miércoles, 30 de junio de 2021

9. DIOS NOS AMA A PESAR DEL PECADO

 

OBJETIVOS:

1. Comprender qué es el pecado original, sus causas y consecuencias.
2. Reconocer en cada uno la inclinación a prescindir de Dios y sus Mandamientos.
3. Descubrir la promesa de salvación de Dios.
4. Orar para superar las tentaciones que nos inclinan al pecado.

Cuando aparece por primera vez el pecado del hombre y de la mujer, se hace presente y resplandece de un modo sublime la bondad y el amor de Dios: no deja al ser humano abandonado a su suerte, sino que le rehabilita, le salva de su caída y le eleva por encima de su naturaleza hasta hacerle partícipe de la misma vida divina.
El libro del Génesis nos narra de manera sencilla, con imágenes y lenguaje poético la vida feliz que Dios había destinado para el hombre, su amigo: Dios plantó un jardín en Edén, hacia Oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol de la vida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal. El Señor Dios dio este mandato al hombre: "Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día en que comas de él, tendrás que morir" (Gén 2, 8-9.16-17).
Pero el hombre y la mujer, su compañera, no obedecieron, rompiendo así la amistad con Dios: La serpiente era más astuta que las demás bestias del campo que el Señor había hecho. Y dijo a la mujer: "¿Con que Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?". La mujer contestó a la serpiente: "Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín no ha Dicho Dios: "No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis". La serpiente replicó a la mujer: "No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y del mal". Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable para lograr la inteligencia; así que tomó de su fruto y comió. Luego se lo dio a su marido, que también comió. Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; y entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron. Cuando oyeron la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, Adán y su mujer se escondieron de la vista del Señor Dios (Gén 1, 1-8).
El hombre desobedeció a Dios. Tentado por la serpiente, sospechaba que Dios le quitaba algo de su vida, que Dios era un competidor que limitaba su libertad, y que solo podría ser feliz si le apartaba de su lado.
Adán y Eva perdieron inmediatamente, para sí y para toda la humanidad, la gracia de la santidad y de la justicia originales. Este es el pecado original en el que todos los hombres nacen. La naturaleza humana no está totalmente corrompida, pero sí se halla herida, sometida a la ignorancia, al sufrimiento, al poder de la muerte e inclinada al pecado.

¿QUIÉNES SON ADÁN Y EVA?
Adán y Eva son los nombres con los que el Libro del Génesis se refiere al primer hombre y a la primera mujer. «Adán» es un nombre hebreo que significa «hombre». Él llama a su mujer «Eva», «viviente», por ser la madre de todos los que viven (Gén 3, 20). Como hijos de Adán y Eva son nombrados Caín, Abel y Set.
En la Biblia, ambos, Adán y Eva, representan a toda la humanidad tal como Dios la quiso, feliz y en armonía con su Creador y con los demás, hasta que rompen su amistad con Dios al desobedecerlo.

DIOS TIENDE LA MANO A LA HUMANIDAD
Aunque el hombre continuó siendo capaz de hacer el bien, quedó como herido a causa de su separación de Dios. La semilla del pecado original le dejaba bajo la influencia del espíritu del mal. Pero Dios tuvo misericordia e hizo a la humanidad la promesa del Salvador, que es Jesucristo, el Hijo de Dios.
A imagen tuya creaste al hombre...
y cuando por desobediencia perdió
tu amistad,
no lo abandonaste al poder de la muerte,
sino que, compadecido,
tendiste la mano a todos,
para que te encuentre el que te busca
(Plegaria Eucarística IV)
San Pablo llama a Jesucristo «nuevo Adán». Adán era hombre y quiso ser como Dios. Desobedeció. No aceptó ser criatura.
Jesús era igual a Dios y tomó la condición de esclavo. Gracias a su obediencia hasta la muerte en la cruz, Cristo reparó con sobreabundancia la desobediencia de nuestros primeros padres y redimió a la humanidad.
Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres. La gracia de Dios y el don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos (Rom 5, 12.15).

EN TU CORAZÓN EXISTE EL BIEN Y EL MAL
Adán, tentado por el diablo, dejó morir en su corazón la confianza hacia su Creador y, haciendo mal uso de su libertad, quebrantó el mandamiento de Dios.
En ello consistió el primer pecado, el pecado original. En adelante, todo pecado será una desobediencia a Dios y una falta de confianza en su bondad.
En el pecado original Adán se eligió a sí mismo en lugar de elegir a Dios y, por ello, le despreció: hizo una elección contra su propio bien, que es Dios mismo.
En el corazón de cada persona existe aún esta lucha entre el bien, que es amar y obedecer a Dios, y el mal, que es no hacerle caso, prescindir de su amor y sus Mandamientos.

