JESÚS, MI AMIGO, RESUCITÓ Y VIVE PARA SIEMPRE. ME ACOMPAÑA, ME AMA Y QUIERE QUE SEAMOS COMO ÉL.
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domingo, 4 de octubre de 2020
CUIDAR LA VIÑA O SE OS QUITARÁ. DOMINGO XXVII TO_A
ARRENDARÁ LA VIÑA
A OTROS LABRADORES
La Iglesia, nuevo Pueblo de Dios, recibe la piedra angular de su construcción del Padre. Esta piedra es Cristo, muerto y resucitado, el que fue despreciado, expulsado de la viña y al que los labradores de la parábola dieron muerte.
ANALICEMOS UN POCO LOS PERSONAJES: EL DUEÑO DE LA VIÑA: EL PADRE QUE CON SU GRAN AMOR PLANTA LA VIÑA Y LE OFRECE TODOS LOS CUIDADOS NECESARIOS. LA VIÑA SOMOS TODOS NOSOTROS CREADOS POR EL AMOR DEL PADRE LOS VIÑADORES HOMICIDAS: QUIENES NO QUIEREN CAMBIAR SU FORMA DE VIVIR Y PREFIEREN SEGUIR HACIENDO LO MISMO SIN ESCUCHAR A QUIEN LOS CORRIGE. LOS CRIADOS SON LOS PROFETAS QUE EL PADRE NOS ENVÍA PARA GUIARNOS. EL HIJO ES JESÚS ENVIADO POR EL PADRE PARA SALVARNOS.
Para vivir: Cuidar la viña de Dios es contagiar nuestra fe a los demás, proponerles que conozcan a Jesús para conocer a Dios y que ellos también formen parte de la Iglesia, de la viña del Señor. Nosotros no somos los dueños, ni valemos más que los demás. Debemos anunciar la fe a los demás con cariño y sobre todo con humildad.
ACTIVIDADES:
1. Vuelve a leer la parábola y después de ver los personajes, pregúntate y comenta con tus padres y catequistas cuando has actuado como cada uno de ellos:
EL PADRE
LOS VIÑADORES
LOS CRIADOS
EL HIJO
2. ¿Te gustaría identificarte con alguno de los personajes anteriores? ¿Con cuál y por qué? Coméntalo.
3. ¿A cuál de ellos no quisieras parecerte y por qué?
4. Mira el dibujo siguiente de Fano. Jesús es la piedra angular de la Iglesia. Si Jesús no sostiene la construcción, todo se derrumbaría. Todo nos ha sido dado para que nosotros no demos más que amor. Releamos la parábola y fijémonos en cómo es nuestra actitud con el dueño, con su hijo y con la viña.
No lo olvidemos, si damos la espalda a Cristo, nos quedamos con el hueco del corazón vacío, porque solo en Cristo reside el corazón de carne que todos necesitamos. Él, además, nos lo ofrece con la gratuidad del don: el don del amor, piedra angular de la Iglesia. Sin ella, se hunde. Con ella, se lanza a amar sin medida.
5. Colorea el dibujo en una aplicación de tu tablet u ordenador.
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