jesús llegó a la casa de Jairo? 
    Hoy te presentamos, Señor, la realidad de nuestro mundo, a veces, tan muerta y enferma como la hija de Jairo. Queremos de nuevo escuchar a Jesús: “La tierra, mi niña enferma, duerme. Talitha kumi: ¡DESPIERTA!”.
    Ponemos en tus manos, Padre de bondad, la vida de las personas que amamos y las de los enfermos que se encomiendan a nuestras oraciones. Levanta a nuestro mundo triste, enfermo y moribundo.
  • El texto Evangélico: Jairo, como cualquier padre con un hijo/a enfermo, lleno de miedo y jugándose su reputación como jefe de la sinagoga, recurre a Jesús para que su hija se cure y pueda vivir. Ha de poner a su hija en manos de Dios, reconocer su limitación y sentir que no todo está bajo su control. Jesús coge a la niña de la mano y le transmite su fuerza. Los padres no pueden ser siempre un paraguas protector o un parachoques de los hijos. Estos han de irse habituando a afrontar los desafíos de la vida. Por eso, Jesús le coge la mano simplemente y la invita a levantarse. Y ella se pone de pie y se echa a andar. Él la ha puesto ya en camino, ahora ella ha de seguir su vida con autonomía. De nuevo, la fe sencilla -pero probada- del padre, ha hecho posible el milagro
    Jesús me libera de todo mal
  • Meditación del PapaJesús está siempre en medio de la muchedumbre… Muchedumbre que envuelve a Jesús, que «le estrecha». Y Él se queda ahí. Y, es más, cada vez que Jesús salía, había más que una muchedumbre… Él buscaba a la gente. Y la gente le buscaba a Él: la gente tenía los ojos fijos sobre Él y Él tenía los ojos fijos sobre la gente. (Papa Francisco)
  • «¿Quién me ha tocado?» Jesús estaba en medio de esa gente, que le estrechaba pero estaba seguro: «¡alguien me ha tocado!». Efectivamente, «en medio de esa muchedumbre, Jesús se fijó en esa persona que le había tocado. Y la curó». Había «mucha gente», pero Él prestó atención precisamente a ella, «una señora, una viejecita». (Papa Francisco)
    La narración evangélica continúa con el episodio de Jairo. También en esta situación Jesús se encuentra en medio de la muchedumbre, con mucha gente que lloraba, gritaba en el velatorio y a ellos Jesús les dice:  «estad tranquilos, la niña duerme». Y resucita a la niña. Jesús en esa confusión se preocupa de decir «¡Dadle de comer»!». Es la atención, «la mirada de Jesús sobre el pequeño. ¿Pero no tenía otras cosas de las que preocuparte, Señor? No, de esto». (Papa Francisco)
    La mirada de Jesús va al grande y al pequeño, nos mira a todos nosotros, a cada uno de nosotros. Mira nuestros grandes problemas, nuestras grandes alegrías; y mira también nuestras pequeñas cosas, porque está cerca. Así nos mira Jesús. (Papa Francisco)
    ¿Qué ocurrirá si tenemos la mirada puesta en Jesús?. Nos ocurrirá lo que le ocurrió a la gente después de la resurrección de la niña: «ellos se quedaron con gran estupor». Ocurre efectivamente que «yo voy, miro a Jesús, camino delante, fijo la mirada en Jesús y ¿Qué encuentro? Que Él tiene su mirada fija en mi. Y esto me hace sentir «gran estupor. El estupor del encuentro con Jesús. Pero para experimentarlo, no hay que tener miedo, «como no tuvo la viejita para ir a tocar el bajo del manto». ¡No tengamos miedo! Corramos por este camino, con la mirada fija sobre Jesús. Y tendremos esta bonita sorpresa: nos llenará de estupor. El mismo Jesús tiene la mirada fija sobre mí. (Papa Francisco)  
  • Reflejo en mi vida lo que me dice el Evangelio: Contempla a un hombre y una mujer postrados a los pies de Jesús. Saben que pueden solucionar su problema. Jairo anhela que su hija no muera. «Mi hija está enferma. Ven a imponerle las manos para que se salve y viva». La mujer quiere verse curada de su enfermedad. «Si sólo tocara su vestido, quedaré sana». Cuando Jesús descubre su FE, no se puede resistir. «La niña no ha muerto, está dormida… Levántate». «Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y que se cure tu mal».
  • Qué grande es el hombre cuando, consciente de su pequeñez y de su indigencia, sabe buscar lo que necesita en Aquel que es verdaderamente grande. El corazón del mismo Dios se conmueve al ver la actitud de sus hijos que acuden a Él como verdadero Padre. El que ama y se sabe amado, no tiene miedo de pedir y no se reserva nada cuando se trata de dar.
    Seamos conscientes de que Dios nos ama, aunque no lo merezcamos. Aún más, nos ama en nuestra debilidad, que nos acerca a Él. Sepamos ofrecerle nuestra FE y nuestra confianza total. No dudemos de su amor, que quiere darnos todo lo que realmente necesitamos, quiere curarnos de nuestra enfermedad, quiere darnos la verdadera vida.
    El Evangelio de hoy nos presenta a dos enfermos que acuden al médico par pedir que los cure de su verdadera enfermedad. Si ellos fueron curados, ¿Qué necesitas tú para lograr tu curación?
    Primero de todo saber qué te pasa, qué te duele, qué molestias sientes. Puedes padecer el cáncer de la inmoralidad o la pulmonía del enfado que te hace reñir con todo el mundo. Una vez localizado el mal, lo siguiente es acudir al doctor, a la Iglesia, al sacerdote, para que te sane de la dolencia del alma.
    Os dejamos "El Hospital del alma La Iglesia" Jesús es el médico que nos cura.