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN Y LÍBRANOS DEL MAL
Así decimos cuando rezamos el padrenuestro, la oración que Cristo nos enseñó. Al orar de esa manera, pedimos que Dios nos libre de todos los males que abruman a la humanidad e imploramos el don precioso de la paz y la gracia de la espera perseverante del retorno de Cristo.
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo
(Rito de la comunión)
Como cada día estamos en peligro de caer en el pecado y decir no a Dios, le suplicamos que no nos deje indefensos ante el poder de la tentación. Este combate y esta victoria solo son posibles con la oración. El Padre nos da la fuerza para dejarnos conducir por el espíritu.

¿POR QUÉ DIOS PERMITE EL MAL?
Sabemos a ciencia cierta que Dios es bueno y que no puede crear nada malo. Sin embargo, en nuestro mundo el mal existe; es un misterio oscuro y doloroso. Ante el mal surge la pregunta: «¿cómo se puede creer en un Dios bueno, habiendo tanto mal en el mundo?». Pero, ¿no sería preferible preguntarse cómo podría vivir en este mundo una persona dotada de corazón e inteligencia si Dios no existiera? Dios ilumina el misterio del mal en su Hijo Jesucristo, que ha muerto y resucitado para vencer el gran mal moral, que es el pecado de los hombres. El mal no tiene la última palabra. Dios hace surgir de los peores males un bien mayor.

Fuente: CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Testigos del Señor. 
Editorial EDICE, 2ª edición. Madrid, 2015.

Entre los siglos IV y V, San Agustín dice:

Dios no permitiría jamás 
que en sus obras
existiera el mal,
si él no fuera suficientemente 
poderoso y bueno
para hacer surgir un bien del mismo mal.




¿Qué es el pecado original?



El pecado original es la condición de alejamiento de Dios en la que nacemos, como consecuencia del pecado de nuestros primeros padres. Por eso necesitamos la salvación de Dios
.





Cantamos: Hoy perdóname
ACTIVIDADES:
Comenta con tus padres y catequistas después de reflexionar sobre las siguientes preguntas:

1. Siendo la desobediencia el origen del pecado original, ¿ves en tu vida cotidiana algún rastro de esa actitud de rebeldía hacia Dios?
2. Ante una tentación, ¿Qué estrategia utilizas para protegerte de ella?
3. ¿Consideras que la oración tiene algún efecto sobre el mal?
4. ¿Qué oración es la que más frecuentemente utilizas?
5. Pincha aquí para saber cuánto sabes y has aprendido del tema.
GRACIAS SEÑOR
PORQUE NOS AMAS
Y NOS PERDONAS SIEMPRE

martes, 29 de junio de 2021

SAN PEDRO Y SAN PABLO


Os dejamos el vídeo de la Solemnidad de San Pedro y S. Pablo

 San Pedro, Simón Pedro. Jesús le entregó las llaves del cielo y de la Tierra


San Pablo, Saulo, gran evangelizador


domingo, 27 de junio de 2021

HIJA TU FE TE HA CURADO. DOMINGO XIII. TO-B LA HIJA DE JAIRO Y LA HEMORROÍSA



Talitha kumi 
¡DESPIERTA!


Lee el Evangelio según San Marcos 5, 21-43 aquí.

También podéis verlo:

