Lee el Evangelio según San Lucas 13, 22-30 aquí.
También podéis verlo:
MEDITAMOS: En la época de Jesús, era frecuente que las personas se preguntaran sobre lo que sucede después de la muerte y cómo hacer para salvarse…
Jesús no contesta la pregunta, sino que dice: “Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán”.
Los Evangelios dejan en claro que nuestro destino depende de los resultados de nuestro encuentro con Cristo. Él es el medio por el cual seremos salvados; esa salvación depende en si “conocemos” o no a Jesús.
PARA VIVIR: Jesús quiere que todos nos salvemos y estemos siempre con Él. Para ello nos da un camino de salvación, el de la solidaridad, el del amor a los hermanos, a los más pobres, a los más pequeños. Entrar por la puerta estrecha es ir con Jesús siguiendo su voz que nos invita a poner nuestra confianza en Él, y amar a los hermanos como a nosotros mismos.
Querido Jesús:
Tu nos amas
y nos acompañas siempre:
a la gente le preocupa saber
"quien es el que se salva"
pero tú, nos insistes
en que nos esforcemos
por entrar por la puerta angosta.
Ayúdanos a ser personas coherentes,
que no nos quedemos en hablar
y decir cosas bonitas
sino, como tú, que trabajemos
con amor hacia los demás. Amén.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el Evangelio. Después comenta las siguientes cuestiones con tus padres y catequistas:
- ¿Qué pregunta le hicieron a Jesús mientras iba a Jerusalén?
- ¿Cuál fue la respuesta de Jesús?
- ¿Qué significa entrar por la puerta angosta o estrecha?
- ¿Qué le dicen al dueño de la casa aquellos a quienes se les cierra la puerta?
- ¿Qué significa para Jesús, ser primero y ser último?
- Jesús nos pide concentrarnos en entrar a través de la puerta estrecha. Esta frase ha dado origen a todo tipo de espiritualidades negativas, pero lo que Jesús propone es tomar la Cruz y seguirlo, cada día de nuestras vidas. Es la Cruz la que nos traerá alegría y vida eterna. También Jesús nos advierte que nos sorprendamos de quiénes entran y quiénes no. Aunque lo intentemos mucho, a menudo nos encontramos excluyendo personas o grupos de la salvación. Jesús nos invita a tener cuidado de juzgar a los demás, y a creer que todos pueden estar abiertos a la amorosa invitación de Dios a la salvación.
- El artista, músico y atleta, de cuyo actividad disfruto, nos hablará de entrenamiento, dedicación y compromiso. Jesús nos llama a pensar lo que es importante para nosotros, y a considerar los esfuerzos que hacemos. La salvación permanece como regalo de Dios, pero quiero demostrar mi preparación, y mi esfuerzo. Mi espacio de oración me enseña a escuchar, y me prepara para responder a la Palabra de Dios.
- Jesús nos presenta la puerta al reino de Dios que puede ser angosta, dado el grado de compromiso que se requiere, está abierta y disponible para todos/as. ¿Respondo aceptando su Reino de Justicia, paz, alegría y amor que Dios nos ofrece?
- Traigo mis alegrías, esperanzas, ansiedades y dificultades, y las presento a Jesús en mi oración. Le hablo sobre ellas, y escucho su voz a medida que conozco mejor mi vida. Mi oración hace evidente "de dónde vengo" - qué es lo importante para mí. Mi tiempo de oración me conduce a una relación que da forma a cómo me veo y cómo veo el mundo. Muestro lo que Dios es para mí con mis palabras y mis acciones.
- Seguir a Jesús puede resultar complicado, como el hecho de tener que pasar por una puerta muy estrecha. Sin embargo, es al revés. La puerta se va ensanchando en la medida en que vamos dejando por el camino lo que es accesorio –aunque nosotros, en principio, pensamos que es indispensable-. Tantas maletas, cajas fuertes, intereses, cargas que no nos hacen disfrutar. Pasar por la puerta es sinónimo de fiesta, de alegría, de encuentro, de color. La puerta estrecha nos abre a mil posibilidades y a la sorpresa, porque cuando la traspasas todo se agranda, como el amor.(Fano).
2. Aprende y colorea:
¡CONFÍEMOS SIEMPRE EN JESÚS!
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