    Jesús curó a estos dos enfermos pero Él decidió el momento. Solo  necesitó de su arrepentimiento sincero y de su sinceridad de corazón. ¿No te estará pidiendo Jesús lo mismo a ti? Si tomas la actitud de estos dos enfermos con seguridad serás curado. Jesús jamás se deja ganar en generosidad. Si le das uno Él te dará el doble, según tu necesidad
  • Mi Oración
  •                                                «... tu fe te ha salvado...».
    Señor, al ver el ejemplo de esta mujer,
    ayúdanos a conocerte cada vez más,
    a tener una fe vivencial, a creer en ti y a creerte a ti,
    para que nuestra vida, esté animada e impulsada por ti,
    esperando todo de ti, confiando siempre en ti.
    Auméntanos la fe y ayúdanos a creer siempre más en ti. Amén
  • Me comprometoDice el texto: «La mujer había sufrido mucho a manos de los médicos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor». Es una llamada a la acción, a buscar la «sanación» no en cosas pasajeras donde gastando el dinero, uno se siente aun peor. Acude a Jesús, busca su encuentro, como la hemorroisa, que sabe buscarlo.
  • Dice el texto «Con solo tocarle el manto curaré». No te quedes parado. Atrévete a tocar aunque solo sea «el manto», seguro que en su cercanía todo cambia en tu vida. Toca el «manto» del sagrario, estando un rato en la presencia de Él.
    A Dios le pedimos muchas curaciones de problemas, de necesidades concretas, y está bien hacerlo. Pídele con insistencia una FE cada vez más fuerte que renueve tu vida, y una firme confianza en su amor, en su providencia que no te abandona.
    Acrecienta en tu propia vida el respeto y la humildad que tanto Jairo como la mujer que padecía flujos de sangre demuestran ante la presencia de Jesús.
    Sé consciente de qué enfermedades espirituales o físicas tienes y déjate sanar por Jesús.
    Establece un dialogo en tu grupo o comunidad de fe sobre de qué situaciones viene hoy Jesús a sanarnos y cómo podemos contribuir a que esto se haga realidad.
    Haz una oración, desde el fondo de tu corazón, pidiéndole a Jesús que aumente tu fe y sane tus heridas.
    Mira tu vida a través de este texto y descubre lo que te dice el Señor. 
    "Tu FE te ha salvaddo" Cuéntanos una situación de tu vida en que una persona cercana a ti haya estado enferma. ¿Qué necesita una persona enferma?¿Qué nos pide Jesús que hagamos con las personas que están sufriendo una enfermedad? 
    A lo largo de la semana plantéate un compromiso sencillo para poder estar más cerca de las personas que tienen algún tipo de enfermedad.
2. Aprende y colorea:

3.Ve el vídeo "La esperanza de lo pequeño"Después coméntalo con tus padres y catequistas.
4. Realiza el puzzle:
Cantamos "Te escondes en el pan"
COMULGAR ES TOCARTE SEÑOR,
PARA SANARME
¡ACUDE A JESÚS, 
BUSCA SU ENCUENTRO!

domingo, 23 de junio de 2024

¿POR QUÉ TENÉIS MIEDO? XII DOMINGO TO-B

 Lecturas misa AQUÍ.