Meditamos: El Evangelio en este domingo, nos pone a reflexionar sobre la vida y la muerte; el bien y el mal. Presentándonos a Jesús como fuente de vida. El libro de la Sabiduría afirma y es contundente. «Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes». Bastaría con detenernos en este afirmación para hacer una provechosa meditación que nos ayude a purificar nuestra idea de Dios. Creemos en el Dios de la vida y del amor.
Fijémonos en la audacia y en la fe de la mujer enferma. Ella conocía los límites en los que la ley la ponía impidiéndole, por su enfermedad, tocar a las personas. Sin embargo, «Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con solo tocarle el vestido, curaría.» Jesús no sólo se deja tocar, busca además hacer contacto personal con quien se le acerca con fe; en el caso de la hemorroísa la confirma en su fe y hace que se marche en paz, curada en lo físico y en lo espiritual.
Cuando parece que todo está perdido porque su hija ya había muerto, Jesús dice a Jairo «No temas, basta que tengas fe».
Todos lo desaconsejan, sin embargo, Jesús sigue caminando hacia la casa de Jairo. «¿A qué viene este alboroto y llanto?. La niña no está muerta, está dormida» Para Jesús la muerte es como un sueño y se revela como aquél que es capaz de despertar de este sueño. Jesús es Señor de la Vida y quiere que nosotros con Él participemos de la vida plena.
Para vivirCuando nos encontramos en dificultades, cuando parece que Dios calla o parece que se ha hecho ausente cuando no encontramos la solución de un problema, debemos escuchar a Jesús que nos dice «No temas, basta que tengas fe.» 
Los momentos difíciles son oportunidades para progresar en la fe y en la esperanza, no para renunciar a ellas.
Jesús no sólo quiere que lo toquen, quiere hacer contacto con nosotros, mirarnos, tocarnos y devolvernos la salud física y espiritual. El auténtico peregrino es el que camina, busca y encuentra, pero también se deja buscar y encontrar por Jesús y su Palabra. Para Él los gestos de nuestra fe sencilla no son indiferentes, pero no hace milagros cuando lo que encuentra es nuestra indiferencia.
Vivamos comprometidos en la vida, en nuestra fe, llevándola a los demás, siendo solidarios con los más desfavorecidos, con los que sufren en la pandemia... llevemos paz y esperanza.
ORACIÓN:
Gracias Señor,
porque Dios no es un Dios de muertos
y contigo vivimos la vida con alegría.
ACTIVIDADES:
1. Lee o ve de nuevo el evangelio. Después comenta con tus padres y catequistas:
Después de todo lo que hemos vivido con el COVID, tenemos hoy una frase genial de Jesús: “Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, libre ya de tu enfermedad”. Son varias las veces en las que en los evangelios Jesús dice que es la fe la que nos ha salvado o nos ha curado. Cuidemos nuestra fe y cuidemos la fe de los demás.
2. Piensa en alguna historia que hayas conocido durante la pandemia en la que alguna persona se haya comportado de forma ejemplar con los demás.
3.  Aprende y colorea

4. Ve el siguiente vídeo "Las cinco eses" y comenta después con tus padres y catequistas
5. Realiza el puzzle
6. Estamos de vacaciones os dejamos la película de "Los milagros de Jesús" en los minutos de 25 a 45 está el evangelio de este domingo:

Cantamos "Talitha kumi" levántate niña

ATRÉVETE A SER TU MISMO/A
¡JESÚS EL CENTRO DE TU VIDA!

sábado, 26 de junio de 2021

Tema 08. DIOS HACE AL HOMBRE Y A LA MUJER A SU IMAGEN Y SEMEJANZA

 OBJETIVOS:

1. Conocer las características fundamentales de la persona humana, cuyo origen y destino está en Dios.
2. Comprender que el ser hombre o ser mujer es un don de Dios que tiene que ver con todo nuestro ser.
3. Vivir en actitud de confianza hacia Dios Padre, que es providente y cuida siempre de sus hijos.

INTRODUCCIÓN
Asombrados por la grandeza y, al mismo tiempo, por la fragilidad del ser humano, a veces nos preguntamos: «¿Qué es el hombre?». Para dar respuesta a esta pregunta, la Iglesia lee los textos de la Sagrada Escritura que nos hablan de la creación del mundo y del hombre. El segundo relato del libro del Génesis presenta a Dios que, como si fuese un alfarero, crea al hombre:
El Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo.
Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia Oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol de la vida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
El Señor Dios dio este mandato al hombre: «Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás, porque el día que comas de él, tendrás que morir».
El Señor Dios se dijo: «No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él, que le ayude». Entonces el Señor Dios modeló de la tierra todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo, y se los presentó a Adán, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que Adán le pusiera. Así Adán puso nombre a todos los ganados, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontró ninguno como él, que le ayudase.
Entonces el Señor Dios hizo caer un letargo sobre Adán, que se durmió; le sacó una costilla, y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios formó, de la costilla de Adán, una mujer, y se la presentó a Adán. Adán dijo: «¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será "mujer", porque ha salido de varón». Por eso abandonará el varón a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. Los dos estaban desnudos, Adán y su mujer, pero no sentían vergüenza el uno de otro (Gén 2, 7-9. 16-25).

EL ALMA HUMANA
Ante la bondad y la generosidad de una persona; ante una obra de arte, un avance en la medicina, un descubrimiento científico; entre todos instrumentos técnicos… pienso: ¡cuantas cosas buenas pueden surgir del alma humana!
Con frecuencia en la Biblia del término «alma» se refiere a la vida humana o a la totalidad de la persona humana. Designa también lo que hay de más valor y más íntimo en toda persona, el yo en el que reside su conciencia y voluntad.
«Alma» significa el principio espiritual en el hombre, dotado de inteligencia y libertad e infundido por Dios mismo.
En la persona el espíritu y la materia forman una unidad. En cada uno de nosotros, el alma espiritual es creada directamente por Dios y es inmortal.

