Lee el Evangelio según San Lucas 15, 1-32, aquí.
También podéis verlo:
MEDITAMOS: Jesús nos enseña que Dios, nuestro Padre, es compasivo y misericordioso y perdona siempre con AMOR de Padre. Los pecadores y publicanos criticaban a Jesús porque estaba con pecadores siempre.
PARA VIVIR: Jesús nos pone los ejemplo de las tres parábolas para decirnos que seamos misericordiosos como el padre y perdonemos siempre a los demás con amor y compasión.
Dios no se cansa de perdonarme, me promete su bondad. Ruego que mis ojos se abran para poder apreciar donde escucharte; trabajando Dios.
Dios ha arrojado mis pecados a las profundidades del mar, y no me ve ahora a través de ellos ni me juzga por ellos. Ruego para que yo reciba el perdón que Dios ofrece.
ORACIÓN:
Señor Jesús,
gracias por ser mi amigo
gracias por amarme,
gracias por animarme cada día
y llenarme de esperanza:
me das tu amor sin esperar nada...
Te pido Señor,
por todos los que se alejan de ti
y no conocen la alegría
y la paz de tu misericordia y perdón. Amén.
Vemos con los más pequeños "El Hijo Pródigo"
ACTIVIDADES:
1. Vuelve a leer o ver el Evangelio y comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:
- Con Jesús, Dios ha venido al mundo a salvar a los pecadores con su amor misericordioso. ¿Me puedo sentir llamado por el Padre amoroso? Esta historia del hijo pródigo es para mí y me pide misericordia, perdón y reconciliación. Pídele a Jesús ayuda allí donde hoy veo una particular necesidad.
El hijo pródigo |
- La renombrada pintura de Rembrandt en que aparece el padre abrazando a su hijo menor, agotado y golpeado por su conciencia, nos lleva a una mayor profundidad de la historia. Fíjate en las manos sobre los hombros del hijo: la izquierda fuerte y fornida, y la derecha espigada y más femenina. Es como si el padre y la madre estuvieran abrazando al hijo: la madre y el padre en Dios. Cuenta alguna situación que hayas vivido, en la que te hayas arrepentido de algo sinceramente. ¿Alguien te ayudó a darte cuenta de que estabas equivocado?
- La generosidad del amor de Dios es permanente. Así, en la parábola, el Señor nos muestra como Dios, nuestro padre celestial se nos aparecería en forma humana. Cuando da la bienvenida a su hijo perdido con lágrimas de felicidad, mata el cordero, saca sus mejores ropas y celebra una gran fiesta, no para agradar a otra gente, sino para expresar su inmenso placer ante la vuelta a casa de su hijo. Tú te complaces en mí.
- Estamos llamados a perdonar y ser misericordiosos como el Padre, que, con su corazón enorme, acoge al que se marchó y le hace una fiesta. ¡Cuánto cambiaría el mundo con más corazones como los del Padre! Jesús es un buscador, como Google, busca desde su corazón a los que están más perdidos, la oveja, la moneda, el hijo que acabó entre los cerdos… seguramente sea un experto en búsquedas difíciles por eso, seguro que se le da bien encontrar a WALLY… Qué alegría saber que me busca y que me encontrará…Puedo realizar el compromiso de darme cuenta a lo largo de esta semana, de todo lo que hago mal y perdonar a todos.
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