Os dejamos el Evangelio de San Marcos Marcos 4, 35-40:

MEDITAMOS
En el Evangelio,  Jesús les dice que se tienen que ir a la otra orilla, los apóstoles le hacen caso, se fían de Jesús.
Pero después viene la tormenta. Todos se preocupan y asustados llaman a Jesús que duerme plácidamente a pesar de la tormenta. 
Jesús nos dice: -¡No tengáis miedo! 
Y muchas veces el tener miedo con no tener fe. El miedo impide que nuestra fe sea completa.
Y al final entre ellos comentan Quién es Jesús; le dice a la tormenta que se calme, y se calma. Saben que Jesús es alguien único, un ser excepcional, pero parece que no tienen claro quien es. Necesitan confiar más en Él, Tener más fe.
PARA LA VIDA:

Es fácil decir que confiamos en Dios cuando todo va bien y hay alegría en nuestra vida. Pero a veces tenemos miedo.  El miedo nos hace no tener claro el rumbo. Nos anima a la confusión, a perdernos en un horizonte de salidas sutiles pero no fecundas. Con Jesús el miedo terminó. Estando Él al timón, las amenazas se tornan en oportunidades para vivir una fe madura, dinámica y enriquecedora.
Tempestades, huracanes, los habrá. Con Él a nuestro lado, capitaneando el  barco de nuestra vida, ya puede pasar lo que pase que no se hundirá nuestro proyecto de vivir como hijos de Dios y hermanos en comunión con toda la Creación.

