CATEQUESIS ANTO Y JULIA -SANTA MARÍA-: PERSEVERA, DIOS SIEMPRE TE ESPERA. III DOMINGO DE CUARESMA -C

Lee el Evangelio según San Lucas 13, 1-9 aquí.
También podéis verlo:

MEDITAMOS: Jesús quiere que interpretemos los hechos históricos sociales y personales en clave de fe. En este Evangelio, Él mismo nos hace caer en la cuenta de que esta tarea no es fácil y que puede llevarnos a confusiones, especialmente cuando nos encontramos con situaciones complejas o eventos con víctimas de una desgracia, donde la lectura suele ser que reciben un castigo por sus pecados, pero el Hijo de Dios ha venido al mundo para interceder por nosotros, y quiere que nos salvemos.

No quiere nuestro castigo ni nuestro dolor… quiere nuestra conversión, no por mero capricho, sino porque nos ama y sabe que solo en Dios está el camino a la verdadera felicidad. En este contexto la Parábola de la higuera estéril tenemos un elemento que apreciar de los signos de los tiempos: la paciencia de Dios. La higuera se seca y el viñador quiere cortarla al no encontrar frutos en ella; para él es una cuestión de urgencia, pero el cuidador compartiendo la vida dura de los pobres cultivadores nos presenta un símbolo de Dios hacia nosotros: es la parábola de la paciencia.

PARA VIVIR:
Jesús es nuestro jardinero y tiene una paciencia infinita con nosotros. No quiere que se pierdan ninguna de sus plantas, que somos cada uno de nosotros, por eso actúa para que no perdamos la oportunidad de poder crecer, desarrollarnos, darnos cuenta de la fe que recorre nuestras venas.
Jesús nos protege. Nos riega y enriquece sin medida. Protege nuestro ritmo, para que podamos despertar y algún día dar fruto.

No debemos aprovecharnos y echar en saco roto la protección de Jesús. Sintámonos acompañados por Jesús, el Señor está a nuestro lado para continuar nuestro crecimiento y que nuestra vida dé fruto abundante.El Señor nos da mil oportunidades cada día para crecer. No seamos perezosos y continuemos nuestro proceso vital, tan entroncado con la fe.

ORACIÓN:

Gracias Señor,

por caminar a mi lado,

dándome luz en mi camino,

a veces lleno de obstáculos.

Pedimos especialmente

por la Paz en Ucrania

y en todos los lugares

que se viven conflictos olvidados.

Que el Príncipe de la Paz

remueva corazones

para que alcancemos

ese don tan preciado. Amén.

Cantamos "En Victoria"

ACTIVIDADES:

1. Lee o ve de nuevo el Evangelio y comenta con tus padres y catequistas las siguientes cuestiones:

Me aplico la imagen de la Higuera seca: ¿Qué conclusiones saco? ¿Cómo actuaríamos? ¿con paciencia?
Existen hoy muchas atrocidades con la muerte sin sentido de gente inocente. Esto destaca la fragilidad humana y muestra el pensamiento distorsionado. Jesús, tú llamaste la atención a un hecho poco conocido para señalar que todos nosotros estamos llamados a la conversión.Pedimos honestidad y humildad para oír tu llamado al arrepentimiento. Señor, tú eres el jardinero que nos cultiva y nutres. Rezamos por paciencia para esperar, la apertura para ser podados, para ser más fructíferos a tu gloria.
Jesús no nos deja sin ayuda. Así como con la higuera, nos provee de todo lo necesario para producir frutos. Hay una vieja historia que describe a Pedro en las puertas del cielo. Ha terminado el mundo. Las ovejas han sido separadas de las cabras; todos los fieles han entrado al cielo y Pedro se prepara para cerrar las puertas. Entonces ve a Jesús parado afuera. ‘Maestro, dice, ¿qué haces afuera?’ Jesús responde ‘Estoy esperando a Judas’. Jesús no puede evitar hablar de la paciencia y misericordia de Dios con nosotros. Siempre está dispuesto a darnos más tiempo, a confiar en nuestra capacidad de dar frutos, incluso después de muchos años infértiles. ¿Estoy dispuesta/o a creer en mí misma/o como él lo hace? ¿Soy paciente conmigo y con otros, como es Él?
Jesús está ayudándonos a tener una correcta relación con Dios. Si escuchamos su Palabra, y tratamos de corregir nuestras faltas en el estilo de vida que llevamos, estamos en el camino de la satisfacción interior. El tiempo concedido a la higuera para dar fruto, testifica la paciencia de Dios con nosotras/os.