LA GLORIA DE DIOS ES QUE EL HOMBRE VIVA, Y LA VIDA DEL HOMBRE ES LA VISIÓN DE DIOS
La Biblia nos enseña que Dios infunde un soplo de vida al ser humano que lo convierte en ser viviente. El hombre es la cumbre de toda su obra. La persona humana, porque ha sido creada a imagen y semejanza de Dios, tiene una dignidad superior al resto del universo y está llamada a representar a Dios en la tierra, participando de su poder y dominando a todas las criaturas.
La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre y de la mujer a la comunión con Dios. El hombre es invitado el diálogo con Dios desde su nacimiento. Creer en Dios, confiar plenamente en él y dar asentimiento a todas las verdades por él reveladas, es la mayor grandeza y dignidad que podemos alcanzar.
Dios mismo, al crear al hombre a su propia imagen, inscribió en su corazón el deseo de verlo. Aunque el ser humano a menudo lo ignore, Dios no cesa de atraerlo hacia sí, para que viva y encuentre en él la plenitud de verdad y felicidad a la que aspira sin descanso.

¿DE DÓNDE PROCEDE EL HOMBRE?
Nuestra experiencia nos dice que el hombre es distinto al resto de los seres vivos: puede conocerse a sí mismo y lo que le rodea, puede conocerse a sí mismo y lo que le rodea, puede decidir, amar, hablar… Es persona.
A la luz de la Revelación creemos que todo lo que existe es obra de la acción creadora de Dios y que el hombre y la mujer son criaturas diferentes del resto. Son una novedad tan grande respecto de los animales que las teorías científicas que explican al ser humano solo como un animal más evolucionado no responden a la realidad última de su ser, y al porqué de su existencia ni a su fin.
Es la Revelación de Dios la que ilumina este misterio: cada uno de nosotros ha sido pensado, creado y amado por Dios. Nuestro origen está más allá de nuestros padres. Venimos de Dios, quien crea el alma de cada uno.

SER HOMBRE, SER MUJER... NO SE ELIGE, ES UN DON QUE SE RECIBE
La Biblia nos muestra que Dios ha creado a la persona humana: varón y mujer los creó (Gén 1, 27). Ambos poseen la misma dignidad y son imagen de Dios. La diferenciación sexual indica que el hombre y la mujer están hechos el uno para el otro, para vivir la comunión de personas y la complementariedad sexual. Juntos están también llamados a transmitir la vida humana, formando en el matrimonio una sola carne (Gén 2, 24).
Así, la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual. El cuerpo es la visibilización de la persona y, a través de él, expresamos lo que somos. La sexualidad es una dimensión esencial de la persona. Hemos sido queridos por Dios como hombre o como mujer. Esto es una llamada que debemos aceptar y llenar personalmente de sentido.
Algunos dicen erróneamente que cada uno puede optar o elegir la identidad sexual independientemente del cuerpo con el que ha nacido. Pero la identidad sexual no se elige, es un don que se recibe. No somos creadores de nosotros mismos. Dios es el único Creador.
Por ello, la Iglesia nos enseña que a cada persona le corresponde aceptar su propia identidad sexual: ser hombre o ser mujer, según el proyecto de Dios, y caminar hacia un amor plenamente humano.


LLAMADOS A CONFIAR EN EL DIOS ÚNICO, TODOPODEROSO Y PROVIDENTE
Los cristianos rezamos porque sabemos que Dios nos ha creado y es todopoderoso, que de él dependemos y por él existimos. El Señor nuestro Dios es solamente uno, nos ama con amor de padre y siente por nosotros ternura de madre. Hemos sido creados para conocerle, y servirle. Jesús nos enseña a poner nuestra vida en manos del Padre, que es providente y cuida siempre de sus hijos:
Mirad los pájaros del cielo: no siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre Celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura
(Mt 6, 26.31-33).

En el siglo IV, San Agustín reconoce que en el corazón de cada persona late el deseo de Dios:

Tú eres grande, Señor,
Y muy digno de alabanza.
Nos has hecho para ti
Y nuestro corazón está inquieto
Mientras no descanse en ti.




¿Qué lugar ocupa el hombre en la obra de la creación?
El hombre y la mujer son la cumbre de la creación visible. Dios los creó a su imagen y semejanza, libres, capaces de amar y de conocer la verdad, e iguales en dignidad.