ORACIÓN:
Querido Jesús, 
Tú nos prometiste 
que estarías siempre 
con nosotros 
y por eso nos enviaste 
al Espíritu Santo.
Muchas veces 
sentimos miedo, 
nos asaltan las dudas, 
y desconfiamos de tus palabras. 
Te pedimos que hagas fuerte nuestra FE 
y que confiemos siempre en tu amor. Amén.
Para los más pequeños: "Jesús calma la tempestad"
ACTIVIDADES
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta: - ¿Qué dijeron los discípulos a Jesús cuando se desató la tormenta? - ¿Qué hizo Jesús, cuando despertó del sueño? - ¿Qué quiso decir Jesús con las palabras "Aún no tenéis fe" ?
  • El textoEl relato del evangelista Marcos es un hecho y una revelación: seguir a Jesús es entrar en la barca con Él, arriesgarse en la travesía de nuestra vida y fiarse plenamente de Él. Navegar en nuestra vida con Jesús en la misma barca, la Iglesia, es cuestión de fe. 
  • ReflexiónVamos a preguntarnos nosotros mismos: ¿Tenemos FE? Nosotros sabemos que Jesús está siempre con nosotros pero al llegar una dificultad, una situación de miedo y temor, olvidamos que Jesús está presente y nos comportamos como si no creyéramos. Lo que les pasó a los discípulos cuando viajaban en la barca nos sigue pasando a nosotros. ¿Cómo nos va a ayudar Jesús si en momentos de oscuridad y miedo no lo llamamos ni confiamos en Él
  • Lo reflejo en mi vidaPensemos cómo se sentirá Jesús con esa falta de confianza que muchas veces tenemos. Es fácil decir que creemos y amamos a Dios cuando las cosas nos salen bien, cuando el ambiente es de alegría y nos llevamos bien unos con otros. Los misioneros, los cristianos perseguidos y otros que viven en ambientes difíciles para vivir la fe cristiana nos dan un gran ejemplo hoy en día y tenemos que rezar por ellos. Nuestra fe se fortalece con la oración, leyendo la Palabra de Dios, siendo fieles a Jesús aunque los demás se burlen de nosotros. La seguridad la tenemos en las palabras de Jesús que prometió estar siempre con nosotros.  
  • Lo interiorizo:  ¿Por qué tenemos miedo ante el futuro? ¿Es porque nos falta fe en Jesucristo y no recurrimos a Él sabiendo que es la fuerza que nos salva, que con Él todo es posible?
    El cristianismo se encuentra hoy en medio de una fuerte tempestad” y el miedo comienza a apoderarse de nosotros. No nos atrevemos a pasar a “otra orilla”.
    La cultura moderna nos resulta un país extraño y hostil. El futuro nos da miedo. La creatividad parece prohibida. Algunos creen más seguro mirar hacia atrás para mejor ir adelante.
    Jesús nos puede sorprender a todos. El Resucitado tiene fuerza para inaugurar una fase nueva en la historia del cristianismo. Solo se nos pide FE. Una fe que nos libere de tanto miedo y cobardía, y nos comprometa a caminar tras las huellas de Jesús ¿Quién es Jesús para mí? ¿He vivido tormentas en mi vida? ¿He recurrido al Señor? ¿Le confío mi vida al Señor, mis alegrías y mis miedos, mis triunfos y mis fracasos? Resuena en nuestro corazón tu Palabra y nos abandonamos en ella. «¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tenéis fe?» 
  • OraciónSeñor, tú sabes que muchas veces nuestra barca está siendo azotada por una tormenta y por tempestades, pero tú estas ahí, ayúdanos a confiar ciegamente y sin dudar, que no perdamos la fe y que seamos hombres y mujeres confiados. 
    Con nuestras oraciones respondemos: “Enséñanos a confiar en Ti”.
  • Me comprometo: El Señor critica la falta de FE de sus discípulos, ¿Qué puedes hacer para que tu fe y tu confianza sean cada vez más firmes y así poder conocerlo y amarlo más? Analiza tus miedos, tu falta de confianza, tus temores... es Jesús al que elevas la primera mirada, palabra y confianza. Ten la seguridad de que Jesús siempre va contigo.
    Busca en la CONFESIÓN, ORACIÓN, DIRECCIÓN ESPIRITUAL la ayuda necesaria para quitar de tu vida las olas que te ahogan, te zozobran en la tempestad de la vida.   Intenta que otros no perezcan por la bravura del mar donde navegan. Se tú la voz que aliente sus vidas, poniéndolos en contacto con el que puede amainar las tempestades, Jesús. La PALABRA nos anima y compromete a seguir en camino:   Tengo que buscar una acción concreta donde yo pueda depositar mi confianza en el Señor, haciendo viva la PALABRA.
2. Aprende y colorea:


3. Ve el vídeo "Por encima de la tormenta" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Realiza el puzzle:
Cantamos "No tengas miedo?
¡SEÑOR, YO CONFÍO EN TI!

domingo, 16 de junio de 2024

LA SEMILLA MÁS PEQUEÑA ES LA QUE SE HACE MÁS GRANDE. XI DOMINGO TO-B

Lecturas misa AQUÍ.
Os dejamos a continuación el Evangelio de Marcos 4,26-34:
MEDITAMOS:
Jesús nos explica con parábolas como es su Reino; una semilla que germina, un grano de mostaza, un tesoro escondido, una perla…

El grano de mostaza es el mismo Jesús que muere y ofrece su Vida por nuestra salvación.

El árbol que crece es la Iglesia.
Las ramas son los apóstoles.

Y los pájaros, que se cobijan a su sombra, somos todos nosotros que descansamos en las enseñanzas de los apóstoles.

