También podéis verlo:
MEDITAMOS: Los tiempos o momentos difíciles que Jesús anunció a sus amigos, también los vivió él, cuando le persiguieron las autoridades, le traicionaron los amigos, le dejaron solo, y le maltrataron hasta matarle en la cruz, condenado como si fuera un malhechor. Cuando estaba crucificado, algunos le decían con burla: ¡Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo ! Uno de los crucificados con él, sin embargo le dijo: Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino. Y Jesús le respondió: Hoy estarás conmigo en el paraíso. Te lo aseguro.
Entre esta tentación y aquellas primeras, tenidas en el desierto, Jesús se ha mantenido fiel a los planes de Dios. No es rey para dominar. Rechaza el prestigio, el poder, el dominico sobre los demás, y sólo busca, la humildad, la sencillez, el servicio hasta dar la vida. Se cumple lo que Él había manifestado: que su reino no es como los de este mundo, pero está para este mundo.
PARA VIVIR: Jesús, con esta actitud suya, ha dado origen a una nueva forma de amar y servir, creando una fraternidad universal que da una gran dignidad a la persona humana. Por eso podemos proclamar en el prefacio que este “nuevo reino” es: de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia de amor y de paz. Y llegar a este Reino es posible porque Dios Padre “nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido…”
JESÚS actuó siempre desde el amor, la comprensión, la tolerancia y el servicio y a eso nos invita para que el reino sea una realidad en nuestras propias vidas...
Mi querido Jesús,
tú eres nuestro Rey y Señor. Te damos las gracias
porque con tu muerte
y resurrección
nos has abierto las puertas
de tu Reino de Amor y felicidad.
Como tú, queremos
que todos los hombres se salven
y lleguen a conocerte y a amarte,
y esto, te lo pedimos.
Jesús, que no haya guerras,
que se acabe el terrorismo
y trabajemos todos
en la construcción de un mundo mejor,
donde haya comida, escuela,
servicios de salud
y amor para todos los niños. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
- Cada vez que rezamos el padrenuestro, decimos “Venga a nosotros tu Reino”. Podría decirse que estamos poniendo en nuestros labios el deseo del “buen ladrón”: “acuérdate de mí cuando estés en tu reino” Él anteriormente había reconocido que Jesús era “inocente”. De alguna manera había hecho un acto de fe en Jesús como Mesías y luego le pide que le lleve a su reino. ¿Profesamos así nosotros la fe?
- Con frecuencia no entramos en lo que es la verdadera dinámica del Reino de Jesús. Por mucha palabras que digamos, por muchas doctrinas que dominemos con nuestra inteligencia, por muchos ritos que practiquemos, si no expresamos el deseo de que nuestra vida este metida en los planes de Dios, que es lo que hizo Jesús, no estaremos deseando de verdad que venga a nosotros “su reino". Jesús actuó siempre desde el amor, la comprensión, la tolerancia y el servicio y a eso nos invita para que el reino sea una realidad en nuestras propias vidas.
- Desde nuestro BAUTISMO participamos de la misma misión de Jesús, somos sacerdotes, profetas y reyes. ¿Estamos comprometidos como cristianos que tratan de vivir su fe bautismal desde la profecía, el ofrecer oraciones y sacrificios, y, sobre todo, tratando de “servir” a nuestros hermanos desde la comprensión, la tolerancia y el amor. Así el Reino de Cristo, que no es de este mundo, pero lo haremos presente en este mundo?
- El REINO que propone Jesús es un reino de AMOR, PAZ y PERDÓN. ¿Es un reino de amor a los demás? Piensa en alguna persona que creas que sea así.
- ¿Cómo es el reinado de Jesús? ¿Cómo es la propuesta del Reino de Dios para todas las personas? Piensa en algo que puedas hacer para que el reino de Dios esté presente entre nosotros.
5. Cantamos "Jesús"
¡JESÚS ES
EL REY DE MI CORAZÓN!
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