ACTIVIDADES:
Contesta y comenta con tus padres y catequistas:
1. Dios plantó en el Jardín del Edén muchos árboles, pero hubo uno que ocupaba el centro mismo del Jardín, ¿de qué árbol se trataba?
2. A uno de los árboles del Jardín del Edén quedó terminantemente prohibido acercarse y comer su fruto, ¿a qué árbol nos referimos?
3. ¿Por qué cada ser humano en lo más profundo de su corazón anhela regresar al Padre, a Dios?
4. ¿Qué comparación hace Mateo (el evangelista) para que tengamos confianza absoluta en que Dios va a cuidarnos y va proveernos de todo cuanto necesitemos?
5. ¿Qué sabes del tema? Pincha aquí.
Cantamos Señor te doy gracias:

GRACIAS SEÑOR 
PORQUE NOS AMAS Y NOS CUIDAS
CON TU PROVIDENCIA DIVINA

viernes, 25 de junio de 2021

TEMA 32. APRENDEMOS A AMAR EN FAMILIA

SÍNTESIS DEL TEMA
La familia es el fruto del matrimonio entre un hombre y una mujer, una comunidad de vida y amor.
El gran regalo que Dios hace al hombre es la vida. Por eso debemos respetarla y cuidarla.
Crecemos cuando vivimos en el amor, la ayuda y el perdón mutuo. Éste es el evangelio de la familia.

Nacemos a la vida y al amor en la familia: padre y madre, hijos, hermanos y hermanas, abuelos, tíos... ¡Cuánto podemos aprender unos de otros! ¡Qué alegría vivir juntos! Aunque a veces puede ser difícil. Nos esforzamos en respetar y ayudar a nuestros padres, especialmente cuando son ancianos. El cuarto Mandamiento nos dice: Honrarás a tu padre y a tu madre.
La vida es un don de Dios que hemos recibido a través de nuestros padres. Sólo Dios es Señor de la vida, por eso todos debemos respetarla y cuidarla. Esto es cumplir el quinto Mandamiento: No Matarás.
El sexto Mandamiento: No cometerás actos impuros; y el noveno: No consentirás pensamientos ni deseos impuros; nos enseñan a valorar y respetar nuestro cuerpo como don de Dios, que se nos ha dado para vivir y amar como Él quiere. ¡Qué gran regalo ser hombre o mujer! Cada uno es diferente, pero igual de importante en dignidad.
El apóstol san Pablo nos recuerda:

“Como elegidos de Dios, santos y amados,
vestios de la misericordia entrañable, bondad, humildad,
dulzura, comprensión. Y por encima de esto, el amor” (Colosenses 3, 12-14)
ORACIÓN:
¡Gracias, Padre,
porque nuestros padres nos han dado la vida!
Señor, en cada familia que ama, Tú estás amando.
Señor, en cada familia que sufre, Tú estás sufriendo.
Señor, en cada familia que ríe, Tú estás riendo.
Gracias, Señor, porque cada familia que te busca, te encuentra.
Gracias, Padre, porque en nuestra familia descubrimos el amor.
Fortalece el amor entre mis padres para que sean
como una roca sobre la que se construya nuestra vida familiar.
ACTIVIDADES:
1. ¿Qué es la familia?
2.¿Qué es la vida?
3. ¿Qué es el evangelio de la vida?
4. ¿Cuándo cumplimos el cuarto Mandamiento?
5. ¿Cuándo cumplimos el quinto Mandamiento?
6. ¿A qué nos enseña el sexto y noveno Mandamiento?
7. ¿Dónde está el Padre?
8. Haz clic en la imagen y aprende los mandamientos
9. Realiza  y aprende cliqueando la imagen
9. Cantamos  Los Mandamientos:
10. ¿Cuánto sabes del tema? Cliquea
EN TU FAMILIA 
SE MANIFIESTA, VIVE YCRECE
EL AMOR DE DIOS

jueves, 24 de junio de 2021

TEMA 31. AMAMOS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS


 SÍNTESIS DEL TEMA

Jesús nos enseña a amar a Dios con todo el corazón y con todas las fuerzas. Del amor a Dios nace el verdadero amor al prójimo.
El domingo los cristianos celebramos que Dios es Señor de todas las cosas.