PARA LA VIDA:
Jesús me dice hoy:
. Quiero que quieras ser santo.
. Confía en mi y no te dejaré ir de mi mano.
. Del pequeño grano de mostaza que tú eres, yo haré que crezca un gran árbol frondoso.
. ¡Serás un sembrador de paz y de alegría!
ORACIÓN:
Querido amigo Jesús,
hoy quiero darte gracias
por mi familia y mis amigos.
también por la semilla de Fe
que pusiste en mi corazón
el día de mi bautismo.
Ayúdame a que siga creciendo,
que desde mi pequeñez
pueda llevarla a los demás,
que conozcan a Jesús 
y los llene de ilusión 
y de esperanza. Amén.
Para los más pequeños "La semilla de mostaza"
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta: -¿a qué se parece el Reino de los Cielos? - ¿Qué ocurre con la semilla una vez puesta en tierra? - ¿Depende del hombre su crecimiento? -¿Qué ocurre cuando el grano está listo? - ¿Con qué compara Jesús al Reino de los Cielos en la segunda parábola? - ¿Qué tamaño tiene esta semilla? - ¿Qué ocurre una vez sembrada?  
  • ReflexiónLa segunda parábola, se trata de una semilla especifica; el grano de mostaza. El grano de mostaza es considerada una de las semillas más pequeñas del mundo. A pesar de su pequeñez, esta llena de vigor y de vida. Y una vez en tierra es capaz de crecer, y llegar a ser uno de los vegetales más grande y alto del huerto. La fuerza de la semilla de mostaza no es proporcional a su tamaño, sino que esta dotada de una fuerza interior que le hace crecer de tal manera, hasta llegar a dar cobijo con sus ramas a los pájaros. Así como tú, que en tu corazón has recibido la Palabra de Dios, y seguramente desde ya estás dando frutos del Reino en tu vida, imagínate mas adelante. La pequeñez del grano de mostaza la observamos en la vida de los Santos, en la humildad de la Santísima Virgen María “el Señor miro con bondad mi pequeñez”. Para entrar al Reino de los cielos es necesario hacerse pequeños. Ser pequeños en la tierra como un grano de mostaza, para llegar a ser grandes como un árbol frondoso, en el Reino de los cielos. 
  • Meditación del Papa Francisco : Este Evangelio está formado por dos parábolas muy breves: la de la semilla que germina y crece sola, y la del grano de mostaza. A través de estas imágenes tomadas del mundo rural, Jesús presenta la eficacia de la Palabra de Dios y las exigencias de su Reino, mostrando las razones de nuestra esperanza y de nuestro compromiso en la historia. En la primera parábola… semilla, echada en la tierra, se arraiga y desarrolla por sí misma, independientemente de que el campesino duerma o vele.
    La semilla es símbolo de la Palabra de Dios. Como la semilla se desarrolla en la tierra, así la Palabra actúa con el poder de Dios en el corazón de quien la escucha. 
    Dios ha confiado su Palabra a nuestra tierra, a cada uno de nosotros, con nuestra concreta realidad. Podemos tener confianza, porque la Palabra de Dios es palabra creadora, destinada a convertirse en «el grano maduro en la espiga». Esta Palabra si es acogida, da ciertamente sus frutos, porque Dios mismo la hace germinar y madurar a través de caminos que no siempre podemos verificar y de un modo que no conocemos. Es siempre Dios quien hace crecer su Reino, el hombre es su humilde colaborador, que contempla y se regocija por la acción creadora divina y espera con paciencia sus frutos. La segunda parábola utiliza la imagen del grano de mostaza. Aun siendo la más pequeña de todas las semillas, está llena de vida y crece hasta hacerse «más alta que las demás hortalizas».
    Y así es el reino de Dios: una realidad humanamente pequeña y aparentemente irrelevante. 