¡Qué alegría vivir en paz, confiar unos en otros, respetar los dones de cada uno! A veces la violencia, la mentira, el egoísmo crecen en nosotros. Pero los cristianos intentamos vivir como Jesús. Él nos enseña a amar a Dios con todo el corazón y a cumplir su voluntad con alegría, como dice el primer Mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Dios Padre es Señor de cielo y tierra. Él es la fuente de toda bondad y de todo amor. Amar a Dios es reconocer su grandeza. Su nombre es santo y debemos pronunciarlo siempre con respeto. No debemos usar el nombre de Dios para afirmar lo que es mentira o para esconder lo que es verdad. Esto dice el segundo Mandamiento: No tomarás el nombre de Dios en vano.
El tercer Mandamiento nos propone: Santificarás las fiestas. Desde el principio los cristianos dedicamos el domingo y otras fiestas importantes a agradecer a Dios todos los dones que Él nos ha dado. Esos días, al celebrar la Eucaristía, damos gracias a Dios por Jesucristo resucitado. Descansamos, dedicamos tiempo a la familia, a los amigos, y a visitar a los enfermos o ancianos.
Estos Mandamientos nos hacen libres y son la fuente del amor a los demás:
“Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón,
con toda el alma y con toda las fuerzas” (Deuteronomio 6,5)
Cantamos Los Mandamientos:

ORACIÓN:
¡Omnipotente, altísimo,
y bondadoso Señor! A ti la alabanza,
la gloria y el honor.
Tan solo Tú eres digno de toda bendición.
Criaturas del Señor, bendecid al Señor.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

ACTIVIDADES:
1. ¿Cómo nos enseña Jesús a amar?
2. ¿Qué celebramos el domingo?
3. ¿Cómo debemos amar a Dios?
4. ¿Qué significa No tomarás el nombre de Dios en vano?
5. ¿Por qué es importante el domingo?
6. ¿Cómo debemos Santificar las fiestas?
7. ¿Por qué son buenos los tres primeros mandamientos, que hacen referencia a Dios?
8. ¿De donde nace el amor?
9. Ve el siguiente vídeo y comenta con tus padres y catequistas ¿Por qué nos da Dios los mandamientos?

10. Realiza el puzzle:
11. Aprende los mandamientos con fano:


13. ¿Cuánto sabes del tema?. Pincha la imagen

DIOS VIVE EN EL CORAZÓN 
DE QUIENES AMAN. 
TODO AMOR PROCEDE DE DIOS

miércoles, 23 de junio de 2021

T. 7. DIOS, FUENTE DE VIDA, CREA EL MUNDO


OBJETIVOS:

1. Conocer el significado de la afirmación "Creo en Dios, creador del cielo y de la tierra".
2. Saber interpretar el relato bíblico sobre la creación del mundo.
3. Agradecer la creación como reflejo de bondad y sabiduría divinas.
4. Tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos ante el mundo que Dios pone en nuestras manos.

En la primera lectura de la Sagrada Escritura que proclamamos en la Vigilia pascual, contemplamos como Dios está en el principio de todo aquello que en el mundo es bueno y bello, especialmente en el principio de la persona humana, que ha sido creada a su imagen y semejanza. Estos son algunos de sus fragmentos: Al principio creó Dios el cielo y la tierra. Dijo Dios: «Exista la luz». Y la luz existió. Vio Dios que la luz era buena. Y separó Dios la luz de la tiniebla. Llamó Dios a la luz «día» y a la tiniebla «noche». Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero. Y dijo Dios: «Exista un firmamento entre las aguas, que separe aguas de aguas». Y así fue. Llamó Dios al firmamento «cielo». Pasó una mañana: el día segundo.
Dijo Dios: «Júntense las aguas de debajo del cielo en un solo sitio, y que aparezca lo seco». Llamó Dios a lo seco «tierra», y a la masa de las aguas llamó «mar». Y vio Dios que era bueno. Dijo Dios: «Cúbrase la tierra de verdor, de hierba verde que engendre semilla, y de árboles frutales que den fruto según su especie y que lleven semilla sobre la tierra». Y así fue. Y vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día tercero.
E hizo Dios dos lumbreras grandes: la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la noche; y las estrellas. Y vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día cuarto. Y creó Dios los grandes cetáceos y los seres vivientes que se deslizan y que las aguas fueron produciendo según sus especies, y las aves aladas según sus especies. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto.
E hizo Dios las fieras según sus especies, los ganados según sus especies y los reptiles según sus especies. Y vio Dios que era bueno. Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra». Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó. Dios los bendijo; y les dijo Dios: «Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra». Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto.
Así quedaron concluidos los cielos, la tierra y todo el universo. Y habiendo concluido el día séptimo la obra que había hecho, descansó el séptimo día de toda la obra que Dios había hecho cuando creó. (Gén 1, 1-2, 3 aquí).

¿DIOS CREÓ EL MUNDO EN SEIS DIAS?
Algunas personas te dirán que lo que relata la Biblia sobre los orígenes del mundo es casi imposible. Sin embargo, la Biblia no pretende describir cómo se ha formado el universo al modo como lo hacen los científicos.
La Escritura presenta la obra del Creador simbólicamente, como una secuencia de seis periodos de trabajo divino que terminan con el reposo del día séptimo.
Sin embargo, que el texto sea simbólico no significa que no exponga verdades.
Las primeras páginas del Libro del Génesis expresan las verdades de la creación, de su origen y de su fin en Dios, de su orden, de su bondad, de la vocación del ser humano y, finalmente, del drama del pecado y de la esperanza de la salvación.