    Para entrar a formar parte del Reino es necesario ser pobres en el corazón; no confiar en las propias capacidades, sino en el poder del amor de Dios; no actuar para ser importantes ante los ojos del mundo, sino preciosos ante los ojos de Dios, que tiene predilección por los sencillos y humildes. Cuando vivimos así, a través de nosotros irrumpe la fuerza de Cristo y transforma lo que es pequeño y modesto en una realidad que fermenta toda la masa del mundo y de la historia. (Papa Francisco). 
  • Lo reflejo en mi vidaEl Reino de Dios requiere nuestra colaboración, pero es, sobre todo, iniciativa y don del Señor. Nuestra débil obra, aparentemente pequeña frente a la complejidad de los problemas del mundo, si se la sitúa en la obra de Dios no tiene miedo de las dificultades. La victoria del Señor es segura: su amor hará brotar y hará crecer cada semilla de bien presente en la tierraEsto nos abre a la confianza y a la esperanza, a pesar de los dramas, las injusticias y los sufrimientos que encontramos. La semilla del bien y de la paz germina y se desarrolla, porque el amor misericordioso de Dios hace que madure. (Papa Francisco). ¿Cuál es la semilla que llevo en mano para poner en tierra? ¿Preparo la tierra antes de sembrar? (es decir, ayudo a las personas a entender el Evangelio) ¿Cómo me interpela a mí la parábola del grano de mostaza? ¿Me cuesta hacerme pequeño, y humilde? ¿Por donde empezar?  ¿Comprendo que mi pequeñez se transformará en grandeza en el Cielo? 
  • En mi oración: Le pedimos al Señor ser una buena planta que dé frutos necesarios: Estoy creciendo, estoy más alto, más grande. Ayúdame a crecer también en el corazón. Que cada día sea más bueno, que tu amor me llene por adentro hasta que contagie a los que me rodean. Ayúdame a crecer en sabiduría, en oración, en solidaridad, en buen humor, en entrega a los demás. Cuídame mucho, como cuidaste a tu hijo Jesús cuando crecía. Hazme parecido a él, con sus mismos sentimientos y actitudes. Que crezca como un buen hijo tuyo en la fe, la esperanza y sobre todo en el amor. Amén  Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Hoy podemos hacerlo ante una imagen de Cristo crucificado o un Cristo sufriente, para pedirle poder imitarlo. Añadimos nuestras intenciones de oración.... 
  • Interiorizo: Repetimos varias veces esta frase del Evangelio para que vaya entrando a nuestro corazón: «La semilla germina y crece» (Versículo 27) Y así, pidiéndole al Señor ser testigos de la luz para que otros crean, asumimos esta actitud.... los creyentes de hoy en día, debemos hacer un esfuerzo para ser capaces de contar lo que es para nosotros la fe y lo que puede suponer para una persona que no es creyente. Esta es una tarea fundamental para comunicar nuestra fe a los demás.
  • Me comprometo: Es hora de la ACCIÓN… ¿A que me comprometo? En el grupo, nos comprometemos a ser una Iglesia que siembra Fe y Esperanza en todos los ambientes cotidianos. Nos comprometemos a visitar un asilo de ancianos, o una casa de huérfanos, o el hospital u otro lugar que consideren, a personas que vean que necesitan de su aliento de esperanza, que necesitan escuchar que Jesús está con ellos. Usad la hora de trabajo que incluye la creación del Reino de Dios en tu entorno. A lo largo de la semana vamos a fijarnos en ese compañero o amigo que no llama mucho la atención, es más callada o tímida. ¿Por qué Jesús nos hace fijarnos en las cosas pequeñas? ¿Son más importantes las personas que más destacan, las que son más protagonistas? Dios quiere que nos fijemos en las cosas pequeñas, Toma un compromiso para fijarte en esas personas que no llaman tanto la atención..Repasamos Jesús nos trae el reino de Dios:
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2. Aprende y colorea:

3. Ve el vídeo "Semillas que transforman" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Realiza el puzzle:
¡SEÑOR AUMÉNTAME LA FE!

domingo, 9 de junio de 2024

EL BIEN SUMA Y MULTIPLICA. X DOMINGO TO-B

 Lecturas misa Aquí.

Os dejamos el Evangelio de Marcos 3, 20-35 :

MEDITAMOS:
- Había personas que no conocían a Jesús y hablaban mal de Él. Decían que sus obras venían del demonio.
- Todas las obras que hacía Jesús eran para servir y ayudar a los demás. Eso daba testimonio de que Jesús tenía amo en su corazón y era Dios. 
- Quién tiene a Dios en su corazón, hace cosas buenas.

PARA LA VIDA:
Jesús me dice....
. Tus padres te aman, te cuidan y se preocupan por ti, por lo que debes esforzarte en hacer lo que te piden.
. Sé sincero y di siempre la verdad.
. Intenta siempre entender a los demás y habla bien de ellos.
. Comparte tus cosas y los dones y cualidades que tienes con los demás.
. Ayuda a quien lo necesita.
. Habla con Jesús todos los días (reza un ratito).
. Confiesa regularmente y comulga todos los domingos.
Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra,
no puede subsistir, está perdido.
ORACIÓN:
Querido amigo Jesús,
Gracias por estar siempre a mi lado
y por querer que siempre haga el bien.
Hoy nos hablas de quién es tu familia,
y nos dices que es quien 
cumple la voluntad de Dios Padre.
Ayúdanos a que seamos fieles a tu amor
para cumplir todo lo que nos dices. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
  • Contesta: -¿Qué decía de Jesús aquella gente? -¿Quiénes son la madre y los hermanos de Jesús?
  • El texto evangélico: Los escribas no niegan que Jesús arroje a los espíritus malos, sino que, en lugar de ver en ello la presencia del Espíritu bueno, se inventan una explicación de lo más peregrina: que seguramente es en nombre del jefe de los demonios como Jesús expulsa a los demonios. Para Jesús, esta interpretación equivale a blasfemar contra el Espíritu Santo, negando su presencia en el mundo y negándole la capacidad de reconstruir un mundo nuevo.            SUMAR Y MLTIPLICAR La Palabra de Dios crea unidad, fraternidad y vence al mal. Jesús nos alegra con su presencia y nos anima a vivir desde la voluntad del Padre. Su guía nos ayuda a sentir que no estamos solos, que somos familia y que nos une el decir de Dios sobre nosotros, alumbrado continuamente en su Palabra. Con su Palabra, Jesús nos hace discípulos y familia. Su poder traspasa fronteras y elimina muros. Jesús nos la muestra con la esperanza de quien sabe que todo es para el bien de los hermanos. Fano en su dibujo nos hace plantearnos cómo son las operaciones matemáticas de nuestra vida: el bien suma y multiplica, el mal resta y divide. Su Palabra nos guía y en nuestro vivir sirva para ayudarnos en la lucha contra el mal y la violencia, y así nos estimule a sumar y multiplicar.  
  • Reflexionamos: La fuerte atracción de Jesús supone no pocas incomodidades para quienes están próximos a su persona ante los requerimientos de quienes lo siguen y buscan de Él la potencia de vida en los signos y en sus palabras. Si de verdad hacemos presente a Jesús ha de haber algo de «lío». Y la pregunta es ¿Cómo reaccionamos? ¿Somos una comunidad que quiere evadirse ante las incomodidades que provocan las personas que buscan a Jesús o somos de los que asumen formar parte del estilo de Jesús? La apertura a la salvación que el Señor ofrece constantemente es algo necesario para recibir la gratuidad del don que el Padre quiere dar por medio del Espíritu. Sintonizar con la voluntad de Dios es el bien y la felicidad. Si te cierras a ese plan, no podrás llegar a ser feliz. Todo esto lo ofrece siempre el Señor, porque sabe que con Él vivirás plenamente como persona y como hijo suyo. 
    Los fariseos pensaban que la salvación la obtenían por sí mismos, por sus buenas obras. Y, en consecuencia, rechazaban la gratuidad del don del Señor. Nada más lejano a lo que Dios quiere de nosotros. Él desea que nos comportemos como hijos necesitados de su misma vida y que respondamos con nuestra conducta a ese don que él nos regala. Necesitados, abiertos y confiados en el Padre. Una iglesia dividida, como cualquier familia, no puede subsistir. La persona misma, dividida interiormente, tampoco puede subsistir. El pecado, particularmente aquel que hiere la caridad, causa división. Los primeros cristianos dan ejemplo de cómo vivir la unidad.
    Ellos superaron las barreras sociales, económicas y culturales. «Eran asiduos a la enseñanza de los apóstoles y a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a las oraciones». Estos cuatro elementos, que caracterizaron a la comunidad cristiana primitiva, son hoy componentes esenciales para la vida de toda comunidad cristiana…Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían, vendían sus bienes y propiedades y repartían después el dinero entre todos según las necesidades de cada uno. (Hechos 2,42).