EN CRISTO FUERON CREADAS TODAS LAS COSAS
Cuando en el credo decimos: «Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra», profesamos que Dios es el creador de todas las cosas visibles e invisibles: de todos los seres espirituales y materiales, esto es, de los ángeles y del mundo visible y, en particular, del hombre y de la mujer. Dios, libremente y por amor, creó todo de la nada.
Dios Padre ha creado todas las cosas por medio de su Hijo, que es la Sabiduría y la Palabra eterna del Padre.
En los primeros tiempos de la Iglesia, cuando algunos cristianos se preguntaron quién era realmente Jesús, el apóstol Pablo recordó que Cristo es el hijo de Dios, superior a todos los seres creados, que interviene en la creación, la cual tiene en él su destino final y definitivo.
Él es imagen del Dios invisible,
primogénito de toda criatura;
porque en Él fueron creadas todas las cosas.
Todo fue creado por Él y para Él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en Él (Col 1, 15-17).

Y LOS ANIMALES ¿SON IGUAL QUE LAS PERSONAS?
Los animales no son iguales que las personas, pues el hombre y la mujer han sido creados a imagen y semejanza de Dios y son la cumbre de la creación. Ésta es la diferencia radical respecto a los animales. Las personas, con su voluntad e inteligencia, pueden decidir a favor o en contra del amor, pueden conocer y amar a Dios; en cambio, los animales no pueden. Sin embargo, los animales también son criaturas de Dios, rodeados de su solicitud providencial y, con su simple existencia, bendicen y dan gloria al Señor. Se les debe aprecio, pero no se los puede querer como se quiere a las personas. No sería justo gastar en ellos bienes que podrían remediar la miseria de los seres humanos.

AMAR Y CUIDAR LA CREACIÓN DE DIOS
Entre todo lo creado, el máximo respeto se lo debemos a la persona humana, a su vida, integridad y dignidad, pues es imagen y semejanza de Dios.
Los animales y las plantas, los cielos y las estrellas, los mares y los ríos, cada cosa a su manera, son también un reflejo de la sabiduría y la bondad de Dios.
Dios ha puesto todas las cosas en las manos del hombre. Nosotros respondemos agradeciendo estos dones, cuidándolos y usándolos con responsabilidad. Hacer lo contrario es despreciar a su Creador.
La naturaleza debe ser conservada y protegida para el bien de las personas, sabiendo que el dominio que Dios nos ha concedido sobre ella no es absoluto; debemos respetarla y evitar todo aquello que la dañe y perjudique.
Con nuestro respeto y esfuerzo podemos y debemos mejorar el entorno en que vivimos para que esté al servicio de la dignidad y la calidad de vida de las personas de hoy y de las generaciones venideras.


TODO LO QUE DIOS CREO ES BUENO
La Biblia nos recuerda que, al terminar su obra, Dios vio todo lo que había hecho, y era muy bueno (Gén 1, 31). Después de escuchar esa lectura, todos los que nos hemos reunido en la Vigilia pascual damos gracias al creador por el universo, los astros, las plantas y los animales y, especialmente, por el hombre y la mujer.
Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas
(Sal 104, 1-24).
LOS ÁNGELES
Son criaturas espirituales, incorpóreas, invisibles e inmortales; son seres personales dotados de inteligencia y voluntad. Los ángeles contemplan a Dios cara cara, lo glorifican, lo sirven y son sus mensajeros en la misión de salvación de los hombres. La Iglesia se une a los ángeles para adorar a Dios, celebra la memoria de algunos de ellos y pide su ayuda. Dices San Basilio: «Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida.»

Cantamos "Cantico de las criaturas" de San Francisco de Asís:

S. Francisco de Asís
Entre los siglos XII y XIII, en su Cántico de las criaturas, San Francisco de Asís se admira ante la bondad de todo lo que Dios ha hecho. Reconocer a Dios como principio de la vida es fuente de gozo y de confianza

Loado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial loado por el hermano Sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor
y lleva por los cielos noticia de su autor.
Y por la hermana agua, preciosa por su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡loado mi Señor!
Y por la hermana tierra que es toda bendición,
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡loado mi Señor!

¿Por qué decimos que Dios es Creador del cielo y de la tierra?
Decimos que Dios es el Creador del celo y de la tierra porque hizo todas las cosas de la nada, libremente y por amor.
Fuenttes:
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Testigos del Señor. Editorial EDICE, 2ª edición. Madrid, 2015.
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Sagrada Biblia. Biblioteca de Autores Cristianos (BAC). Madrid, 2011.
ACTIVIDADES:
1. Mira el siguiente vídeo de «Creador del cielo y la tierra», capítulo      3 de la obra «El Credo» de Producciones Goya.

2. Pincha aquí a ver cuánto sabes del tema:

3. Comenta con tus padres y catequistas:
Así quedaron concluidos los cielos, la tierra y todo el universo. Y habiendo concluido el día séptimo la obra que había hecho, descansó el séptimo día de toda la obra que Dios había hecho cuando creó. (Gén 1, 1-2, 3). Según el relato bíblico, Dios creó el mundo en seis días, dedicando el séptimo al descanso. ¿Hay que entender esa afirmación como que Dios creó el mundo en 144 horas, más 24 horas dedicadas al descanso? 
4. ¿A qué se refiere el texto bíblico cuando habla de una "lumbrera mayor" y en qué día de la creación fue creada?
5. Uno de los cuatro evangelistas nos habla del origen de la creación. ¿A qué evangelista nos referimos?, y ¿Cuál es ese origen sin el cual no se hizo nada de cuanto existe?
6. Si seguimos leyendo el evangelio descubierto en la respuesta de la pregunta anterior, vemos que hay una relación directa, un nexo de unión, entre la Creación y la razón de ser del Nuevo Testamento ¿Cuál es ese nexo divino y por qué?
Cantamos "Gracias por todo Señor"

¡¡GRACIAS SEÑOR
POR TU AMOR!!

martes, 22 de junio de 2021

T. 29. CREEMOS EN LA VIDA DE LA FE. LA CONFIRMACIÓN

 SÍNTESIS DEL TEMA

El don del Bautismo crece y se fortalece con el sacramento de la Confirmación.
En la Confirmación, el Espíritu Santo nos fa fuerza para crecer en la fe y ser testigos de Cristo.
El sacramento de la Confirmación nos une con más fuerza a la Iglesia y a su misión.
¿QUÉ ES LA CONFIRMACIÓN?
El día de nuestro Bautismo recibimos al Espíritu Santo. Nacemos a la vida de Dios y entramos a formar parte de la Iglesia. El Sacramento de la Confirmación completa nuestro bautismo.
Por el sacramento de la Confirmación, como un nuevo Pentecostés, el Espíritu Santo nos une mucho más a Jesús y a su Iglesia para que seamos testigos valientes del Evangelio. 
Al celebrar la Confirmación, a) el Obispo impone sus manos sobre nuestra cabeza y ora para que venga el Espíritu y nos llene de sus dones. Es el mismo gesto que hacían los Apóstoles a los nuevos bautizados.
b) Después, el Obispo, que es sucesor de los Apóstoles, nos unge la frente con el Santo Crisma –que es el aceite que consagró el Jueves Santo- haciendo la Señal de la Cruz. El obispo dice: Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo. Respondemos: Amén. Y el Obispo nos saluda con el signo de la paz.
Una vez confirmados, somos invitados a participar en la eucaristía, que es fuente y cumbre de la vida cristiana. Recibimos a Cristo como alimento para amar como Él nos ama.
Quien se deja guiar por el Espíritu Santo tiene una Vida nueva:
“El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad” (Gálatas 5, 22-23 aquí)
Cantamos Frutos del Espíritu (Gálatas 5, 22-23)
ORACIÓN:
Te damos gracias, Padre,
por Jesús nuestro Señor, 
que después de subir al Cielo, 
nos ha enviado al Espíritu Santo
que había prometido. 
Como tantos cristianos en todo el mundo
que viven con alegría la fe y dan testimonio,
yo también quiero ser testigo, Padre, 
y vivir la fe con alegría en mi familia, 
en mis amigos, en la parroquia y en la escuela. Amén.
ACTIVIDADES:
1.  ¿Por medio de qué sacramento crece y se fortalece el don del Bautismo?
2. ¿Qué nos ofrece el Espíritu Santo en este sacramento?
3.   ¿A quién nos unimos por este sacramento?
4. ¿Cuáles son los ritos del sacramento de la confirmación?
5. ¿Qué aporta la Eucaristía al sacramento de la confirmación?
6.  Aprende y colorea:


7. Realiza el puzzle
9. A lo largo de la semana vamos a llevar a los demás un fruto: por ejemplo, vamos a llevar alegría allí donde estemos.

EL ESPÍRITU SANTO 
NOS DA LA FUERZA
PARA SER TESTIGOS DE DIOS
EN EL MUNDO