  • Meditamos con el Papa franciscoJesús si tenía que predicar todo el día, lo hacía, aunque esto implicara quedarse sin comer, aunque no durmiera, aunque apenas tuviera tiempo para descansar. Una persona apasionada por llevar el Evangelio a todas las gentes no puede hacer otra cosa que aparecer como un loco delante de los hombres. Contempla el ejemplo de Jesús e imítalo en esa locura por hacer el bien a los que te rodean por amor a Él y su Reino. En el amor de Dios es donde nos salvamos y somos perdonados. La misericordia de Dios sobre nosotros depende del infinito amor que nos tiene. Aprendamos a perdonar, para que seamos perdonados en el amor de Dios, en el Espíritu Santo. Perdonemos aquellos que nos ofenden o que no nos agradan tanto. Dios en su infinito amor nos perdona. Imitémosle amando y perdonando de corazón, olvidando las ofensas. La fe comporta elegir a Dios como criterio-base de la vida, Dios es siempre positivo, Dios es amor, y el amor es positivo. Desde que Jesús vino al mundo no se puede actuar como si no conociéramos a Dios. Como si fuese una cosa abstracta, vacía, de referencia puramente nominal; Dios tiene un rostro concreto, tiene un nombre: Dios es misericordia. La fe comporta elegir a Dios como criterio-base de la vida, Dios es siempre positivo, Dios es amor, y el amor es positivo.
    Desde que Jesús vino al mundo no se puede actuar como si no conociéramos a Dios. Como si fuese una cosa abstracta, vacía, de referencia puramente nominal; Dios tiene un rostro concreto, tiene un nombre: Dios es misericordia. 
    También entre los parientes de Jesús hubo algunos que a un cierto punto no compartieron su modo de vivir y de predicar. Pero su Madre lo siguió siempre fielmente, manteniendo fija la mirada en Jesús y en su misterio. Y al final, gracias a la fe de María, los familiares de Jesús entraron a formar parte de la primera comunidad cristiana. Cuántas veces en nuestras Parroquias, grupos, comunidades priorizamos el orden antes que las necesidades de las personas en torno a Jesús. Revisemos de verdad el corazón y no nos desentendamos tan rápido porque si entre sus parientes quisieron librarse de Él, otro tanto puede pasarnos a nosotros. (Papa Francisco). En la unión familiar con Jesús, es donde podemos encontrar cotidianamente su mirada y escuchar la pregunta que nos dirige a todos: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?». Y poderle responder serenamente: «Señor, aquí está tu madre, aquí están tus hermanos. Te los encomiendo, son aquellos que tú me has confiado». La vida del pastor se alimenta de esa intimidad con Jesús.  
  • Me comprometo: Jesús dice «Estos son mi madre y mis hermanos.
    El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre
    ». Es una invitación a identificarte con Jesús, con su familia, con la Iglesia. Ha llegado la hora de emprender la acción de sentir y vivir en la familia de Jesús. Te invito.
  • Una forma concreta de vivir en la familia de Jesús, es reflexionar si tu vida transcurre de acuerdo a la amistad que siempre te ofrece Dios Padre. Vivir en el amor de Dios Padre, pero también cultivando el amor a los hermanos.
  • Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir. Y una familia dividida tampoco puede subsistir. Sé lazo de unión en tu familia, amigos, comunidad…
  • Te invito a mirar a santa María, Madre de Jesús, ella mejor que nadie nos puede ayudar a vivir en el amor de Dios y de los hermanos. Acude a Ella y pon en marcha esas acciones que te ayuden a mantener la mirada bien fija en Jesús y a seguirle siempre, incluso cuando te cueste o no entiendas los planes de Dios.
  • Intenta vivir de manera que los demás puedan descubrir a la familia que perteneces, a la familia de Jesús. Leyendo la biblia, participando de los sacramentos y dedicando tiempo a la oración; sin olvidar a los hermanos, aunque no se sientan de la misma familia, por no creer en Jesús. 
  • Jesús nos advierte que debemos tener cuidado y que nos debemos apoyar unos a otros como una gran familia para estar siempre en el camino del bien.
  • Piensa en lo que te ha pasado en esta semana y cuéntanos alguna cosa que creas que has hecho mal, que te has equivocado. ¿Por qué hacemos a veces cosas que están mal? ¿Cómo nos ayuda Jesús para cambiar y pedir perdón por las cosas que hacemos que están mal? Toma un compromiso para pedir perdón por eso que has hecho mal. Por ejemplo: Me esforzaré en hacer todo lo que le agrada a Jesús y haré un examen de conciencia al finalizar el día.
2. Aprende y colorea:


3. Ve el vídeo "Familia más grande" Después coméntalo con tus padres y catequistas:
4. Realiza el puzzle: 
Cantamos "Milagro de amor"
¡ COMULGAR ES VIVIR 
CON JESÚS Y DE ÉL!